Tu nombre es Hope, una hermosa chica oriental que fue encontrada por un hombre latino en una caja de cartón, abandonada bajo la lluvia cuando tenías 5 años.
El hombre que te encontró, se volvió tu padre y tú única familia, pues no recordabas que ha...
El festín se llevó a cabo de una muy buena manera. Hope observa a cada uno de sus compañeros mientras come tranquilamente. Ahora que había derribado la última barrera de los Alto Mando, debe ir detrás de ellos.
Observo su plato vacío y se puso de pie antes de irse por un pasillo. Shoto quiso ir detrás de ella pero no se lo permitió, más bien llamó a los líderes de las otras academias y fueron a una sala totalmente diferente. Abriendo las puertas de par en par, los cabecillas de las otras instituciones tomaron asiento, la bicolor se encargó de mirar que nadie los haya seguido y cerró la puerta para después ir a paso elegante hacia el asiento que le pertenece.
-Hace tiempo que no nos reunimos, Hope. El consejo se sentía triste sin tu presencia. -dice la artillera-
- El consejo de las seis academias pueden estar tranquilos-toma asiento y cruza las piernas, apoyando sus brazos por el respaldero del asiento- Debemos hablar.
- Estas en todo tu derecho -dice el corredor, apoyando las piernas sobre la mesa, observandola- Te sienta bien haber vuelto de la muerte, te vez más... sexy.
-No empecemos, Thomas. -dice seria la bicolor y se aclara la garganta- Marcos fue derrotado, El Alto Mando está sin sus barreras principales. -observa a los lideres- Debemos actuar ahora antes de que hagan un movimiento más que podría complicarnos las cosas. -se cruza de brazos y suspira- ¿Que debemos hacer ahora? Atacar?
-Opino que debemos infiltrarnos. -dice una especie de oso humanoide-
-Es muy arriesgado -dice la Titán, observando a los demás- Pueden ser idiotas pero no son nada tontos, podrían descubrirnos enseguida. Debemos entrar y destruirlos.
-Somos héroes, no destructores -dice la artillera- debemos capturarlos y llevarlos a la cárcel. Allí recibirán su castigo.
-Con el portal de Miguel o la habilidad de infiltración de Danny, puede meter a una persona para poder hacerlos poner en alerta. Si se movilizan solo allí sin esperarsela, será perfecto. Los prodigios pueden ayudarnos con retenerlos mientras nos encargamos de esos peces gordos.
-Los prodigios somos débiles si el enemigo ataca en multitud, necesitaremos una primera línea que nos proteja. -dice la chica mientras observa a la bicolor- Diosa mía, ¿qué opina?
La bicolor se había mantenido en silencio, observando a los líderes hablar entre ellos. Cuando la menciona por la joven chica de 13 años, su mirada multicolor brilló levemente en dos tonos fuertes. Se acomodó y generó una esfera fatuo en sus manos, observándola hasta que una leve sonrisa se instala en sus labios y observa a los demás.
-Les daremos un buen susto. -sonrie de lado y desaparece su fuego con un solo chasquido de dedos- El Alto Mando caerá y ni siquiera sabrá que lo golpeó.
Salieron de la sala a comenzar a movilizarse, debían hacerlo lo más pronto posible o sino, no podrían dejar un futuro brillante a las nuevas generaciones o la que ya están. Richard fue informado y rápidamente se puso de pie para acercarse y hablar con la joven. Hablando en susurros, observan a la clase 1-A y al resto de héroes para luego observarse y negar entre los dos. Llegaron en un acuerdo para que el anciano los cuidase mientras ellos no están; el hombre volvió a su lugar mientras que los demás latinos se ponen de pie, disculpándose y van detrás de sus líderes correspondientes. Cosa que llamó mucho la atención de los alumnos de la Yuuei y sus maestros.
Tenían un asalto heróico que hacer.
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En las instalaciones subterráneas de los conocidos como "El Alto Mando de (__Tu país__)", los integrantes de esa mesa redonda se encontraban hablando entre ellos, buscando alguna manera generar más barreras para que los héroes no llegasen a ellos.
Discutiendo en la sala, iluminada solo por fluorescentes por el suelo y posicionados de manera vertical como estacas o velas, dejando la enorme mesa redonda como centro de la sala oscura. Un pequeño temblor hizo que los tubos de fluorescentes se derrumbaran o se hagan trizas con el impacto. Se pusieron de pie y empezaron a llamar a seguridad, pero nadie contesta. El sonido de unos zapatos de tacón se escucha en la sala. Los pasos se van haciendo más y más fuertes antes de que la imagen de la chica que tanto odian aparezca frente a ellos.
-Buenas noches caballeros -dice la bicolor mientras hace un movimiento de brazos justo en el momento en que un enorme portal se genera- venimos a dar nuestras denuncias y quejas. Espero que escuchen a quieres han venido a reclamar -sonrie de lado, deteniéndose-
Detrás de ella, los de kosei psíquico se adentraron al lugar por medio del portal. Los sujetos gordos y algunos calvos, tomaron sus armas y apuntaron a la bicolor, que con solo un movimiento de cabeza, las armas volaron hacia varios lados gracias a los poderes de los prodigios. Al ver que sus armas caen al suelo, trataron de ir hacia la puerta de emergencia pero se toparon con el pequeño niño, jugando con una pelota mientras tararea una canción traviesa. Sus ojos lentamente se abren y sonríe de manera burlona hacia los hombres que al ver los ojos del pequeño, sus pasos se detuvieron de golpe.
-¿A donde, ratas estercoleras? -dice el pequeño Danny, mirándolos fijamente con sus ojos negros y rojos-
-¡¡ Quítate de nuestro camino, asqueroso bastardo!! -dice uno de los hombres-
- Mmh? ¿Por qué debería? -dice burlón y hace rebotar su pelota- después de todo, es divertido estar aquí.
Uno de los hombres se acercó de manera amenazante con intenciones de pegarle una cachetada y hacerlo salir de enfrente a la puerta. Alzó la mano listo para darle la bofetada pero un agarre en su muñeca se hizo presente. Giró lentamente la cabeza y notó enseguida a la bicolor, sujetándole con fuerza.
-A parte de ladrón, un violento. -dice seria, observando al hombre- a Danny nadie lo toca ni se le levanta la mano.
Le hizo torcer el brazo, tomándolo por el hombro y estampandolo por la pared; los corredores ingresaron a la sala y redujeron a los demás gordos del lugar que trataba de escapar de sus garras. La puerta principal del lugar se abrió, dejando ver a los "agentes", prepararon sus armas y empezaron a disparar en dirección a los jóvenes héroes. Los prodigios alzaron una barrera para detener las balas mientras que los de kosei bestial ingresan al lugar por medio al portal. No duraría mucho la barrera si no detienen a esos hombres, quienes disparan sin piedad alguna. Por un momento escucharon un gruñido provenir de un lado de sus posiciones, giraron el rostro y se toparon con varios héroes bestia, gruñiendoles antes de saltar sobre ellos.
-Hora de las palomitas -dice con tranquilidad la artillera quien con su grupo salen del lugar, empezando a recorrer el lugar, dispuestos a destruirlo-
Les pusieron unas esposas especiales y lanzó al sujeto al suelo, pisándole la espalda y haciendo que la punta de su zapato de tacón, lo clavara lentamente.
