8.3 Sospechoso

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Se le hace extraño que el timbre de la vivienda suene. Según Jungkook, no suele tener ni una visita. Principalmente porque nadie conoce la dirección de su casa. Estuvo tentado a ir a su habitación para esconderse del visitante al que Jungkook abre la puerta. La idea se esfuma al percatarse de quien se trata. Su cerebro sufre sobrecalentamiento por ver a Yoongi ahí. Viste de negro como siempre y serio. Mira a ambos confundido a más no poder.

—Buenas noches. —Saluda Yoongi. Jimin abre los ojos y hace un circulo con la boca. Jungkook no puede disimular la impresión que le causa esa expresión de...

De bebé.

— ¿Ustedes se conocen...? —pregunta tonta, su cerebro no da para más.

—Él es quien nos llevaría a la embajada. —Señala. Jimin sigue con la misma mueca.

—Él es ese amigo amargado del que te hable. —Señala. Ambos parecen un par de niños pequeños. Jimin no aguanta la risa que le provoca esa imagen tan tierna.

No pensó que podría suceder algo así. Está bien que todos en el pueblo se conozcan entre sí, de ahí a que justo las dos únicas personas que parecen saber coreano, vengan de Corea y lo han ayudado sean amigos es- ¡La posibilidad no era tan alta! Ni siquiera sabe cómo estas dos personas se entienden. Entre un desinteresado seco como roca la mayoría del tiempo y una masa de músculos tímida. No encuentra la relación en esto.

—Me alegra que fuese a él quién te encontraras—admite Yoongi aliviado. Jimin acepta regañadientes el contacto. Incómodo, pero no quiere rechazar a Yoongi que se está preocupándose más de la cuenta—. Es inmaduro como solo él teniendo armas a su alcance, aun así puede hacer cosas bien.

— ¿Existe algún momento en el que no me veas como un niño? —Hace pucheros—. Que seas mayor por once meses no quiere decir que sea un niño. Más que todo cuando tu...—La mirada que le dirige Yoongi basta para hacer que se tragara el próximo chiste con respecto a su altura. Es obvio que diría algo al respecto.

—No es que... No me alegre de verte, pero ¿Por qué viniste exactamente? —pregunta Jimin con discreción. No puede esperar toda la noche. Tiene que salir en un rato y necesita descansar.

—Quería saber si realmente estabas bien.

De forma disimulada pregunta cómo se siente, que hace exactamente con Jungkook y cosas del estilo. Jimin responde con naturalidad y nulo nerviosismo; aunque no es capaz de darse cuenta de la intención de Yoongi por encontrar alguna prueba de que está realizando algo no bien visto. Responde como si realmente no hubiera hecho nada a pesar de lo fácil que hubiese sido delatarse sin querer.

A las diez más o menos Jimin bosteza y se excusa con querer dormir. Jungkook le da el pase; lleva todo el día practicando baile así que no lo sorprende que esté a medio morir. Yoongi lo ve entrar a la habitación y una vez la puerta fue cerrada vuelve hacia Jungkook.

—Yo diría que está bien, aburrido y decaído, pero bien. —afirma Jungkook.

—Hay algo muy extraño en él ¿No lo notas? —Interroga, Jungkook niega con la cabeza—. Está demasiado bien. Demasiado... tranquilo. No es algo normal en gente que fue abusada y que no ha tenido ayuda psicológica apropiada—explica perezoso—. Sin contar que ahora es menos repelente. Hay algo que lo está haciendo sentir más seguro; más realizado, como... Un perdón.

—Admito estar muy perdido en este momento.

—Si alguien te golpea, tu primer impulso es devolver el golpe—Busca analogías que Jungkook pueda entender—. Cuando se retrasa, queda reprimido dentro de ti. Lo normal sería no devolver el golpe, aprender a perdonar a quién te lo hizo y dejarlo así. Hay quienes no pueden hacer eso y sienten que en la venganza está ese perdón. Al momento de golpear de regreso se suelta esa energía acumulada, el odio; te trae paz porque esa persona sufre lo mismo que tú.

—Yoongi, hablamos de Jimin. Solo mira su tamaño, las manitos, la cara ¿Qué va a poder hacer alguien como él en venganza? Ni siquiera puede levantar una pesa de veinte o... no...

El momento en el campo de tiro le vino a la mente. Las reacciones exageradas de Jimin ante el ruido del disparo. Jimin es un Idol, sabe cómo actuar y eso hasta el momento no se le ha ocurrido. Quizá no fuese todo, pero hay detalles extraños que pueden bien ser una actuación y así mismo como puntos inconexos.

—En serio, vigílalo. Quiero ser solo paranoico. —admite cogiendo el edredón gigante que usará para dormir. Estaría loco si va ahora mismo a la casa parroquial. A pie queda a una hora y media. Tuvo suerte de que alguien lo trajera.

—Claro. Aun así, no creo que Jimin sea capaz de algo así. —Ríe sin ganas, queriendo creerse a sí mismo aquella ciega impresión.

Sin que ellos supieran, a las diez cuarenta Jimin sale por la ventana y se dirige a la alcantarilla.

. . .

—A-ay no... Maldita... perra...—Jimin se acerca hasta quedar a menos de medio metro de Jiyong—. Ayu... ¡AYUDA! ¡AYUDA! ¡AYU...!

¡AYUDA, AYUDA, AYUDA! —grita cuando está muy cerca de Jiyong, este calla espantado—. ¡AYUDA, POR FAVOR AYUDA, AYUDA! —ladea la cabeza y mantiene la indiferencia—. Grita lo que quieras, no te va a escuchar nadie. Lo intente por más de tres días y ¿Adivina qué? Nadie me ayudó, solo yo mismo y como vemos, no creo que tú puedas solo. —Con un fierro agarrado por en medio da un toque a la herida infectada e hinchada de Jiyong.

Los quejidos de Jiyong lo desconectan momentáneamente, hunde a más no poder el fierro en la hinchazón hasta el punto de que le sacó el líquido verdoso. Tira el fierro y le acaricia la mejilla derecha. La que está sana y sin nada que parezca repugnante.

— ¿Qué se siente exactamente? Tú me provocas tantas pesadillas que no sé si yo logro hacer lo mismo... Todo esto es tu culpa ¿Sabes? —Su voz es un murmullo suave y armonioso—. Me pregunto si eres capaz de sentir como te estoy rebajando a nada por poder lastimarte así. Eres más grande, alto... mi hyung y aun así te voy a matar ¿Te da vergüenza? Dime.

—N-no.

—Lo supuse—ríe amargo—, pero... de ti no importa tanto. Estás enfermo, nada de lo que haga lo cambiará. Como nada cambiará que soy un simple desecho... No bailo tan bien; no canto tan bien; ni siquiera soy bonito y aun así te provocaré a ti y a ellos el mayor sufrimiento de todos. Incluso si no es exactamente igual a lo que yo sufrí, se va a parecer. Con eso estaré feliz.

—Ji-Jimini-

—Te cortare las bolas si te atreves a llamarme así. No hagas escándalo como una zorra—Le mete un trozo de tela en la boca—. Será divertido cuando se dé cuenta de que estoy vivo. Ya sabes, Seunghyun... Tan incompetente que no pudo matarme apropiadamente—ríe inocente. Se deshace de la chaqueta y queda en una camisa muy holgada manga larga. La tela desliza por su hombro—. A alguien que no es bonito y no sirve para nada.

Destroyed || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora