10.3 Dulce

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Aunque obedece, activa la electricidad del bastón en la boca de Valko. Seguro de que hace daño considerable. Cuenta diez segundos antes de parar y alejarse apenas. El hombre está con los ojos bizcos y hace ruidos extraños. Toma el cable metálico que enroscó alrededor de él y clava la punta de manera superficial.

Tras asegurarse de que no se esté ahogando con su sangre camina con calma al pequeño generador y lo enciende. Está unido de manera precaria a un cable que da a dos pinzas. Pone una en la cama y juega con la otra.

—En la antigüedad creían que la electricidad curaba a los enfermos. De hecho, aun se cree... Como el enfermo que eres, probemos si con esto eres capaz de sanar al menos un poco. —Coloca la otra pinza en el cable que rodea a Valko y:

Que puto asco de aroma.

Se tapa la nariz con expresión de desagrado. Valko se quema desde dentro por la electricidad tan fuerte que es absorbida por su cuerpo. Al apagarlo humo sale de la boca de Valko y hay un pequeño "Pop" que lo hace respingar ¿Su cabeza reventó? Bueno, ve piel quemada y desprendiéndose, tampoco sería muy raro, quizá el cuerpo humano no aguanta tanta energía.

Qué triste. Verdaderamente triste.

Se percata de que Valko se orinó más, muchísimo, tanto que está manchado de sangre. Sorprendentemente satisfactorio. Deshace cualquier amarre que lo impida arrastrar a Valko. Bufa molesto por el camino de sangre que queda. Con suerte el techo acabará de caerse o podría echar algo para que no ubicaran fácil el cadáver.

Llega hasta una entrada a la cañería y tira sin interés el cadáver a la corriente de agua sucia. Va a perderse y quién sabe dónde quedará. Lo cierto es que se hinchará tanto que no se darán cuenta de que murió por quemarse y no por ahogarse. Sigue siendo escalofriantemente satisfactorio. No se arrepiente aún.

Posiblemente no lo haga.

Sale de la alcantarilla, ir de regreso a donde es la "escena del crimen" y tirar agua por todo el lugar para limpiar un poco. Disimular el asunto. Deja lo demás como lo encontró. Con abrigo puesto y como si nada hubiera pasado en realidad corre apurado hasta la entrada de la alcantarilla cerca de la casa de Jungkook. Apenas tiene aliento cuando llega.

Recompuesto llega a donde está Jiyong. Tiembla de frío y está tan infectada la zona donde cortó que ladea la cabeza con expresión asqueada. Jiyong lo observa con ojos irritados y agotamiento. Jimin toma una lata y la abre, con un cubierto saca parte del contenido y lo tiende.

—No necesito que te mueras de hambre o frío. No tiene gracia—Jiyong no hace comentarios al respecto, solo abre la boca, mastica y traga—. Es comida del perro de Kookie, él no la come, supongo que al menos a ti te sirve más.

—Po-Por q-que-e ha-haces e-es-to... —pregunta con los labios morados de frío; Jimin tira la lata vacía.

—Porque te amo tanto que te quiero sufriendo. Así de sencillo. —responde de una manera en la que posiblemente Jiyong habría respondido de haberle preguntado. Baja la cabeza y tras una horcajada Jimin se aleja de él, no fuese a vomitarlo.

—Puta zorra...

—Fui una puta. El insulto no duele, no viniendo de ti. Trágate esto también. —Le mete un trozo de tela en la boca y se va de ahí.

~ * * * ~

El cuello le truena por la posición tan incómoda. Cree escuchar la ducha. Duda que esté abierta a las dos de la madrugada. Con pereza y poca coordinación avanza hasta la poca luz en la vivienda. Bosteza y sin pensarlo ni un instante abraza a la persona que tenía determinación por ir a otro lado.

Destroyed || KookMinWhere stories live. Discover now