8.2 Propio

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Verlo y escuchar lo que dice -aun sin entender del todo-, lo deja con una vergüenza ajena tremenda. A su misma vez, le provoca mucha rabia ¿Cómo gente de esta clase de calaña...? Olvídenlo, son tan miserables y poco hombres que deben pagar a alguien para que les dé un prostituto; tenerlo drogado y conformarse con eso. Seguramente no tienen más opción. Ya no sabe si debe auto compadecerse o compadecerse de todos esos imbéciles.

Pa-té-ti-co...

Aguarda un par de segundos más y cuando el hombre apunta para dispararle en la pierna -habiéndolo "hallado"-, Jimin lo golpea con la roca en la cabeza. Es tan contundente que suelta el arma y cae al suelo sobándose el golpe sangrante. Tira la roca a un lado y se acuclilla frente al hombre. La contusión no lo deja reaccionar apropiadamente.

Lo golpea con un lado de saliente filosa, puede ver parte del cráneo hundida. Alza una ceja y una sonrisa cínica se marca en sus bonitos labios rosas. Se relame y hace su cabello atrás.

— ¿Presa? Las serpientes también devoran halcones—Le hace un gesto de silencio—. Será nuestro secreto que sigo vivo ¿Vale? Haz igual que Daesung y llévatelo a la tumba.

A fuerza lo levanta y lo hacer clavar el ojo en la rama, sus gritos lo molestan por lo que finalmente lo empuja al barranco que debe tener al menos cinco metros de altura. Por la manera en que lo puso posiblemente caiga de cara y con la cantidad imbécil de plantas ahí quedaría explicada su muerte.

Más o menos.

Arranca la rama desde el principio y la tira al barranco junto a la roca con sangre. Guarda el arma entre su pantalón y sacude la poca nieve en su ropa. Fue fácil, demasiado. Al menos sirvió para bajar la frustración. La satisfacción por esto que acaba de hacer es tan grande que por un instante se siente mal. Un instante tan efímero.

Mira sus manos tatuadas. Quizá ha sido una serpiente desde siempre, pero como todo animal tiene sus predadores... Halcones lo devoraron hasta dejar nada. El verdadero asunto, puede tratarse de una hidra. Una nueva cabeza, una más desinhibida fue la que surgió de ese cuerpo desmejorado y ahora se las piensa apañar como sea hasta asfixiar hasta el último de los halcones que la asesinaron.

Sí, una serpiente. Realmente es eso, solo en Corea fue un bello ciervo. Una total e inocente presa.

— ¿Qué creerán de mi siendo así? —Se dice pensativo. Sigue el camino por el que vino. Sus huellas están aún muy marcadas. Empieza una nevada tan suave que apenas se siente.

Llega a la academia de retorno. En total sigilo entra a la oficina de Aksel -el hombre que acaba de matar sin remordimiento -, y toma las llaves de todo. Con un mapa muy básico encontrado en la computadora pudo hallar los armarios de limpieza. Examina todo lo que hay y mezcla de varios en un solo envase.

Son químicos muy fuertes y considerando que tiene una idea bastante global de lo que quiere es lo que necesita. Con discreción lleva el envase de seis litros al auto y lo guarda de tal manera que Jungkook no se dará cuenta ni por accidente de que está ahí. Vuelve corriendo a la oficina, deja las llaves; deja el arma tras limpiarla y sale del sitio.

Retoca el maquillaje para que Jungkook no crea que estuvo haciendo otra cosa que bailar o estar tirado en el suelo descansando. Al verse en el enorme espejo continuo de la sala pensaba y pensaba. Detuvo todo movimiento solo viéndose ¿Por qué demostrarles lo mucho que lo afectaron?

Se rehúsa a mostrar piel, a dejarse tocar, a todo, por culpa de ellos ¿No es darles la satisfacción de que mataron absolutamente todo de él? Claro, está "muerto", pero ¿Por qué? No puede pretender dejar todo atrás si sigue alargando eso. Sí tan determinado está a demostrar que es capaz de cobrarse todo lo que hicieron.

Debe demostrar que es el mismo niño de Busan quién lo hace. Frágil, bajito, con cara de "mochi"; el que es "bebé" entre sus amigos; inseguro de sus talentos. Hacerlos sentir tan humillados por rendir cuentas a una persona así, todo lo contrario a ellos. Así realmente sería una Dulce venganza e incluso escupir sobre sus tumbas si tiene el chance de hacerlo.

No es el mismo nivel que ellos, es el suyo propio. Dónde pequeño y débil puede con cinco hombres y hasta más.

Jungkook lo va a buscar para ir al almorzar. Van a un pequeño local de hamburguesa con algunos otros amigos de trabajo de Jungkook. Sentado lado a lado y el mayor viéndolo sin parar no llega a sentirse realmente incómodo. Sigue en su propia nebulosa considerando de forma distinta lo que piensa hacer.

— ¿Te pasó algo? Si te agobiaron...—Empieza a decir con toda la intención de ir a buscar una mesa en la que no tenga a esta gente encima molestando. Jimin lo mira y luego se rasca el cuello.

—No. No fue eso... Solo... —suspira y recuesta la cabeza en el hombro de Jungkook—. Nada. No pasa nada.

Lo ve con sorpresa y aturdimiento. Ve al frente con su cara de estar en la luna y seguido sonríe dando palmaditas a sus muslos con la alegría que irradia se su ser. Jimin es quien inició este contacto. Es tonto, mínimo y todo lo que quieran, pero lo hace más feliz que muchas otras cosas en el mundo. Sin mencionar que lo llena de calma. Esto lo diferencia de Yoongi: Jimin sabe que es una buena persona y que, aun si cuesta y aun si tarda... Puede ir a él.

El día pasó tranquilo. Al momento de salir por la tarde casi noche alguien pregunta por el Aksel -al menos eso tradujo Jungkook-, se hace el desentendido del asunto. Todos achacan a que algo va mal con él debido a que no carga su pistola y siempre lo hace.

Ojalá se hubiera volado los huevos. Piensacon un ligero chasquido de lengua del que nadie se percata. El tiempo de cenary volver a casa pasa pronto y a las nueve en punto ya están de regreso. Jimin tienepensado salir a las diez treinta; le da chance suficiente de descansar pocoantes de lanzarse de lleno. Quiere dormir unos quince minutos como mínimo. Sesiente cansado.

Destroyed || KookMinWhere stories live. Discover now