Tu nombre es Hope, una hermosa chica oriental que fue encontrada por un hombre latino en una caja de cartón, abandonada bajo la lluvia cuando tenías 5 años.
El hombre que te encontró, se volvió tu padre y tú única familia, pues no recordabas que ha...
La clase 1-A por fin había salido de aquel bosque. Golpeados, cansados, hambrientos y sobre todo con el corazón en la boca, se hicieron presente frente a sus guías escolares.
-¿¡Donde está esa zorra del demonio?! Maldita!!! ¡¡Muestra tu culo peludo!! -grita enojado con un notable cansancio-
-Bakugou. -Aizawa le hace una señal de silencio- esperen...
Su vista se enfocó en la alumna que aún se encontraba en trance. Sus hitodamas volvían lentamente, rodeando a la chica; Shoto la observó fijamente, no la había visto así de concentrada. Una vez que las aproximadamente 100 hitodamas volvieron, desaparecieron y la chica comenzó a caer con un enorme cansancio. Tres alumnos se movieron en dirección a la chica, Bakugou, Todoroki y Midoriya, los tres trataron de acercarse a ella para sostenerla, estaba a solo unos metros de alcanzarla hasta que vieron como Kirishima se les había adelantado, tomando a la joven en brazos.
-Oe! Hope-chan! -el pelirrojo se arrodilla en el suelo mientras la acuesta con cuidado en el suelo- Hey! Hope!! No te mueras!
-No estoy muerta, idiota -abre sus ojos y observa a su amigo- solo necesito... descansar -cierra los ojos-
Con ayuda de su hermano, se enderezó y se sentó justo en el momento preciso en que Kouta, el niño que acompaña a las Pussycats, le propina un muy fuerte puñetazo en la entrepierna al pobre pecoso. Se tapó la boca pero su carcajada no pudo ser retenida por mucho tiempo, aquello realmente le había hecho el día.
-K-Kouta-kun -ríe con mucha más fuerza mientras se agarra del estomago- ay me duele!! -sigue carcajeandose-
-H-Hope-chan, no te rías de mí -dice lloroso el joven peliverde-
Cuando la joven se tranquilizó, recibieron unas cuantas indicaciones por parte de las heroínas. Los jóvenes gritaron en júbilo al escuchar que había comida esperándolos pero primero debían llevar sus cosas antes de comer. Lida, como buen presidente de clase, les dio el ánimo suficiente para terminar lo más rápido posible. Poniéndose de pie, observó a su cansado hermano, colocó una de sus manos sobre la cabeza de él y le acarició dicha zona.
-Buen trabajo, Shoto -le deposita un beso en la mejilla- ve a comer algo, si?
-Si, Sora -apoya su frente con la de ella- segura que estas bien? Parecías cansada, y eso es muy difícil de ver en ti.
-Lo sé-rie leve- Es solo que, esa técnica de vigilancia que Richard me enseñó... no lo utilizaba hace tiempo, me ha dejado cansada, debo volver a entrenar aquello. Pero tú no te preocupes, yo estoy bien, con solo que duerma unas horas, estaré con energías renovadas.
No muy convencido, asintió y abrazó a su hermana por los hombros para comenzar a caminar dentro de las instalaciones. Habían tenido un día bastante ajetreado y cansador, merecían el premio que estaban por recibir.
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