7.2 Primero

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Por culpa del imbécil de Jiyong -del cual no ha sabido nada desde el domingo en la mañana-, tienen que separarse por tiempo prudente y luego salir discretamente del país. No tienen una idea clara de cuanto hizo el niñato estando fuera. Si lo metieron preso por algo ha de ser. Ya que no tuvieron la gentileza de decir que fue Jimin quien lo hizo no tuvo chance de romperle los dientes.

Al menos lo violó tanto como pudo y lo hizo tragar de todo.

Aunque el clima sea una mierda -ahora nieva-, hay mucha gente en los lugares de mala muerte como bares, prostíbulos, etc. Por tanto y ya que perdió a la perra que ocupó por casi medio año debe sacar frustración de alguna manera. En un bar donde emborrachar a alguien es más barato que pagar a una prostituta.

Lleva un buen rato bebiendo con un grupo de "amigos" y dos muchachas incautas que se acercaron. Traían trago tras trago. No podía ver bien a quién lo estaba trayendo. Tampoco le interesa mucho aparte de que le vio una retaguardia de infarto. Los dos últimos tragos le daban un sabor de boca extraño.

Incluso la textura es extraña. Puede que no lavaron bien el vaso y tiene mierdecilla dentro. Que importa. Al cuarto trago el estómago se le revuelve como cosa rara. Sacude la cabeza, ve borroso de repente: Ve a ese mismo camarero alejarse. Con la luz colorida del lugar apenas distingue el cabello gris y corto.

Más preocupado por el dolor de estómago y las repentinas ganas de vomitar se levanta cual bólido directo al baño. Es uno público, en un bar donde hay prostitución y drogas ¿Qué se iba a esperar nada de este? Es maloliente, roto, grafitado. De todo. Que haya agua es un rotundo milagro. Se ahorcajó en el lavabo, pasa agua por su cara.

Suena el seguro de la puerta.

— ¿Qué pasa? ¿Has visto un fantasma? — Sea o no lo que tiene, puede ver por el reflejo del precario espejo como silabea con cuidado. Como los labios tan rellenos que disfrutó morder hasta romperlos enmarcan una sonrisa de índole maliciosa—. ¿Y bien?

—T-tú...—Daesung se termina de doblar al momento de soltar el vómito. Jimin da un par de pasos y le da tal patada que lo tumba y rompe la nariz—. Pe-perra...

—Vaya, eres capaz de hablar... Qué pena, eres más tierno cuando no puedes—menciona cínico, pasando los dedos por la sien del hombre—. Aunque estás tan drogado ¿Tienes idea de que pasa...?

—T-te matamos... puta d-de...—Tiene ganas de vomitar nuevamente.

—Sí. Eso es cierto. Eso quiere decir que esto es un sueño ¿No?

Lo coge de la ropa, hace acopio de toda la fuerza que tiene. Siendo bailarín no es poca, no por nada puede hacer tanta pirueta y sostener a otros. Lo arrastra hasta dejarlo de rodillas y meter la cara de Daesung en el excusado. Aprieta los labios y aguanta la respiración por el olor nauseabundo que hay. Quién sabe cuántas personas han orinado ahí y no jalan la cadena.

Simplemente perfecto

—Esto es—Mete la cabeza de nuevo y tras treinta segundos la saca, Daesung toma tanto aire como puede y suelte un poco de vómito entre el orine que le escurre—. Un maldito...—repite el proceso, Daesung tose y antes de dejarlo culminar lo vuelve a meter. Logrando que tragara el líquido—. Sueño.

Apoya todo su peso para que no se siga removiendo y pueda ganar la pulseada. Aunque drogado, sigue siendo más grande y pesado que él. Cuando siente que falta más, lo arrastra sin esfuerzo al cubículo siguiente. Aprieta con mayor fuerza el cabello de Daesung y le mete la cara en el inodoro con agua casi a desbordar de color marrón y espesa.

—Abre y traga hijo de puta ¿No recuerdas como hacerlo? —Saca la cabeza del hombre en repetidas ocasiones solo para que quedase con la boca abierta. Tan desesperado está que no le importa apoyarse del borde lleno de porquería para intentar evitar esto—. Anda, lo estás haciendo muy bien. —Acaba sentándose en la espalda de Daesung con una sonrisa por la cantidad de burbujas que salen y el movimiento cada vez más torpe.

Unos ¿Dos minutos? Son suficientes para que cualquier movimiento en Daesung cese. Como experto en hacerse el muerto mantuvo la postura por un minuto más; una burbuja enorme brota y revienta. Qué asco... piensa distraído ante la salpicadura a su pantalón ¡Esto ya no tiene salvación! ¡Lo botará o lo quemará!

Teniendo guantes -porque no es imbécil, se hace un estudio decente en este pueblo de mierda y hallarían sus huellas-, no siente tanto resquemor al tocar el cuello lleno de mierda de Daesung. Ya no hay pulso, ya no hay espasmos. Si, ya se murió.

Se levanta y lo deja ahí, si se mueve por cosa de la gravedad es cosa del mundo. Va al lavabo y limpia los guantes aun puestos con lentitud. Acaba de matar a alguien. Los golpes a la puerta cerrada no lo distraen. Sigue con aquel pensamiento en mente:

Acabo de matar a alguien y no me puedo sentir más satisfecho por haberlo hecho.

Se deshace de los guantes, los guarda en una bolsa pequeña y lo mete en su bolsillo trasero. Arregla un poco su cabello, limpia la ligerísima capa de sudor de su cara, se relame los labios y ve a Daesung por última vez.

Are you joking? What am I to you? Am I easy to you? Are you playing with me? You're in danger right now, why are you testing me? —tararea con una sonrisa cínica que se va extendiendo por su rostro—. You're in danger right now...—Se pone tapabocas y abre la puerta del baño. Un hombre corpulento lo ve mal, lo ignora para salir. Queda relativamente cerca.

Una mujer grita y escucho algo que no entiende. Si le toca juzgar por el tono de fastidio, imagina que es algo del estilo: "Asqueroso borracho de mierda.". Con aquella nota tan alta y la conciencia tan limpia que parece irreal se fue de ese sitio con una sonrisa de lo más complacida en el rostro.

—Ya va uno. —canturrea.

Destroyed || KookMinWhere stories live. Discover now