|Capítulo especial: La última cena|

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(Aclaración: Los eventos ocurridos en este especial ocurren entre el capítulo 6 y el capítulo 27, antes de los eventos del final del libro

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(Aclaración: Los eventos ocurridos en este especial ocurren entre el capítulo 6 y el capítulo 27, antes de los eventos del final del libro. Recomiendo escuchar la canción en multimedia para disfrutar más)

Las Quimeras rara vez podían ponerle una barrera a sus sentimientos cuando estos se salían de control, Luís lo sabía muy bien.

En el pasado, luego de que Mikaela le ofreciera trabajar en una de las sedes de sus casas fúnebres, pasó un año entero de miradas torvas y contestaciones toscas cada vez que el cazador daba alguna muestra de interés en algo que no fuera el mantenimiento de los cadáveres, pero había un momento curioso en el que el hombre de cabello largo solía mantenerse callado, y la Quimera notó algo que le hizo cometer el error de interesarse de más.

—¿Otra vez? —murmuró de espaldas a la puerta, escuchó sus pisadas en la entrada antes de que bajara a su encuentro, también el intenso aroma a sangre para luego verlo sostenerse el bajo abdomen con el líquido chorreándole entre los dedos y algún punto de su clavícula quebrada con la otra.

—Buenas noches, Lulú —saludó—, ¿es muy tarde para solicitar tus servicios?

—Buenas, nada, mis servicios no son algo que vos puedas pagar. —Señaló la camilla metálica libre e ignoró su cara de "¿Estás seguro?" Le irritaba demasiado lo expresivo que era, incluso captó entre la maraña de cabello en su rostro una mueca parecida a una sonrisa—. Sentate allá, rápido.

«¿No le duele la cara de sonreír tanto?»

Suspiró.

Se ató el cabello rubio, buscó guantes, tijeras, un cuenco y comenzó a cortar su ropa donde parecía estar la herida más grande. Lo había hecho tantas veces que ya conocía el proceso de memoria. Siempre llegaba un punto de la madrugada en el que Mikaela aparecía con tantas heridas que era difícil pensar en cómo había conseguido llegar hasta ahí en primer lugar.

—No entiendo, si sos tan buen cazador como decís, ¿por qué siempre terminás tan hecho mierda? —rompió el silencio, con eso la muda respiración del hombre que dormitaba con los ojos cerrados.

Lo notó tensar su expresión, ese día era diferente, él nunca dormía.

—Cuando la cacería se complejiza, es necesario recibir heridas que podrían matar a los demás. —Hizo una mueca hacia sus manos manchadas y observó un punto perdido tras el hombro de Luís—. Pero a veces ni siquiera eso es suficiente.

—Hacés lo que podés —soltó con brusquedad y el ceño fruncido en lo que terminaba de cortar la tela—. Y sí es suficiente.

Escuchó su risa, un sonido bajo y melodioso que lo irritó más.

—Este es mi trabajo, ¿sabés? Extirpar sombras, sacar la basura...

—Pero no podés actuar como un escudo humano todo el tiempo —interrumpió molesto, concentrado en su tarea—. Te va a consumir por dentro.

Génesis [La voluntad de Caos] [COMPLETA]Where stories live. Discover now