2.2 Sollozos

1.2K 169 10
                                    

—Es muy triste para ti, pero no ha llegado el cargamento de ketaminas de Taeyang—avisa Seunghyun tirando el cigarro de forma descuidada—. Así que haznos un favor y a ti mismo: No muerdas a nadie. —permanece quieto en el colchón sucio.

Hasta el momento no se ha percatado de la sed tan inmensa que tiene. Primero por estar gritando y segundo por una sequedad en la garganta—Tengo... tengo sed...—balbucea adormilado, no tendría más de una hora y media de haberse echado ahí. Seungri se aproxima, bajó un poco su pantalón y...

—Ya que tienes sed.

— ¡NO HAGAS ESO! —Jiyong lo empuja, aunque tarde. Estaba muy lejos. Jimin tose y tiene horcajadas habiéndose cubierto muy apenas con los brazos. Seungri lo orinó.

— ¡Ni que fuese la primera vez! —rechista malhumorado. Seunghyun rodó los ojos—. Además ¿Para qué lo cuidas tanto? Si solo es trozo de mierda aquí.

—Lárgate de aquí, no puedes ni mantener la orina en tu sistema. —Regaña. Seungri a regañadientes sale del sótano. Jimin tiembla en su sitio sin saber qué hacer en ese instante tan asqueroso. Eso cambió pronto:

— ¡HYYAA! —Salta y se abraza, empapado de pies a cabeza. En la mano de Daesung hay un balde vacío.

—Lávate. Que puto asco das. —Sea la sobrecarga del momento o lo que sea. Toma la esponja que le tiran y la arroja directo a Seunghyun.

—Púdrete, imbécil ¿¡TODO ESTO SOLO POR ESA VEZ!? —Reclama por la carencia de lógica. En todo esto. Torturarlo por simplemente no ceder a tomarse fotos desnudo.

—Creo que despierto es más divertido. —Opina Daesung con maliciosa expresión.

—Si no te lavas tú lo voy a hacer yo y dudo mucho que sea eso lo que quieres ¿O sí? —ofrece Seunghyun. Jiyong tomó la esponja del suelo y mira con molestia al resto de sus compañeros presentes.

Apenas intenta siquiera rozar a Jimin este le grita en la cara logrando que perdiera el equilibrio y cayera de espaldas. No se aguantan la risa por lo estúpido que fue ese corto momento. Seunghyun por su lado se nota más impaciente que divertido. Acaban por salir casi todos dejando a Jiyong y Jimin solos.

—Solo quiero... Limpiarte, no creo que te guste estar así ¿O sí? —tienta. La esponja pasa suavemente por su cara, cuello, hombros, espalda y un poco del pecho—. Seunghyun solo está celoso de que sea mi novio y no suyo. También le da envidia que gimas más conmigo que con él.

—Te odio—murmura Jimin, soltando su aliento—. Igual que a él.

—Entiendo que estés molesto. Estarás bien, yo te cuido mucho ¿Sabes? Sigo buscando ropa para traerte, pero toda es muy grande y no te quedará bien. Cuando al consiga te la traeré—asegura entusiasmado. Unos toques en la puerta llaman su atención—. Si te quedas quieto no va a pasar nada muy malo. Incluso si lo aceptaras no estarías encadenado. Te veo más tarde, vendré por la noche.

— ¿Qué? ¿Eh? —No es que prefiera su compañía, sencillamente es el único que parece alejar al resto. Al momento en que Jiyong sale entra otro hombre que no conoce para nada ni es de ascendencia asiática.

Corpulento, barbudo, andar predador y una sonrisa de lo más cínica.

Vaya, así que hoy si estás consiente—su voz es muy gruesa y no entiende qué lengua está hablando—. No importa, quizá así llores más. Más te vale es no morderme zorra.

—Y-yo- No por favor. Y-yo no sé qué dice. Ellos me-

Es jalado del cabello para ponerlo sobre el colchón húmedo. No hay mucho que describir de lo que pasa aparte de lo obvio. Así como este, llegan seis más y para cuando aparece el séptimo no pudo aguantar y acabó vomitando encima de este que había puesto a montarlo.

El golpe que le propinan lo hace ver estrellas de dolor y quedar semi inconsciente. Temblando y sufriendo espasmos, se vio a si mismo cuanto pudo, tiene tantos moretones y mordidas que no puede contarlas; sangre entre sus piernas y se escurre ese líquido blanco y asqueroso de gente desconocida.

Cuando se hace de noche recibe un trozo de pan y agua de parte de Jiyong que lo observa largamente mientras come—Mañana vendrán diez. Iban a ser quince, pero le mentí a Seunghyun—. Explica orgulloso de su logro. Jimin se lame hasta las últimas migas en sus dedos antes de verlo.

— ¿Quince...?

—Hombres, pagan mucho por ti. Mira, incluso me dieron uno a mí. —El fajo de dólares -asume que son dólares-, en su mano es bastante grueso.

Da quejidos hasta llegar a gritos se le salen, desesperado y rogando que sea una pesadilla demasiado sentida. Que tiene esquizofrenia, lo que sea menos esto. Jiyong lo tumba y se deshace de su cinturón—M-me duele, por favor no, me duele... ME DUELE. —solloza para...

Para nada.

~ * * * ~

Contó exactamente doce días de la misma rutina sin ninguna excepción en sus acontecimientos. Despertarlo de un baldazo de agua; "Bañarse"; decirle que no se atreva a morder y pare de gritar... inútil, acaba haciéndolo sin importar que sepa que va a doler. Llora, grita, llora; a rogado por ayuda a todos y cada uno de los que han venido y nada.

Ni siquiera hablan el mismo idioma.

Hubo un cambio en el treceavo día y es que durante el "baño" Seunghyun y Daesung se le acercaron; el segundo lleva una pequeña bolsa con pequeñas pastillas blancas. Quedó claro a los pocos segundos de que se trata de la Ketamina que tanto hablan. Cerró con la boca con fuerza al instante; negado a volver al estado de sopor. La cosa es que no importa lo que él quiera.

—Abre y traga. Has aprendido perfectamente cómo hacerlo. —indica Daesung morboso. Seunghyun tapa la nariz de Jimin y al querer respirar por la boca le meten la pastilla casi a la garganta. La traga.

—Abre... Buen niño—Palmea la cabeza—. Estará sonriendo en una media hora tal vez. Enhorabuena ¿No es así? —Sonríe cínico. Jimin se encoge moqueando.

—Oye... Ya encontré ropa te la voy a traer en la noche ¿Sí? Espérame. —susurra y con un beso en la mejilla Jiyong se va y queda solo en el sótano.

Mira una de las pequeñas ventanas. No piensa permitir que lo usen de prostituta por más tiempo. Si queda "inconsciente" no va a parar jamás. Saldrá a como dé lugar. Una sola vez hizo esto y recibió tantos regaños que se olvidó por completo del asunto. Lleva rápido su mano a su boca, la mete hasta la garganta. Espasmos y horcajadas, finalmente el vómito. Dobla el cuerpo hasta sacar lo poco de su estómago. Ve la pastilla y con prisa lo cubrió con la tierra del suelo.

Muy bien... Ahora a esperar que salga bien.

Destroyed || KookMinWhere stories live. Discover now