~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊TREINTA🦊🌸~

Sintió su cuerpo salir de esa oscuridad, sus ojos se abrieron y se vio en los brazos de Dabi, ¿qué hacia allí?
Con pesadez observo al pelinegro pero luego observó al cenizo ser sostenido del cuello. Trato de moverse, escuchó el grito de su hermano llamarla, deseando que ella se resista.

-¡SORA! PELEA! -grita Shoto tratando de alcanzarla-

-Deku... no vengas. -dice Bakugou y mira al Shoto- Bastardo mitad mitad... yo la cuidaré.

A duras penas pudo posar su mirada sobre su hermano, antes de ser consumidos por la niebla del portal, solo pudo lanzar una de las monedas de oro que se encontraba en su bolsillo.

-Usalo bien...Shoto-susurra y se queja un poco-

La oscuridad volvió a ella, el collar la está asfixiando, debía liberarse de eso pero le es imposible.
Se sentía humillada, la habían detenido, había fallado, su guardia estaba baja por la preocupación y falló en proteger a sus amigos.
Había fallado otra vez, se sentía revivir ese momento en que Eduardo se había sacrificado por ella, sin poder evitarlo, su mente comenzó a tirarla en un vacío inmenso.
Cuando apenas pudo despertar, se encontraba en un lugar frío y oscuro, solo se podía ver que se encuentra en un edificio abandonado. No tiene noción del tiempo, la luna ilumina el lugar, así que es de noche. Su cabeza duele a montones y su cuello aún es apresado por el collar.
Sus brazos están sujetado atrás de su espalda, atados con una cadena de hierro que va al suelo. Se comenzó a mover tratando de liberarse de aquel problema pero algo le llamó la atención a su lado. Sus ojos se fijaron en lo que parecían una especie de piscina, varias en realidad. Con algo de dificultad se acercó para poder observar mejor, casi se deja caer hacia atrás al ver lo que había dentro.
Nomus dentro de aquellos contenedores, se desarrollaban con varios cables conectados a ellos.
La asquerosidad de aquellas criaturas hicieron que su estómago se revolviera, no quería estar allí, no podía, no lo soporta.
La puerta del lugar se abrió, dejando ver al villano líder de aquel grupo que había atacado hace bastante tiempo.

-Veo que...la reina despertó. -sonrie de lado mientras toma asiento en una silla a ruedas-

-¿Que es lo que quieren de mí? ¿¡Donde está Bakugou?! -grita enojada, forcejeando con la cadena-

-Él está bien... aún-sonrie de lado- de hecho, ahora mismo estamos muy lejos de donde se encuentra él. -da un giro en la silla- ese aparato que tienes en el cuello es muy efectivo... si no lo hubiéramos tenido, no te hubiéramos traído aquí, a tu nuevo hogar.

-Responde a mi pregunta, niño. -Tomura se detiene al oírla decir aquello- ¿Que quieren de mí y de Bakugou?

-¿Que no es obvio? Los queremos a ustedes. -se sienta bien frente a ella, dejando que la luna lo iluminase y se viese su rostro- Ustedes serán muy bien aprovechados con nosotros, los apreciaríamos, tienen unos quirks poderosos, con eso podrían dominar el mundo por sobre los héroes. En especial tú... -se levanta y se acerca a ella con las manos en los bolsillos- incluso...por sobre la barrera de vivos y muertos... ¡Seriamos dioses! -ríe en alto mientras se rasca el cuello- pero que digo ... ¡YA TENEMOS UNA DIOSA AQUÍ PRÁCTICAMENTE!! ¿Que dices...? Todos te alabarán, te harán ofrendas a cambio de que no tomes sus vidas. -le interrumpe-

-Jamás. -Tomura la observa y su mirada se oscurece- Jamás me dejaré manipular por tus venenosas palabras. Soy un heroína, lo soy desde hace tiempo, conozco a los de tu clase, malditos enfermos de la cabeza. -forcejea y gruñe con fuerza- ustedes no saben nada! No formaré parte de tu juego, Shigaraki Tomura, no seré un peón más de ti y estoy muy segura que Bakugou estará de acuerdo conmigo.

El sonido de la piel rasgada del chico llegó a los oídos de la chica, haciendo un sonido molesto. Sus mejillas fueron apresadas por cuatro dedos del peliceleste.