~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊TREINTAIDOS🦊🌸~

Te sientes flotar en el aire, tus ojos siguen cerrados, no tienes más que frío cubrirte por todo el cuerpo.
Escuchar un burbujeo y sientes como estas rozan tu piel. Tu cabello en trenzas poco a poco se van desatando hasta que son liberadas de la goma color rosada pálido que las sujetaba.

Lentamente fuiste abriendo los ojos, frente a ti hay un lugar oscuro con pequeños destellos como un cielo nocturno en una noche estrellada.
Sin collar limitador, tus pies tocan lentamente el frío de aquel lugar, notando como unas ondas se generan a cada paso que das.

Miraste tus manos y notaste el uniforme de tu academia latina. Tus zapatos café, tus cortas medias negras, falda café oscuro con cuadros grises, tu camisa blanca y tu saco gris oscuro con el símbolo de la academia.
Cerraste la mano en puño y miraste al frente, encontrandote con una bella sonrisa gatuna y ojos canela.

-Eduardo -su corazón late rápidamente-  ¡EDUARDO!!

Con lágrimas en los ojos, corriste hasta él, donde te recibió con los brazos abiertos. Te aferras al joven mientras lagrimas culpables caen por tus mejillas.
Su suave mano acaricia tus mojados pómulos.
Juntando sus frentes, se miraron a los ojos con aquel cariño que algunas vez se tuvieron el uno al otro.

-¿Ya estoy muerta? -sonríe leve-

Suavemente el joven negó, colocó un suave beso en tu frente y te sonrió.

-Aun no...

Su voz, su voz está presente, una melodiosa voz, aterciopelada y tranquila. Sentiste tu corazón latir como el galope de un caballo.
Tus lágrimas aumentan y tus piernas no resisten  tu propio peso.
El que fue el amor de tu vida había hablado; arrodillándose frente a ti, tomó tus manos y las acarició con ternura.

-Hope... mi amor no llores -le sonríe con cariño- No estás muerta, estas en un plano de entre la vida y la muerte, le pedí a alguien que me dejara acercarme a ti y te dijera palabras de aliento. Hope, mi diosa, debes dejarme ir, tienes una vida por delante, un futuro enorme siendo heroína. Pero te condenas tu misma. No fue tu culpa que yo muriera, yo me sacrifique porqué no quería que murieras aún. Fui feliz a tu lado y lo soy aún más cuidándote desde el más allá. Todos ellos -apunta atrás de ella- Esperan tus ordenes.

Detrás de ella, todos aquellos que alguna vez fueron sus compañeros, la esperan con una sonrisa, con alas, colas, cuernos, escamas o aletas, muchos de sus compañeros caídos tras los años, la esperan.

-Pero primero tú, debes perdonarte y darte cuenta de que no fue tu culpa. Si haces eso, créeme que sucederá algo bueno y todos estaremos allí para ayudar. -la ayuda a ponerse de pie- Levanta la cabeza y recorre el camino con orgullo, haz que tu fuerza sea la de todos e incluso ayuda a aquellos que no la tienen. -la abraza con fuerza- aún no es momento de reunirnos. Pero te estaré esperando siempre.

Te separaste del abrazo y observaste detrás tuyo, sonriendo levemente para después asentir. Miraste una vez más al chico que había robado tu corazón hace tiempo. Con amor le acaricias la mejilla y comenzaste a caminar de frente. Te detuviste y te giraste a mirar.