12.3 Finales

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—Ya está la cena. —avisa Jimin con voz amortiguada. Jungkook deja el celular en el sofá y llega de un salto a la cocina, se relame los labios de ver los ravioles con una simple salsa de tomates. Comer apresurado a diferencia de Jimin que saborea de a poco cada bocado.

—Tus amigos llamaron—informa sin dejar de ver su comida—. Van abordar el vuelo de las doce de la noche allá en corea... el... ¿Qué día sería? En teoría no es mañana.

—Tranquilo, entiendo a lo que te refieres—Su cara de shock se le hace tan cómica, su cerebro parece dejar de funcionar -o funciona en exceso-, y le da esa apariencia de estar perdido en la luna necesitando ayuda para volver a tocar tierra—. Eso es bueno. Seguiríamos con el plan de irnos temprano a la embajada ¿Cierto?

—Si. Quién sabe, quizá Yoongi quiera acompañarnos—Sonríe—. Despedirnos todos.

—Sería genial, me encantaría. Ojalá quiera... y pueda. —suspira con desilusión. Seguramente diría que no por tener algún compromiso con la iglesia. Mira por la venta, el cielo está muy nublado esta noche.

—Los tatuajes ¿Quisieras más? Puedo hacerte los que quieras, aprovecha que lo haré gratis. —Ofrece Jungkook, pícaro, Jimin apoya el codo en la mesa y soba su cuello en gesto nervioso.

—No quisiera por ahora, al menos no visible... o que me puedan regañar por ellos. Ya será suficientemente malo llegar con estos. Quién sabe, quizá me despidan de la disquera por esto. Se supone que debo pedir permiso para cambios, operaciones. Todo.

—Ouh... si es en la nalga nadie lo sabría.

—Mis nalgas se quedan como están. Gracias. —responde igual de avergonzado que Jungkook aunque tiene una risa malvada, quizá más tarde se retorcerá de vergüenza por lo atrevido que ha sido.

—Es en serio lo de que no se supone que pueda hacerme cambios bruscos sin permiso.

—Lo supuse, pero bien, siempre puedes decir que tuviste una demencia temporal y quisiste hacértelos. Dar mayores explicaciones no es siempre obligatorio. —dice Jungkook, Jimin hace una mueca.

Qué lindo, llegar solo para quedarse sin trabajo, más que genial.

Queda pensativo. Si todos van a salir de Corea por la madrugada llegarán a la embajada por la tarde, quizás la cuatro o cinco. Es un buen tiempo. Sin embargo, debe apresurarse si no quiere dejar el asunto pendiente y vagando por ahí. Mañana debe ponerse espabilar. Sea de noche, de día, a la hora que sea.

Primero y principal, debe asegurarse de tener le cebo para atrapar al pez mayor y gordo. El cebo obviamente lo tiene fríamente calculado. Tan al punto que sonríe satisfecho por eso y Jungkook se percata de aquella reacción sin ton ni son. Toma de su té helado cual niño pequeño usando pajilla y considera en cómo mantener a Jimin ocupado todo el día de mañana.

Quizá así no haga nada. No debe interrogarlo, ni siquiera saber. Asegurarse de que no haga nada más. Ojos que no ven, corazón que no siente; si no es sabido por nadie, ni siquiera por él, que es realmente un asesino o alguien vengativo. Nadie se va a enterar y nada habrá que temer.

Debe admitir que el mal servicio de seguridad policiaca es toda una ventaja para que se lleve a cabo esto. No lo sorprende que Jimin no lograra nada yendo a la policía con Yoongi. Duermen juntos esa noche, Jimin ni siquiera se mueve bajo el cuerpo de Jungkook, quién se aprovecha para usarlo como almohada de tamaño completo. Esta vez sí tienen ropa.

Jungkook se las ingenia para despertar antes que Jimin y mantenerle un ojo encima. Por precaución. Jimin se siente acosado empezando por la mañana y eso no es una buena señal. Debe salir, pero se supone que no lo hace y no puede. Debe ingeniárselas para evadir a Jungkook y debe ser ya o no va a poder hacer nada.

— ¿No estás un poco cerca hoy? —pregunta asustado, Jungkook tiene los ojos muy abiertos, siente que puede penetrar su alma incluso. Lo bueno de su situación, es que sin una culpa no hay nerviosismo por nada.

De hecho, hablaría con total y detallada libertad del tema de no ser porque seguramente Jungkook pensaría en acusarlo o se asustara a niveles estratosféricos. Quién no lo haga es porque tiene un tornillo tan suelto como él.

—Para nada. —responde Jungkook de inmediato y sin variar aquella espeluznante expresión de ojos saltones y sonrisa ligera como de psicópata.

—Yo creo que sí. —ríe Jimin nervioso, en serio, a Jungkook se le van a salir los ojos por el camino en que va.

—No. No lo suficiente. Podríamos intentar algo hoy también. —ofrece, Jimin niega pronto con la cabeza, miró el reloj. Son las doce de la tarde y YA debe empezar. Lo siente mucho por Jungkook.

Echa un par de los somníferos que tiene el hombre en su botiquín. No tiene tiempo para enterarse si sufre de insomnio o las compró precisamente por él. Echa el polvo de dentro de las píldoras en el té frío y se lo entrega. Jungkook no se da cuenta de nada a pesar de estar con esa exagerada mirada de halcón.

¿O si lo vio y está probándolo de alguna manera? Quién sabe, está oficialmente asustado.

Al momento en que hace efecto Jungkook se ve adormilado. Canta y lo conduce a la sala y para recostarlo en el mueble. Una vez está más dormido que despierta va a la habitación y sale por la ventana. Quizá así pensaría que está ahí metido y no que se está escapando.

Corre apurado por la alcantarilla, apenas fijándose en que Jiyong tiene ligeros espasmos. Ya no va a durar mucho, no a juzgar por la escarcha que luce en sus muslos y la infección creciente en las heridas que le hizo en todos lados. Posiblemente está inconsciente. Que importa de momento.

Llega pronto a su objetivo. Sale de la alcantarilla y sin problema entra a la casa que vio una sola vez propiamente. Da toques a la puerta, si escucha pasos saldrá. No vino nadie. Cierra la puerta a sus espaldas -que confiados, no le pasan llave-, y sube al segundo piso.

Encuentra un tocadiscos, muñecas de porcelana; cuadros de fotos de Jiyong con Chaerin, está besándole en al frente. Otro hombre que tiene cierto parecido con Jiyong y ¿Seunghyun? No entiende que clase de unión hay en todo esto.

Curioso y molesto por sentirlo rebusca. Desordena a propósito. Obvia la vergüenza que le causa estar viendo tanta ropa interior femenina. Halla álbumes. En algunos hay fotos de Chaerin embarazada -luce muy joven-. Es una pena que no tenga fecha, podría esclarecer el asunto. La única que tiene fecha es una donde Jiyong está más joven. Con Chaerin.

Tiene atrás una nota:

Con mamá en Japón.

— ¡¿Mamá?! —chista sin entender de donde uno o lo otro. Sigue viendo fotos y aunque no encontró más de Chaerin, si de Jiyong con Seunghyun y el mismo señor que está en el retrato. Atrás hay con una letra muy torpe -posiblemente de Jiyong, que tendría seis años en la foto-, y dice «Papá y Seung son muy serios.»

Hace una mueca ¿Que debe interpretar con eso? Tras buscar mucho más encuentra un par de cuadernos escolares con los nombres de sus dueños y a si mismo las contrasto con unos documentos que hay por ahí.

Kwon Ji-Yong y (Lee) Kwon Chae Rin

Kwon Seung-Hyun y Kwon Baek-Hyun

—Son... ¿Son familia? —se pregunta sin entender absolutamente nada ¿No que eran pareja? ¡Eso era lo que le habían dicho! ¡¿Se supone que a esta gente le vale tanta mierda el mundo que hacen incesto!? Se rinde definitivamente.


Destroyed || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora