|Capítulo 13: Recuerdos del vacío|

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Clamaban con sus voces

en nombre de Equilibrio.

Sus juicios ofrecían consuelo,

pero a ellos solo les colgaban cadenas. 

«Te encontré cuando nadie pensó en buscarte e hice de tu debilidad la fortaleza más grande

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«Te encontré cuando nadie pensó en buscarte e hice de tu debilidad la fortaleza más grande. Por esa razón eres perfecta, mi niña. ¿Qué esperas? No te atrevas a decepcionarme.»

La nitidez del tono de voz cariñoso bien podría haber estado en esa misma habitación, su mente a menudo lograba engañarla, pero en este caso las demandas de su padre la impulsaron sobre sus pies, a romper el instante eterno en el que Génesis se había quedado parada con la vista fija en el espejo y planeaba consumirse completa por el resentimiento que pudría su interior.

La muchacha avanzó hasta la platea principal del teatro, el telón rojo oscuro cubría el escenario y una araña monstruosa colgaba sobre su cabeza, extendía las patas luminosas hacia los extremos de la cúpula pintada con figuras humanas. Ella giró sobre sí misma, e inclinó su cuerpo mientras alzaba la cabeza como una bestia ciega que espera sentir el aroma de su próxima presa. El camino de los Sin Rostro se abría junto a la puerta de servicio.

Sintió la presencia de Mikaela a sus espaldas, pero no le importó, el Recolector no iba a llegar a alcanzarla a tiempo. Los músculos de su cuerpo en tensión empezaban a evidenciar un instinto animal que antes no estaba ahí. Génesis entrecerró los ojos mientras empujaba a las personas que entraban. Sus rostros eran borrones difusos de sonrisas burlonas y alegría enfermiza, buscaban un lugar cómodo para presenciar la interesante demostración a punto de dar comienzo.

¡Desaparezcan! No son más que un puto estorbo.

Maldijo a los humanos ignorantes de la situación y no a las punzadas de dolor que le perforaban la columna, su abismo, la sombra pulsante en sus huesos la invitaba a utilizar el poder de forma inconsciente y ella se sentía tentada de hacerlo, aunque su influencia fuera a agotar por completo su forma humana. Después de subir las interminables escaleras, se detuvo frente a la puerta de servicio del anteúltimo piso, y olió la humedad de una tormenta del otro lado de la abertura. Un intenso gruñido vibró en su garganta.

Se abrió antes de que pusiera una mano en el pomo de la puerta y un muchacho normal salió. Tenía el uniforme del equipo técnico del lugar, al voltearse la observó con una mueca de terror en los labios y el ceño de ella se hundió más.

—¡Génesis! —La voz horrorizada de Mikaela amortiguó el sonido del golpe de su cuerpo contra la pared. Soltó el rostro del muchacho con un ronroneo bajo y no se quedó a observar el rastro de sangre que había dejado su cabeza en el empapelado claro.

No pudo escuchar su pulso.

Si lo hago por ti, si mato en tu nombre, vas a perdonarme. ¿Verdad padre?

Génesis [La voluntad de Caos] [COMPLETA]Where stories live. Discover now