~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊SETENTAICINCO🦊🌸~

Vieron destrozos y algunos que otros cables sueltos. Sus compañeros tanto latinos como japoneses, habían pasado por allí escapando de quien sabe qué.
Llegaron a un gran agujero en el techo que los lleva a la superficie, ambos se miraron y comenzaron a elevarse para salir de allí.

Apenas su vista se enfocó al salir, vieron los destrozos que había sucedido, por un lado estaban todos los héroes de ambas razas, respirando agitadamente.
No dudó ni por un segundo ir hacia aquel grupo y aterrizar, comenzando a correr hacia cierto bicolor que al verla, también comenzó a ir hacia ella y abrazarse entre ellos.
Su abrazo se volvió más fuerte mientras pequeñas lágrimas se hacen presentes en los ojos de ambos hermanos.
Se separó lentamente de Shoto y observó a sus dos padres.
Richard fue el primero en acercarse y abrazarla de manera en que le expresa lo mucho que la había extrañado en todo ese tiempo; ambos cayeron de rodillas al suelo mientras con Richard agradeciendo que ella se encontraba bien.
Mientras abraza al anciano, abrió sus ojos y miró a Endeavor; no lo pudo soportar y extendió su mano hacia él. Enji se emocionó un poco, lagrimeo levemente y se acercó a ella para tomarle de la mano pero no contaba que sería estirado para que caiga al suelo y sea abrazado por ella.

-Los quiero... a los dos -susurra con cariño hacia los adultos-

Antes de que alguno pudiera decir algo ante la muestra de afecto, unas 10 extrañas cosas impactaron en el suelo a unos 500 metros de ellos, destrozando edificios y casas particulares que estaban ubicados por esa zona.
Se pusieron de pie mientras observan las humaredas gigantes levantarse con grandeza. Pasó hacia el frente y comenzó a olfatear, notando enseguida el olor a metálico.
Gruñó con fuerza y bajó la mirada, notando al ejercito comprado por los del alto mando, bien armados y con varios vehículos de asalto. Entre todos aquellos agentes, uno de ellos resaltaba y ese es nada más ni nada menos Escorpión, quien observa con una sonrisa de lado a la joven bicolor.
Él no había muerto, siquiera un rasguño posee en el cuerpo. Los latinos, por fin libres de los collares limitadores, dan un paso al frente gruñendo, maldiciendo o sacando/demostrando su kosei de manera amenazante.

-Hope, ¿qué sucederá ahora? -dice Centipeder, quien se acerca a ella, observando la amenaza que se estaba formando frente a ellos-

-Llamaremos a más de los nuestros. -dice seria- con todos nosotros, no somos suficientes. -mira por sobre su hombro- Johanna. -una de las latinas, observa a la que la ha llamado- Es momento.

La joven asintió, caminó hasta estar al frente del grupo, respiró hondo mientras observa el cielo, abrió la boca y dejó salir un grito muy pero muy fuerte, dejando salir ondas expansivas que recorren gran parte de la ciudad y más lejos de esta.
A los héroes no les hizo nada pero a los del bando contrario los aturdio bastante.

-Sora, ¿qué haces? ¿Que se supone que harán? -dice Endeavor observando a su hija-

-Pues pelear. -sonrie de lado mientras sube sobre unos escombros para luego darse la vuelta y mirarlos- Serán testigos de una verdadera batalla latinoamericana.