~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊VEINTIUNO🦊🌸~

El entrenamiento de carrera de rescate terminó "bien" por decirlo así. El pequeño niño que había asustado a Momo le advirtió con acercarse a la pelinegra.

-P-Por favor, n-no me hagas nada, no fue mi intención-susurra, temblando en su lugar, sus inseguridades estaban al máximo-

-Oh niña, no sabes mentir. -sonrie de lado- Duerme tranquila hoy, pero mañana iniciará tu infierno.

Eso fue lo último que escuchó de aquel niño antes de que desapareciera en un pequeño torbellino de humareda amarilla, su tranquilidad jamás volvería si no arreglaba las cosas de algún modo.

Preocupados por su compañera, volvieron a los vestidores, había sido un entrenamiento duro luego de varios días.
Hope despertó sola en la enfermería, el terrible dolor de cabeza se hizo presente apenas se enderezó y sus pies tocaron el suelo. Buscó con la mirada a Recovery Girl pero al no encontrarla decidió irse.

Lentamente y con cuidado fue en dirección a los vestidores. Sus oídos aún le zumbaban, ¿de dónde demonios había salido aquel tan molesto sonido? Debía averiguarlo pronto y golpear a quien fuera el que haya tocado ese inmundo silbato para perros.

- ¡MI PEQUEÑO MINETA SÍ QUE ES UN DELITO AHORA MISMO! -la voz de Mineta es captado por sus sensibles orejas- ¡¡LOS PECHOS DE YAOYOROZU!!, LA FIGURA DE ASHIDO. LOS PANTS FLOTANTES DE HAGAKURE, EL HERMOSO CUERPO BRILLANTE DE URARAKA!! ¡Y NO PUEDES OLVIDAR LA SORPRESA DE ASUI!! ¡¡Y LUEGO, EN LA ENFERMERÍA, UNA INCONSCIENTE, TETONA Y SENSUAL LATINA, HOPE MONTE NEGRO!!

La puerta del vestidor fue abierta abruptamente de una sola patada, exaltando a los hombres y al pequeño pervertido, quien desvió la mirada hacia la entrada, encontrándose con la última chica que mencionó.
A paso firme, con humor de perros -igual que Bakugou-, pasando entre los alumnos para luego agarrar de una pierna al pequeño chico, lanzarlo con fuerza al suelo y pisotearlo unas cuantas veces, para luego pisarle con fuerza al "Pequeño Mineta", haciendo que el pequeño peli-lila suelte un grito bastante fuerte y agudo, casi parecido al de una chica.
No satisfecha con eso, miró a los lados, vio el cinturón aún sin abrochar de uno de sus compañeros. Se acercó a él y tomó el cinturón sin avisar, volviendo pálido al chico.

-Enseguida te lo devuelvo, Kirishima.

El pelirrojo, pálido y sorprendido, es un testigo más de cómo su compañera arremete contra Mineta con unos cuantos cintarazos, uno más fuerte que el otro.
Soltando un suspiro satisfecho, observa al demolido pervertido, se acerca a Kirishima y le extiende el cinturón.

-A ver, ¿quién es el otro pervertido? -Kaminari se le eriza la piel y se pone nervioso- Espero así, tu pequeño delito del tamaño  de una canica, no vuelve a hacerse presente en una buena temporada.

Sacudiendo sus manos, comenzó a caminar hacia la salida del lugar pero a medio camino se detuvo, alertando a los chicos nuevamente. Giró sobre sus talones y empezó a analizar a cada uno de sus amigos. Su mirada se posó sobre Kirishima, Bakugou, Izuku y Kaminari.
Haciendo un chasquido con los dedos, les apunto  y sonrió de lado.

-Dejenme ser sincera, no están nada mal -los chicos se sonrojan- con permiso.

Salió de los vestidores masculinos y escuchó la maldición que iba hacia ella por parte del cenizo.
Cuando iba a abrir la puerta del vestidor femenino, ésta se abrió, mostrando a una intranquila Momo, quien al ver a su compañera, su rostro tomó la coloración de un papel blanco y quedó paralizada.

Sus bicolores ojos la observaron con curiosidad, quiso hablarle pero rápidamente fue empujada a un lado y observó como la chica de coleta se iba corriendo, aparentemente asustada.
Las chicas ya vestidas, primero preguntaron a Hope su estado, dándoles a entender que estaba bien; más tranquilas, fueron detrás de su compañera para preguntar el porqué de su extraño comportamiento.