~🌸🦊SETENTAIOCHO🦊🌸~

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Un gran campo se muestra frente a ella. Sentada bajo un árbol de naranja, Hope observa el campo de tulipanes blancos, rojos, amarillos, anaranjados y rosados; balanceándose suavemente al compás de la brisa que baila alrededor.

Hace ya un buen rato que estaba allí, observando el horizonte, escuchando el canto de los pájaros, viendo el revolotear de las mariposas y uno que otro conejo saltar entre las flores.
No recuerda como llegó ni por donde llegó, pero de lo que si estaba segura es que no querría moverse de allí, de ese bello campo de flores.
Cerro los ojos y respiró hondo, aspirando el fresco de aquel ambiente; sus orejas dieron un pequeño espasmo y sonrió con suavidad antes de estirarse.

-Has venido por ? -dice tranquila-

-Depende de cómo tu lo veas-se sienta al lado de ella y observa el horizonte- ¿Crees que tu misión de allá terminó?

-No lo sé-sonrie leve y bosteza mientras se acaricia la cola- ¿Hice lo correcto, Eddie? -observa al chico vestido de blanco-

-Hiciste lo correcto pero... ¿quieres abandonarlos? -le acaricia la mejilla- ¿Dejar a tu padre, familia, amigos, hermano? ¿Pretendiente? -sonrie levemente- ¿quieres dejarlo a él?

Ella lo miró fijamente, sintiendo su corazón apretarle un poco. ¿Dejar a todos? Eso es lo que no le gusta. No le gustaría dejar a ninguno de ellos. En especial a él. Al ojidorado que la había cautivado con el tiempo.
Él fue al último que escuchó, al último que vio... al último que sintió.

-Tus ojos gotean por una razón, Hope -le toma de la mano- No quieres dejar a nadie aún. -le da un beso en el dorso de la mano-

-Yo... pensé que... -le mira y siente sus ojos despedir lágrimas tras lágrimas- N-No estoy lista Eddie.

-Eso quería oír-sonrie leve- Hope... ve a buscarlo, míralo a los ojos y dale el beso más amoroso que puedas darle-sonrie leve y la abraza- Yo te estaré esperando aquí... donde nuestro baile será eterno. No importa cuánto tiempo te espere, aquí estaré, sentado, esperando a que mi diosa venga junto a mí.

Lagrimeando, ambos apoyaron la frente y se miraron fijamente, sonriendo suavemente para luego, con ayuda del contrario ponerse de pie.
Eduardo, se puso detrás de la bicolor, la abrazó por los hombros, y le susurró al oído unas cuantas palabras a ella, antes de que sienta su cuerpo caer a un vacío, viendo como la imagen del oji-canela se va haciendo más y más pequeño.
Estirando las manos, intento con todas sus fuerzas tratar de elevarse pero nada sucedía, nada podía detener su caída, pareciese que la gravedad la llevara hacia lo más profundo de la oscuridad.

Una oscuridad que hace que incluso su cuerpo sea incapaz de ser visto.

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~🌸🦊HOPE🦊🌸~Where stories live. Discover now