6.3 Agradecido

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—Cuando una- Bueno, cualquier humano, siente repelencia al tacto viene a dos razones. Una fobia desarrollada desde hace largo tiempo o haber sido abusado—explica lento, muy lento—. Así que... podría hacerme una idea de que te ha pasado si no me dejas ni tocarte sobre la ropa.

—Me incomoda porque eres un hombre que llevo conociendo una semana. Es todo. —excusa Jimin de inmediato. Obvio que es eso, pero no por ello quiere que se sepa.

Lo hace sentir patético, humillado... feo.

—No lo creo, por tu forma de tratarme ahora, eres alguien muy afectuoso—Señala discretamente el movimiento constante y apretones a su muslo. Jimin se retira rápidamente para volver a ser puesto ahí. Las piernas de Jungkook son muy gruesas y duras—. No tiene nada de malo-

—No quiero hablar de eso. —Corta Jimin al instante alejándose lo suficiente. Jungkook recuesta la cabeza del espaldar para quedárselo viendo. Jimin quedó sentado con las piernas cruzadas y los dedos entrelazados sobre su rodilla.

—Te rompieron el lóbulo también—menciona en un suspiro—. Te hicieron mucho daño ¿Por eso te da pena admitirlo?

—No tengo nada que admitir.

—Soy el que menos para juzgarte, puedes decirlo. —Insiste.

—Ya dije que nada hay que hablar. Me golpearon hasta casi matarme y es todo lo que necesitas saber. —Mentira no es.

— ¿Te da miedo que yo haga lo mismo si te muestras vulnerable? —Interroga Jungkook y Jimin apretó los labios por un instante y se recostó aún más del sofá.

—Que importa, no soy bonito como para que ocurra de nuevo. Ellos ya se encargaron de que no lo sea. Simplemente soy... Un muerto. —Concluye con toque sombrío.

Debido a tener la mirada del otro clavada en su sien voltea a mirarlo y el aliento se le escapa. Jungkook lo mira como si fuese totalmente lo contrario a lo que acaba de decir y le produce placenteros escalofríos. Sensación que al mismo tiempo le da mucho miedo.

El lenguaje corporal de Jimin es muy confuso, por un lado, exhibe un poco más su cuello y se curva al tiempo que hace atrás su cabello; al momento en que se relame suavemente los labios y se muerde el inferior. Por otro lado, su expresión es de pánico. Algo lo asusta al mismo tiempo que lo hace sentir atraído.

Es contradictorio y aún así para Jungkook es suficiente. Le parece inaudito que Jimin se crea feo. Quizá cuando lo recogió apaleado podría considerarse feo por lo obvio. Nadie apaleado hasta ese punto puede verse bien; sin embargo, ya sanado, con cabello decente y demás ¡Físicamente hablando es una hermosura!

Su actitud también es muy dulce quitando los silencios incómodos de no querer abrirse demasiado.

Oh impulsividad divina.

—Te deseo. —Es como sentirse un puberto de nuevo viendo a la chica que le atrae en la secundaria. Es exactamente la misma sensación y exactamente la misma respuesta.

—No seas tonto y no lo digas de nuevo. Por favor. —Jungkook ver un leve rubor en las mejillas pálidas de Jimin. Se ríe removiéndose.

—Te deseo~ Para mi eres muy bello—El pánico aumenta, los labios anchos tiemblan la nariz enrojece. Una señal obvia de lo que viene—. No, eh... Digo... ah...—Su cerebro deja de funcionar al tiempo en que Jimin se levanta del sofá y se iba llorando.

Estuvo realmente en su habitación todo lo que restó de tarde. Encontró los lugares que Jiyong mencionó. Quedan relativamente cerca de la entrada al alcantarillado y de donde dejó a Jiyong. No será problemático llegar afortunadamente. Piensa en sitios donde podrá encontrar soga sin que se note y deba robarla directamente de una tienda. Sería muy pesado para él-

—Saengihl chughahamnida... —Guarda el celular sin mucho apuro. La sábana deshecha ayuda—. Saengihl chughahamnida. Saranghaneun Jimin-ssi

Sale de la habitación y camina hasta el comedor donde hay un pastel de tamaño considerable con varias pequeñas velitas haciendo el contorno. Hay veintiún velas. Se lleva las manos a la cara, avergonzado sin aguantarse la risita contagiada por Jungkook y causada por la vergüenza que le da que canten cumpleaños para él.

— ¿Saliste a...?

—La tenía como sorpresa, pero no creí que haría llorar antes. Lo siento—admite Jungkook. Su plan de ir directo al grano no funcionó. Sin embargo ¡Hay cómo remediarlo! ¡Hay salvación! —. Tu cumpleaños es en el trece de octubre ¿No es así? Ya pasó, pero estoy seguro de que no lo celebraste.

—No, la verdad no.

— ¡Entonces, feliz cumpleaños atrasado! Toma.

Alabados sean los blogs de fanáticas dedicadas. De ahí pudo sacar hasta los detalles más tontos de Jimin -incluyendo que tiene una relación romántica con el suelo-, hasta su cumpleaños, gustos como anillos, aretes, pendientes y etc. Muy útil, pues de otro modo no se le habría ocurrido absolutamente nada para darle.

Jimin luce entre avergonzado y contento. Punto a su favor señores.

Comen el pastel en silencio y Jimin no deja de mirar el pendiente tan bonito que Jungkook compró. Es realmente una pena que cuente con un solo lóbulo para usar. Jungkook lo ve de tanto en tanto, esperando palabras de su parte o un mínimo acercamiento. Como si su límite fue ya rebasado y la timidez vuelve a funcionar en su sistema.

—Gracias. —murmura. Por millonésima vez a la misma persona. Jungkook sonríe por un momento y se atraganta con su pastel para no tener que decir nada. Jimin encuentra el gesto muy tierno.

Recuerda que lo rechazó tan horriblemente ayer, claro, también fue su culpa por acercarse tan de repente. Al momento de llevar los platos al lavaplatos espera a que Jungkook se acercara para tener chance ponerse de puntas y darle un pequeño toque, un supuesto beso con el que solo confirmó de nuevo la teoría de que sus labios rellenos son suaves.

—L-lo siento, yo en serio... en serio no puedo. —gimotea tomando varios pasos de distancia.

Lo asusta sentir un deseo así sea mínimo. Porque estando drogado también lo sintió a pesar de que lo estuvieron violando. La idea de que ocurra de nuevo, aun si lo siente placentero y es porque así lo quiere, lo aterra. Jungkook sonríe y con lentitud le toma de la mano. La suya es bastante grande y hosca en comparación a la de Jimin.

—Está bien. No hay prisa. Solo no me amenaces con un cuchillo de nuevo. —Ríe Jimin aun entre las ganas de querer llorar. Por favor no llores, no es momento.

Esa noche maldecía más de lo que ya hacía. Por culpa de todo esto ni siquiera se siente capaz de aceptar las intenciones flirteras o buenas de otra persona lo cual cae en lo absurdo. Jungkook no es como Jiyong, ni siquiera se acerca. Jungkook no es un loco o tiene algún cable suelto; quizá si es muy lengua suelta, pero poco más.

De hecho, es de alguna manera el tipo de persona que le gusta. Incluso la forma de su boca le gusta.

Puededecirse que obtuvo mucha más motivación ese día y Jungkook celebra con lacompañía de su perro el haber logrado acercarse a Jimin. Una relación muyveloz, pero tampoco es que tuviera todo el tiempo del mundo. Quién sabe quépasaría cuando se fuera de Noruega.

Destroyed || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora