11. A duobus ex gradibus altitudinis

683 117 2
                                    

"Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura."
Deuteronomio 32:35

11. A duobus ex gradibus altitudinis – A un par de pasos de la horca

Tiene la impresión de que escaparse de Jungkook va a costar más ahora. Si está libre de trabajo y lo único que hará es estar en casa no tiene como ir a ver a Jiyong y trazar de manera más cuidadosa su plan de acción para la noche.

Aún está enfermo. La fiebre volvió, consecuencia su mal actuar de salir por la noche y andar sin abrigo. Al menos tiene un responsable y dedicado enfermero atrás de sus resfriadas faldas. No está acostumbrado al clima siempre y perpetuamente frío; claro, en Corea nieva, pero en Corea no sale a hacer prácticamente nada cuando está así. Apenas dos veces a jugar con Taehyung.

O tomar un café, no ir saltando por calles y alcantarillas pensando en matar gente que no merece vivir.

Hoy no está tan mal como para dormir todo el día, pero si lo suficiente para necesitar estar tumbado en el sofá o la cama. No resulta molesto ya que Jungkook se mantiene con él hablando. No lo ve la mayor parte del tiempo sea por pena o por estar concentrado en su cuaderno de dibujo.

—Eres muy talentoso. Cantas, bailas, eres profesor, dibujas, tienes más músculos que nadie que conozca y aguantas este clima... Jungkookie es genial. —ronronea con la cara roja y una manta gruesa encima para abrigarlo. Jungkook ríe penoso por el cumplido.

—En el colegio con mi grupo de amigos, que eran mayores que yo, me decían Golden Maknae. Incluso Suga lo hizo en algún tiempo.

—Tú también le dices Suga. Que extraño, tenía la ligera impresión de que no le gustaba que lo llamaran así. —opina y toma mejor lugar. Jungkook deja de dibujar, saca los labios, pensativo.

—Es que ya no es Suga; al menos no lo que has visto. Ese es Yoongi al cien por ciento, desde que despierta con flojera hasta que se duerme listo para acumular más flojera—Jimin lo ve con notable confusión—. Suga es... Vamos, rapero; genial; adorador del dinero, un talento impresionante para sorprender a quienes lo escucharan y un amor colosal por la música. Quería ser productor musical mínimamente, pero... de repente se hizo padre.

—Me dijo que lo hizo por su familia.

—Es cierto, la contradicción es que no pensaba hacer caso a la necedad de su familia. Por eso no encontré jamás un sentido a lo que hizo. Ni siquiera es feliz haciéndolo, simplemente lo hace porque ya está acostumbrado. —refunfuña Jungkook, molesto por el tema.

—Quizá tuvo miedo de quedarse solo.

— ¿Y yo qué? No hubiera estado solo, yo pude haberlo apoyado. Es como si no confiara en mí.

Jimin se levanta y se acerca hasta abrazarlo. Jungkook se toma la libertad de recostar la cabeza del pecho de Jimin. Puede escuchar su corazón acelerado y cierra los ojos, complacido por la sensación que transmiten sus caricias tan simples y cariñosas. Jimin suspira por el aumento de cercanía proporcionado por Jungkook.

—Es normal estar asustado de algo así. Quizá solo necesita más tiempo para darse cuenta de que es lo que de verdad lo hará feliz. Nadie aguanta toda una vida en un trabajo que no lo llena como persona. Te lo aseguro, en algún momento tendrás a "Suga". —Jungkook sonríe arrugando un poco la nariz, da un par de palmadas al brazo de Jimin.

—Es decir, en el algún momento podré verte como un mochi feliz ¿No?

Jimin lo mira sorprendido. Una vez separados se lleva las manos a las mejillas y ríe penoso— ¿Insinúas que no soy un lindo mochi en este momento? Namjoon-hyung me ha dicho que soy un Ángel. —Jungkook le da un golpe en la pierna y gira la cabeza riendo avergonzado.

Jimin se ríe tan fuerte que Jungkook acaba por verlo caer de regreso al sofá haciendo un sonido que lo hace pensar en una ardilla. Cuando se calma Jimin queda con el mismo gesto en el rostro viéndolo de lado.

—Insinúo que quería un mochi de fresa.

—Oh, golpe bajo al color de pelo.

—No digo que no me guste este tono. —Apresura a decir.

—Sé que soy encantador con cualquier color—ríe divertido del nerviosismo repentino de Jungkook. Tomó el cuaderno de dibujo—. Deberías dedicarle más tiempo a esto que a ser instructor. O bueno, volver a ser tatuador. Te iría muy bien.

—Posiblemente... Hablando de eso, quitemos el plástico. Con el frío tu piel casi no suda y la tinta queda mejor fijada.

Con cuidado desenvuelve las manos y brazos de Jimin hasta dejarlos totalmente descubiertos con los tatuajes resaltando su piel pálida por nacionalidad. Acaricia un poco los trazos que el mismo hizo al tiempo que siente los temblores en Jimin. Antes de apartar las manos para no ponerlo nervioso, Jimin lo imita, tocando y delineando los trazos en la piel de Jungkook, viendo fijamente los tatuajes.

—Es muy distinto... te sientes tan tierno. Ni siquiera podía sentir algún cariño antes. —murmura a sí mismo y no a Jungkook, un pensamiento en voz alta. Jungkook se deja hacer.

— ¿Vas a dejar de compararme en algún momento? —pregunta Jungkook tras golpear su lengua con el interior de su mejilla. Jimin fuerza una sonrisa para luego dejarlo tranquilo.

—Posiblemente sí, pero no aseguro nada. —Saca la lengua antes de recostarse y darle la espalda. Jungkook suspira frustrado. Se toma la libertad de darle un beso en la nuca y luego correr al baño antes de que Jimin pueda replicar.

Pasa con rapidez el tiempo. Jungkook con ayuda de Jimin se pinta el cabello de un color fucsia o algo así. No se parece en nada al tono que se supone que debía quedar, lo importante es que le sienta bien y con eso

Jimin se encuentra inmovilizado ese día. Literalmente no pudo salir porque Jungkook cae medio muerto entrada la noche y Yoongi aparece de repente en la casa, viéndolo con demasiada sorpresa como para ser saludable para nadie.

— ¿Cómo estás de la enfermedad?

—Hoy estuve mejor, aunque tampoco he salido como para sentirme peor. —responde quedo, comiendo muy apenas lo que preparó Yoongi, Jungkook va a acabar metiendo la cara en el plato.

—Hoy pasó algo extraño...—Comienza a decir con esa voz típicamente baja suya—. Un hombre que siempre va no asistió. En ninguna de las misas. Nunca en todo el tiempo que tengo ahí ha hecho eso. Es curioso ¿no?

—Bastante ¿Cómo se llama? —pregunta Jungkook de modo casual. Yoongi tarda en responder, analiza cada movimiento que hace Jimin.

—Valko. —Jimin suelta el tenedor de golpe y mete las manos entre sus piernas para luego bajar la cabeza. Jungkook espabila por el sonido del metal contra el plato de cerámica. Jimin permaneció cabizbajo unos cuantos segundos más.

— ¿Y es malo que no aparezca...?

—No lo sé, que sientes tú.

—Que puede perderse y meterse... Nada. —Se corrige antes de tomar de nuevo el tenedor.

— ¿Te alegra? Puede que algo grave le haya pasado—Toma asiento frente al peligris. Jimin da un sorbo tímido a su bebida—. Tiene esposa, tres hijos si no me equivoco, también era uno de los principales sustentos de su familia...

—Y un violador imbécil que no aceptaría jamás que es un gay a escondidas...—Murmura entre dientes sin ninguna clase de remordimiento al respecto—. Padre, no me inte-

—Yoongi,te dije que me llamaras Yoongi si estamos fuera de la iglesia o no tengo la sotana.—Corrige por millonésima vez, Jungkook golpea su lengua contra el interior desu mejilla.

Destroyed || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora