~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊CIENTOCUATRO🦊🌸~

Los primeros meses (segundo y tercer mes) del embarazo fueron un caos. La bicolor se puso en un modo agresivo, siempre a la defensiva.
Cosa que a ambos esposos le extraña bastante, hasta que en un momento de tranquilidad, ella les explicó que, bueno, sus instintos les decía que se alejase de ellos, pues quería asegurarse de que su hijo o hija crezca lo suficientemente para que ellos pudieran estar cerca. Ya sabrán el alivio que sintieron cuando ella misma se acercó después de dos meses de gruñidos, zarpazos y mordidas o casi mordidas.

Al cuarto mes, los antojos de pastel de fresas/frutillas con crema, de su esposa eran enormes.
Siempre debía haber uno en la nevera, o sino, la verían triste hasta que satisfaga sus ganas de lo dulce. 
Keigo y Katsuki siempre la consentían con aquello, y ellos recibían unos mimos melosos por parte de ella, debían aprovechar que su esposa estaba muy pero muy cariñosa.

En el quito mes, los movimientos empezaron.
Justo un domingo, en que los dos hombres estaban haciendo los quehaceres de la casa, dejando que su esposa haga lo más fácil y sin esfuerzos, el sonido de un plato destruirse fue alerta para ambos, que corriendo se acercaron a la cocina, encontrando a la zorro con una sonrisa acompañada de varias lágrimas en los ojos.
Preocupados se acercaron a ella y la bicolor tomó una mano de cada uno para luego posarlos sobre su vientre, provocando que los dos sintieran las pequeñas patadas del hijo que estaban esperando.
Un brillo de emoción se manifestó en sus ojos y la alegría dominó el rostro de ambos, su pequeño o pequeña se había mostrado al fin.

  El sexto mes, el vientre de la joven había crecido un poco más de lo debido.
Fueron al médico para saber que era lo que estaba sucediendo, pero gracias a un chequeo que la médica encargada en seguir el embarazo de la bicolor, les anunció que son dos niñas que vienen en camino. Habían querido esperar a saber cual era el sexo del bebé cuando naciera, pero ahora las cosas salieron diferentes; eso los emocionó bastante, pues ahora tendrían a dos princesas en su hogar.

En el séptimo mes, sus hermanos la visitan constantemente, pues ella ya no podía ir a verlos.
Danny era el más emocionado, sería tío, y se aseguraría de que las niñas sean traviesas y juguetonas como él. Siempre que iban, se mantenía abrazado el vientre de su hermana, hablándoles sobre el juego de las escondidas, de las traes, el juego del lobo en el bosque y demás juegos que con gusto se los enseñaría a ambas.
Touya venía por la madrugada, asegurándose de que el estado de su hermana y el de sus sobrinas estén bien. Algunas veces casi era pillado por Bakugou , que se levantaba por las madrugadas a tomar un vaso de agua, pero jamás lo hacía, jamás lo veía, pues su hermana aparecía en ese instante, diciéndole que vaya a la cama otra vez.
Cuando ambos hermanos estaban solos, Touya se acercaba a ella y la ayudaba a ir hacia el sofá de la sala, pues el vientre de su hermana comenzaba a pesarle.
También le traía algunos presentes, como ropita para sus sobrinas o juguetes, haciendo que la bicolor muriera de ternura.
Quien diría que él, un temido villano por casi la mitad del país y buscado por todos los héroes, sería el hermano más atento y tierno de todos y el más emocionado cuando sentía a sus sobrinas moverse.

En el octavo mes, las chicas le organizaron un babyshower, dándole uno que otro presente, pasando todo el día junto a la bicolor, que emocionada, comparte con ellas la festividad.
Los hombres por su parte se mantenían en el patio, bebiendo un poco mientras hacen una barbacoa.
Todos molestando a Kirishima, quien pronto se casaría con Esmeralda, la cual se había mudado de país para poder estar junto al pelirojo. Se habían esforzado muchísimo en aprender el idioma del uno y el otro para así poder entenderse correctamente. Y vaya que esos frutos maduraron, pues a los 6 meses de relación tierna, él le propuso matrimonio a la chica latina que había robado su corazón en medio de una pelea por el mundo.

Y jamás se arrepentiría de ello.