~🌸🦊CUARENTAISIETE🦊🌸~

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Ambos ingresaron al establecimiento y preguntó por los demás, recibiendo como respuesta que estaban esparcidos por ahí, algunos con sus familias y otros de paseo por el centro comercial.

-¿Y tu por qué te quedaste? Tus padres de seguro quieren verte -toma asiento en el sofá y observa al cenizo-

-Eso no interesa, estaba esperando a que regresaras. Además ayer vinieron mis padres a verme -se sienta frente a ella-

Ambos quedaron en silencio, uno no tan incómodo pero relajante. Los ojos rubí del muchacho se posaron sobre la placa 
El nombre de Richard se puede observar con claridad, grabada con una caligrafía pulcra y firme.
Ella lo notó y observó la placa, sonriendo con suavidad. Extrañaba bastante a su padre, no lo iba a negar, a veces lo necesitaba, incluso cuando tiene pesadillas necesita a su padre.
Soltando un suspiro, se puso de pie y comenzaba a retirarse cuando siente que el ceniza le toma de la muñeca; con algo de miedo, se gira a observarlo, encontrándose con el rostro de su compañero muy pero muy cerca del suyo.
Automáticamente tapó su boca con la mano, observolo a los ojos.

-Sal conmigo. -milagrosamente dice aquello con tranquilidad y sin insultos- Hazlo una vez..., por favor.

-Katsuki... -suspira levemente y luego observa nuevamente el agarre en su muñeca- Yo...no estoy segura, estoy confundida -le mira- me siento en un limbo, no se que deba hacer -le mira a los ojos-

-Dejame ayudarte a cruzar esa cuerda floja entonces-se acerca nuevamente a ella, tomándola de la cintura y apegandola a él- Sal conmigo una vez, luego puedes mandarme al demonio si quieres pero no pierdes nada con hacerlo.

Apoyando ambas manos por el fornido pecho del más alto, lo miró directamente a los ojos para después suspirar y asentir levemente. Una sonrisa de lado pareció y con suavidad la soltó del agarre.
Mirándolo a los ojos unos segundos fueron suficientes para que el ceniza haga una amague de volver a besarla, pero esta vez lo esquivó rápidamente.

-No! No más! -dice sonrojada y algo alterada- N-Nos vemos.

A paso apresurado se acerca rápidamente al ascensor, quería escapar de allí lo más pronto posible. Su cabeza le atormenta una y otra vez con la escena del beso que había recibido.
Las puertas del elevador se abre e ingresa a dicho espacio, apretando el botón del piso donde se encuentra su habitación.

-Hey. -Bakugou le llama la atención- Te veo en 10 minutos, no tardes o yo mismo iré a buscarte y no creo que quieras eso.

-Eres un... -dice la joven sonrojada, trata de salir pero las puertas se cierran-

Sin saber que hacer, suspira, se acaricia la cien y mira la hora en su móvil. Debía prepararse.

Tiene una cita de último momento con un explosivo cenizo.

10 minutos más tarde, ya se encontraba saliendo con Bakugou de la Heights Alliance

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10 minutos más tarde, ya se encontraba saliendo con Bakugou de la Heights Alliance.
De entre los arbustos, Mina, Tsuyu, Ochako y Toru quienes acababan de llegar del centro comercial, observaban al par de alumnos irse.
Se miraron y asintieron, debían seguirlos.
Vistiendo con una camiseta roja de tirantes con un número 17 en frente, unos shorts de jean cortos hasta por el muslo y unos tenis negros, la joven conversa con el cenizo, muy ajena a las personas que la están siguiendo.

Llegando a un arcade, ambos se acercaron a un juego de disparar zombies. Curiosa, tomó el "arma" para luego imitar las acciones de su compañero y observar la pantalla.

-Esto no hay en donde vivía-sonrie-

-Solo dispárale en la cabeza a esos bastardos -sonrie malévolo y pone monedas en el aparato para comenzar el juego- apostamos?

-Ja! 30 cabezas por partida, el perdedor invita la comida. -sonrie y "carca" el arma-

-Hagamoslo, perderás-sonrie de lado y apunta con el arma-

Ambos se posicionaron y comenzaron la competencia entre ellos.
Las cuatro jóvenes que los seguían, se asomaron por entre unas bancas, sonriendo entre ellas ya que estaban como locas, haciendo de los dos jóvenes una pareja.

-Nee~ Mina-chan -Ochako observa a los dos jugar- Se ven lindos verdad?

-Oh si! Debemos ver si son parejas! Cosa que me emocionará mucho -sonrie y mira a sus compañeros jugar con los ánimos a tope- Ambos tienen...gustos en común.

Con una pequeña gota de sudor bajando por las frentes de las jóvenes, ven como los dos juegan con un aura de adrenalina rodeandolos.
Asustando incluso a algunos clientes, entre los dos, su competencia era más y más emocionante, subiendo la cifra de la cantidad de enemigos derrotados.

-¡¡¡AAAHHH???!!! NO VOY A PERDER MALDITA HOPE!! -sonrie enormemente el cenizo-

-¡ESO QUIERO VERLO, MUSULMÁN!! -responde la chica con emoción-

El juego terminó y la puntuación se mostró, dando como ganador al cenizo, quien al ver su triunfo, no dudo ni un segundo en restregarselo en el rostro a la joven.
Hope le observa de brazos cruzados y con una sonrisa de lado, admitía que su compañero había ganado.

-Tranquilo, explosivo -sonrie de lado- vamos grandote, yo invito la comida -le da un leve puño en el hombro-

Salieron del lugar después de jugar unos cuantos juegos más.
Pero apenas puso un pie fuera del establecimiento, unas manos la tomaron por la cintura y la alzaron del suelo, alertando tanto a ella como al cenizo.

-Que maravilla encontrarte aquí!! Mi linda latina!

-¡¡OE, OE, OE, DÉJALA!! -Katsuki se pone en alerta-

-Eh...? -sonrie el intruso y baja con cuidado a la chica quien se encuentra maldiciendo a todos los cielos posibles-

Una vez en el suelo, la joven pudo observar las grandes alas rojas de aquel héroe loco enamorado. Dorado y rubí se miraron fijamente, uno burlón y otro molesto.
Las chicas miran escondidas con curiosidad la situación, Mina, mirando fijamente, sus ojos se abrieron par en par, tapándose la boca para no soltar un fuerte grito de emoción.

-Chicas, chicas -susurra emocionada- lo que tenemos en frente es un jodido triángulo amoroso!! -las 3 la observan- ¡Qué?! Es normal que me emocione al ver que mi amiga, una chica que no se muestra para el amor tenga dos pretendientes! Déjenme emocionarme -sonrie mucho y observan nuevamente-

Hope no podía estar más que deseando que la tierra la tragara. Las dos personas que han hecho un enredo enmarañado en su cabeza están cara a cara, mirándose fijos mutuamente, retandose con la mirada.
Con las alas levemente extendidas, tratando de imponer intimidación, Hawks lo observa con una sonrisa burlona pero aquello es nada más que celos activados, pues su amada latina se encontraba en compañía de alguien.

Los dos, peleadores por el amor de la chica, se encuentran frente a frente.

Los dos, peleadores por el amor de la chica, se encuentran frente a frente

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