~🌸🦊NOVENTAITRES🦊🌸~

1.8K 308 188
                                        

2 años después...

Había pasado bastante tiempo desde que la bicolor se había ido a derrotar a los villanos de su tierra y a las raíces que se esparcieron por el resto del mundo.
En las noticias se veían grabaciones de las peleas por todo el mundo de los latinos contra grandes robots o monstruos controlados por alguien más.

La 1-A, bueno, ahora de tercer año, siempre estuvo al tanto de los movimientos de su compañera, pero un día, simplemente no se supo nada más de ellos.
En los años en que ellos se volvieron mas habilidosos y poderosos, pasaron por muchas cosas, desde ir a una isla a reemplazar a unos héroes esperando a que vengan unos nuevos hasta pelear contra un villano extremadamente poderoso.
Pero para bien, todo volvió a la normalidad y nadie salió herido a excepción de ellos.
Katsuki se había vuelto más tranquilo, aún manteniendo su explosiva personalidad pero, respondía de vez en cuando con normalidad a preguntas o daba sus opiniones hacia alguna u otra cosa.

Pero siempre, sin falta, iba al techo de la academia de la Yuuei y observaba el horizonte, esperando, deseando, pidiendo, que su bella bicolor apareciera y fuera a sus brazos para poder besarla como si fuera la primera vez.
Shoto también se sumaba a él, deseando con todas sus fuerzas volver a ver a su hermana, conservando la pulsera de hilos de ella, cuidándolo como se debe.

Keigo, había sufrido bastante luego de que se hayan separado. Pero no se dejó derrumbar y se propuso el mismo el mejorar y ser cada día un mejor héroe y un mejor hombre, esperando ansioso por el regreso de su amada zorro.
Siempre que la recordaba, se colocaba bien el broche en su chaqueta, luciendo el tesoro de su amada.
Siempre buscaba alguna noticia nueva en la redes sociales, buscaba alguna señal de su bicolor pero solo se encuentran los desastres que quedaron después de la batalla.
Pasaban dos días para que sean alzados grafitis de la bicolor o de sus compañeros por los muros, edificios, autos, carteles o incluso se hacían camisetas.

Los pocos videos que lograba encontrar, se mostraba a una Hope cambiada, portando su típico traje de héroe pero con el cabello negro, más esbelta, con sus atributos mas proporcionados, su cola se había vuelto más larga y esponjosa y sus orejas más grandes e imponentes.
Cada vez que la veía, soltaba un suspiro de enamorado, acariciando con sus dedos aquella brocha que ella le había dejado.

Siempre, cada noche, subía al techo de su hogar, se sentaba al borde y tomaba un vaso de café negro con tres de azúcar, la misma combinación que a ella le gustaba tomar.

¿Y Hope?

Desde que fueron a perseguir a los del alto mando, nunca tuvieron un buen descanso.
Luchaban cada dos días y constantemente estaban en alerta.
Algunas veces sufrían enfermedades o algunos terminaban heridos de gravedad.
Hope se volvió más seria, segura de si misma y sobre todo, había aumentado el nivel de su poder a tal punto de casi tocar la capa de la divinidad.

Fueron de continente a continente, derrotando a varios sujetos hasta por fin llegar hasta la base principal de los villanos políticos.
Las peleas eran grabadas por testigos que quedaban a ver la lucha contra los hombres armados o enemigos poderosos capaces de alcanzar un tamaño gigante.

Cuando tenían tiempo para descansar un poco, Hope se alejaba y se sentaba bajo un árbol con una hoja y un lápiz, escribiendo cartas que algún día entregaría a sus dos amores y a su hermano.
Contándoles todo desde el día uno hasta la actualidad... pero la desgracia llegó un año después de su partida.

Su padre, su adorado padre, Richard, había fallecido en un rescate a civiles a causa de los ataques que recibieron en una interminable balacera.
Richard siguió luchando, cargando con una pequeña niña en brazos, protegiéndola de la mortal lluvia de balas.

Dio su vida en batalla hasta ya no poder más.

Antes de que su vida se vaya, el anciano hombre, tomó la mano de su hija y le pidió unirse al poder de ella y así seguir batallando al lado de su florecilla.
Al principio se negó pero él insistió hasta que ella accedió, le depósito un beso en la frente antes de que el hombre diera su último suspiro y de su pecho, una esfera fatuo salió, desapareciendo al momento de posarse sobre la mano de la chica.

Lloró con fuerza ese día y se aferró al cuerpo inerte de su padre, jurando vengarse y así lo hizo.
Dejo incapacitados de por vida a cada uno de esos hombres que dispararon, rompiéndoles los brazos y piernas, haciendo que gritaran de dolor de una manera desgarradora.
No volvió a ser la misma desde entonces, se volvió solitaria y solo guía a sus compañeros a batallar.

Se había prometido a ella misma a proteger a cada uno de ellos como su padre lo hizo por años.
Se hizo más fuerte, se hizo más firme y sobre todo, más fría.
Pero no faltaba un día en que escribiera las cartas bajo un árbol o bajo el techo de un edificio abandonado donde se quedaban a pasar la noche.
Apenas terminaba de escribir, observaba el cielo nocturno, viendo las estrellas brillar de firma titileantes.
Escuchando a sus compañeros reír o platicar animadamente, se mantiene mirando el cielo, cantando suavemente una bella canción que hacía tiempo había olvidado.

- Cupido me ha flechado... ~ la riqueza me da igual... solo ha de consolarme, mi marino audaz jovial~ - canta suavemente mientras acaricia la pequeña cabeza de Danny dormido a su lado-

Agachando la mirada, observó el mapa mundial que se encontraba marcado y rayado en rojo varias partes, lo miró por varios minutos hasta que rodeó el último lugar que les falta derrotar.
Sonrió con suavidad y dobló el gran papel con el mundo plasmado.

-Danny. -le mueve un poco y se pone de pie- hay que irnos a descansar, mañana es el gran día para terminar nuestra labor.

-Hope... -se estira y bosteza- Estas bien? -le mira y se sienta con las orejas gachas-

-Estoy bien. -le despeina un poco- vamos, a comer algo, a cepillarse los dientes y a la cama.

-Si mamá-dice con un puchero en sus labios-

-Hermana, Danny, soy tu hermana. Así que obedece.

Rodando los ojos, trota hacia el grupo de jóvenes adultos, donde lo recibieron con pequeños gritos y alimento.
Ella se mantuvo parada en su lugar y cargó las tres cartas más en su mochila llena de ellas.
Se la llevó al hombro y se retiró a descansar, pronto volvería a tierras asiáticas, y estaba muy segura de que la fuente de esa villanía, ahora se había trasladado allí, camuflandose como políticos fieles e inocentes para el pueblo.

Ella misma se encargaría de destruir cada parte de esa base y sacar a la luz a los culpables de todo el oscuro presente que pasan los latinos y jóvenes del mundo.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
~🌸🦊HOPE🦊🌸~Where stories live. Discover now