~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊CINCUENTAICINCO🦊🌸~

En el día en que inició su entrenamiento y residencia, realizó un patrullaje por la zona junto a Centipeder, el héroe ciempiés. A cualquiera le asustaría trabajar con él pero a ella no, más bien le tiene un enorme respeto y sobre todo admiración, no solo por su forma de pelea o el alcance que tiene, sino en la manera en que ha ganado respeto a pesar de su apariencia y poder.
Caminando con elegancia, el héroe conversa con la chica, buscando conocerla más y saber como sincronizar sus movimientos.
Con un lenguaje adecuado y algo "elegante", la bicolor explica sus poderes y alguno de sus movimientos, haciendo una breve demostración, cosa que puso muy interesado al héroe.

-¿Puedes combinar tus tres habilidades? -sus largas antenas se mueven mientras la observa-

-Si puedo, pero es un movimiento especial de emergencia, por si las cosas se ponen intensas -sonrie de lado, mostrando sus colmillos-

-Las cosas no se pondrán tan intensas si controlamos todo a tiempo.

-Le quitas lo divertido a la vida -susurra levemente-

-Dijiste algo? -le mira fijamente mientras ella niega-

Pronto, sus orejas dieron un pequeño espasmo antes de empezar a moverse parabólicamente, escuchando algo que le había llamado al atención. Cerró los ojos y comenzó a mover su pequeña nariz, olfateando el aire. Captó un grito de auxilio y un disparo al aire, algo estaba pasando a seis calles de su posición.
Miró al héroe y le comentó lo que ha oído y olido, haciendo que el hombre se ponga serio y asienta en dirección a ella, comenzando ellos una carrera en dirección al lugar de los hechos.

Esquivando a los transeúntes, a lo lejos vio a un tumulto de gente, espantada y horrorizada. Un golpe de asalto estaba ocurriendo en una pequeña joyería, la única de la zona.
Se adentró entre las personas a pesar de la negativa de su maestro; pasó al frente y gracias a su aguda visión y buen olfato, supo exactamente donde se encontraba cada uno de ellos.

-Hope, informe -dice el héroe al lado de la chica, observando seriamente hacia la tienda-

-Son tres, fuertemente armados -olfatea- hay dos...no, cuatro rehenes adentro, uno de ellos es el encargado del lugar. Sus armas son de alto calibre -sigue olfateando- y tienen algo más que no llego a entender que es...

-Eso es suficiente-dice el mayor para luego comenzar a caminar-¿sabes como acoplarte a un movimiento?

-Mmneeh, veremos que sale, seré la carnada y te abriré camino -se sacude un poco y su cola se esponja-  veamos que sale, no quiero que los rehenes salgan heridos... -piensa y recuerda algo-Tal vez...funcione.

-¿Que cosa? -el sujeto se gira a mirarla-

-Ya verás-sonrie y se trona los huesos-

Salió al frente de toda aquella multitud, llamado la atención de ladrones, quienes con solo verla, apuntaron sus armas sobre su persona. Ella ni se inmutó, más bien dio dos pasos más y se llevó las manos a la cintura, observándolos mientras que su cola se mueve de un lado a otro.
El "líder" de aquel trío de ladrones, baja lentamente su arma mientras una sonrisa enferma se instala en sus labios.

-Pero miren nada más lo que tenemos aquí... una preciosura de mujer -rie leve y se acerca a ella lentamente- que quieres lindura? Quieres hacerte la heroína y ofrecerte como rehén? Porque con gusto lo haría.

-Suena divertido -dice sarcástica- pero no, vine ...a darles el beso del descanso -sonrie inocente, ocultando sus verdaderas intenciones-

Llevándose dos dedos a los labios, cerró los ojos y los apartó de su boca como si diera un beso al aire, pero con la diferencia que una Hitodama se hace presente para después multiplicarse y rodear al sujeto. Por un momento el hombre observó con el ceño hasta que sintió su cuerpo pesarle y un sueño tremendo le comenzó a dominar.
Rápidamente, Centipeder, al ver la abertura que la chica le hizo, alargó sus manos y apresó rápidamente a los dos secuaces del líder. Los rehenes salieron del lugar rápidamente, siendo recibidos por familiares o amigos que se habían enterado por medio de algún chismoso o amigo.
Aún con los ladrones sujetos, el héroe se acercó a ella y le dio un pequeño empujón con el hombro, haciendo que ella lo mirara con curiosidad.

-Buen trabajo para ser la primera vez -cierra los ojos el sujeto-

-Gracias, Centipeder -sonrie contenta y observa a un lado- los policías llegaron. Ellos se encargarán-sonrie y genera dos "besos" de descanso para los dos secuaces que aún siguen despiertos- Duerman tranquilos, cuando despierten estarán en un lugar que les tratara como trataron a los rehenes.

Como objetos para sacar provecho.

En un lugar subterráneo, un hombre bastante joven, cabello castaño, ojos dorados y poseedor de dos guantes junto a una máscara parecida a los de la peste negra, observa a un sujeto sentado frente a él.

-Primero el rarito irrespetuoso!! -dice alguien pequeño vestido completamente de negro y con la mascara de la peste negra-

-Calla...Irinaka, yo lo mandé llamar -dice su jefe y luego observa al sujeto- dices...que puedes controlar a esa niña? No quiero que interfiera con mis planes ni con los de mis socios. Deshazte de ella, no la quiero metiendo su nariz donde no debe.

-No se preocupe, Overhaul... nadie escapa de mis tambores -sonrie y toca levemente dos tambores sobre la mesa- Ningún animal me desobedece, con solo tocar mis tambores, ella caerá rendida ante mi poder. Así que déjenme esto en mis manos, la traeré domada como un buen cachorrito. -sonrie de lado-

-Esta bien..., hazlo y tendrás de la droga que estamos produciendo para eliminar a tus estorbos -mira como el sujeto de levanta- Otra cosa más... si la traes aquí, más te vale que tenga bozal, no quiero...mordeduras, Sr.EvilZoo.

El sujeto nombrado por el yakuza sonríe de lado antes de salir de allí. Tendría una muy buena paga y sobre todo tendrá una droga que le ayudaría bastante en sus fechorías.
Solo debe estudiar al depredador para volverlo la presa.

Y la presa que tiene como objetivo, es muy difícil de hacerle bajar la guardia o atacarla en algún punto ciego. Pero él no necesita pelear cuerpo a cuerpo o con alguien para vencer. Para domarla sus tambores son más que suficientes para controlarla o mantenerla en un estado de trance.

-Ya verás niña, puedes ser humana pero posees a un animal hermoso en tu interior, será hermoso liberarlo y domarlo. Me pagarían el doble por un especie exótica como tu.

Riendo como enfermo, abandona el lugar para poner en marcha su plan contra la joven heroína.

El Rey malévolo de las bestias, desea capturar a la Reina, pero poseedora de un grupo de héroes poderosos a su disposición; un espécimen que con gusto capturará.