El pueblo hebreo busca incansablemente a su salvador desde hace siglos. Moisés escapó de Egipto y parece que la libertad para los esclavos jamás llegará, hasta que Miriam parece hallar una salida en el corazón de Ramsés. "Libi Shelekha" es una histo...
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La muerte de Disebek causó gran conmoción en todo Egipto, especialmente en la familia real y los invitados nupciales, quienes no tardaron en enterarse del suceso siniestro pese a que el faraón hizo todo lo posible por mantenerlo en reserva.
La falsa escena del crimen montada por Yunet, dio paso a que Ramsés distara de hacer una investigación profunda al respecto. Pues la teoría con más peso señalaba que la mujer muerta y hallada junto a Disebek era la misma con la que había sido infiel el día del matrimonio. Aun así, para no dejar espacio a la duda, se realizó una recolección de pruebas y testimonios que pudieran esclarecer el deceso. El problema fue que Ramsés cometió el error de dejar la investigación encabezada por Bakenmut, quien se encargó de manipular la evidencia como mejor le convino.
El reporte final, entremezclado con varias hipótesis, permitió construir una historia que se acomodara a la realidad; pero el honor de Disebek siguió quedando por el suelo. La conjetura del caso fue que él había escogido a la bailarina con la intención de acallarla definitivamente, y la chica sólo se defendió.
La reina Tuya hizo presión para que la entrada al mundo de los muertos le fuera negada a Disebek. Convenció al rey de no darle un entierro digno y el deseo se le cumplió; a raíz de todas las intrigas, Ramsés reprimió el aprecio que le tenía al exgeneral y ordenó que su cuerpo fuera abandonado en el desierto, sin una señalización que al menos permitiera reconocer el lugar como una tumba de paso.
En el transcurso de la semana, los escribas transitaron por las calles de Egipto, dándole al pueblo las explicaciones por las cuales el general no tendría un desfile funerario. También dentro del palacio, en medio de una cena y con toda la vergüenza que le podría acarrear, Ramsés tuvo que dar las mismas explicaciones a todos sus invitados.
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En la villa, los problemas no habían hecho más que aumentar por esos días. La riñas entre Aarón y Apuki venían en escala desde que el hijo mayor del hebreo había comenzado a trabajar en las obras, debido a que el oficial reprendía con severidad al chico y Aarón entraba a defenderlo constantemente. Nadab era un adolescente con tendencia a la rebeldía, tal como lo fuera su padre desde muy joven, y por esta razón se había ganado ya dos palizas por parte de Apuki, quien en una de esas llegó a dejarlo tendido en cama durante una semana.
