~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊CUARENTAITRES🦊🌸~

Sábado.
6:30 de la mañana.

Bakugou y Hope se encuentran entrenando, el cenizo tenía mucha furia cargada que quería de alguna u otra forma desahogarse, así que la latina le había sugerido pelear de manera amistosa, pero a él le había gustado de otra manera.
Por fin tenía su oportunidad de pelear con ella nuevamente, debía derrotarla ese día o nunca estaría a la altura de la chica.
Peleando cuerpo a cuerpo, los árboles que los rodean son los únicos testigos de la danza corporal que ambos dan, enfrentándose.
La sonrisa de emoción nunca se va del rostro de la bicolor, había sentido la adrenalina y ganas de matanza del cenizo, estaba muy pero muy estresado.

La primera explosión se escuchó y ella lo esquivó, tomándolo del brazo y haciéndole una llave de fuerza. Su quejido no se esperó en llegar, había sido rápida contra sus movimientos, debía estudiarla y analizarla, pero es difícil encontrar algún punto ciego en sus movimientos.
Cayó al suelo a bruces y la chica tomó asiento en su espalda, señal de que lo había derrotado por segunda vez en ese día.

-Te ves muy estresado, Katsuki. -le mira con seriedad- o te sientes...que estas muy atrás de todos?.

-Cállate, tú no sabes nada. -gruñe y se remueve tratando de quitársela de encima-

-Conozco ese sentimiento, Katsuki. -el cenizo se detiene y la observa seriamente- Tu tienes tu rival, yo el mío. Mi meta es superar a mi padre, es un hombre extremadamente fuerte, y eso que está por cumplir 63 años de edad. Cada vez que entrenaba con él, caía, ni siquiera podía mantener una buena pelea con él. Me sentía patética. Así que comencé a entrenar sola, una y otra vez hasta el cansancio o hasta que mis huesos y músculos gritaran piedad. No es fácil querer alcanzar a tu rival, debes entrenar y entrenar, no solo tu cuerpo, sino también tu mente -le da un toque en la frente con dos dedos- Date cuenta que estar cegado por el enojo, hace que tus movimientos o acciones se vean afectadas y quedes varado. No te gustaría eso, verdad? Quedarte atrás mientras que los demás avanzan y logran sus objetivos; solo hay que meditar un poco, ver de otra manera las cosas y... superarte a ti mismo. -se levanta y extiende su mano- Pero debe haber una iniciativa en ti.

Sus ojos rojos se posaron en la mano de la chica para después observarla a los ojos. Suspirando y soltando maldiciones, tomó la mano de la chica y fue ayudado por ella a ponerse de pie. Sonriendo con felicidad, la joven volvió a ponerse en posición de ataque, haciendo que también sonriera el oji-rubí, para él, pelear con ella es un sueño que a pesar de que no le guste la cursilería, haría lo que fuera por estar con ella siempre.

Al medio día, ambos dejaron de entrenar y comenzaron a comer algo mientras conversaban civilizadamente, sin insultos ni gritos de por medio.
Pero algo comenzó a captar las orejas de la chica, una especie de zumbido extraño, como si fuera el motor de alguna máquina. Se levanto de su lugar y comenzó a escuchar, mirando a la distancia. Bakugou se levantó y la observó con curiosidad.

-Hope, ¿qué sucede? -le mira con el ceño fruncido y luego mira hacia donde ella observa-

-Escucho algo, pero no puedo saber que es. -mueve sus orejas rápidamente, esperando a saber de donde proviene ese sonido-

Sus dudas fueron respondidas al ver como varios árboles son destruidos a un costado, a metros de su posición, como si buscara hacer camino para pasar. Un gran especie de pico va en dirección a ellos, rápidamente la joven empuja a su compañero y ruedan en el suelo hasta quedar con la joven arriba del cenizo.
A duras penas pudieron darse cuenta de la situación, en especial él, que al tenerla encima de su cuerpo, su mente quedó en blanco.
Ella sin embargo, apenas recuperó la visibilidad, se puso de pie, observó como de entre la humareda, el causante de aquella mínima destrucción se va acercando a peso pesado.

-Katsuki, vete. -toma de la mano al nombrado y lo observa a los ojos- Ve a avisarles a los maestros sobre esto. Rápido.

-Ah?! Estas estúpida?! Claro que no, no lo haré! -se posiciona para pelear-

-No puedes! -le toma de las manos- debes irte, ahora. No tienes permiso de pelear Bakugou. -observa al mecánico enemigo- Ve y avísale a los profesionales que hay problemas, si esa cosa va al Heights Alliance, va haber todo un caos. Se el héroe de muchos, avisando que hay peligro!

El cenizo la observó con asombro, para después retroceder y comenzar a irse pero sus pasos se detuvieron, debía hacer algo o sino luego se arrepentiría ya que no tendría las agallas suficientes.
Giró sobre sus talones, se acercó a ella a paso firme, para después tomarla de la muñeca para hacer que lo observe a los ojos.

-Que quede bien claro, que cuando obtenga mi licencia, seré el mejor de todos. Y tú estarás allí para verlo.

-Katsuki... -sus ojos bicolores lo observan con asombro y luego sonríe- Estoy segura de que podré ser testigo de tu grandeza, "Lord of explosions".

Volviendo a mirar a su enemigo, quiso ir hacia el pero el agarre en su muñeca aún no se iba, lo observó con curiosidad, debía ir ya a detener al monstruo pero aún no era liberada por su compañero.

-Aun no termino, zorra, me falta algo más.

Antes de que pudiera reclamarle, la acerco a él, apegandola a su cuerpo, colocando una de sus manos en la espalda de la chica, con la otra mano, soltandole la muñeca, la posicionó en la nuca de la chica y se acercó a ella.
Sus labios se unieron en un beso, ambos mirándose a los ojos, él con decisión y ella con asombro y algo shockeada. El beso se volvió un poco más fuerte, como si tratara de hacerle entender una cosa.
Separándose, el sonrojo invadió a ambos, más a ella que a él.

-Ahora, ve y pelea, haz de esa cosa una bola de chatarra. -la suelta y comienza a retroceder-

El cenizo se retiró de alli rápidamente, dejando a una latina con las mejillas calientes y no son por su quirk.
Sacudiendo su cabeza y dándose unas palmadas en las mejillas, observó al monstruo y comenzó a idear un plan..., bueno, a intentar idearlo.

-¡¡Estúpido Katsuki!! -grita sonrojada y algo enojada- Hijo de la ...santa madrecita que tiene. -gruñe y sus colas se hacen presentes- ya me las pagarás luego.

El "Emperador", enfocó su robótica mirada sobre ella, notando enseguida de quién se trata.
Su objetivo está frente a él, y debe eliminarlo ahora o nunca.
Ella comienza a correr alrededor del monstruo para tratar de darle un golpe mortal, pero no contaba de que, a pesar de que le de la espalda, él haría girar su torso.
Corrió y corrió, generando una bola de fuego fatuo en su mano derecha, se detuvo, quiso lanzarlo pero el pisotón que dio su enemigo, hizo que escombros y polvo se levantara, golpeándola duramente, desapareciendo entre la neblina.

Sin saber...

Si ella se encuentra bien...