capítulo 42.

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Mariana me miró fijamente durante lo que pareció un año hasta que una sonrisa comenzó a extenderse por su rostro, dudé en sonreír también, pero fue inevitable.

Ella se apartó y apoyó su frente en la mía, mi visión comenzó a ponerse borrosa y la de Marianita también ya que estábamos tratando de mantener a raya lo inevitable.

—Yo también te amo— sonrió y nuestras lágrimas cayeron. No tengo idea de por qué era esto emocional pero el amor que sentí por esas tres palabras se apoderó de mí, no era como la corriente eléctrica que sentía cada vez que me tocaba, esta vez fue diferente. Este era la perfección.

La atraje dándole un beso y abrazándola con todas mis fuerzas... Sin querer dejarla ir nunca.
———

El primer día de escuela de nuevo... Ugh. Yo había pasado la mayor parte de mi tiempo libre al rededor de Mariana y estar de regreso a la escuela después de una semana increíble apestaba completamente. El tiempo iba lento, ¿por qué no podía ser Julio ya? si fuera de esa manera entonces yo ya podría salir a una cita con mi novia. Me empezaba a frustrar el solo vernos los fines de semana en su casa.

Mientras pensaba en eso y caminaba por el pasillo a la clase de Mariana, me encontré con nada menos que Liz y debido a mis torpes piernas perdí el equilibrio y me tropecé con una basura. Por suerte ella me agarró justo a tiempo.

—Hey, cuidado— sonrió.

—Lo siento Liz, soy una torpe— le di una sonrisa, pero esa sonrisa desapareció cuando escuché unos tacones viniendo hacia nosotros. Traté de escapar de su agarre, pero ella llevó su mano hacia mi rostro y puso un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Está bien Fercha, no me importas si te topas conmigo— me dió un guiño y finalmente me dejó ir.

Me di cuenta que los tacones se habían detenido cuando ella me había tocado y sólo después de eso los escuché de nuevo. Giré y la vi von su cuerpo rígido, pasó por mi lado sin siquiera darme una mirada en mi dirección, me di cuenta del cómo apretó los puños y su mandíbula estaba tensa.

—¿Vendrás a clase?— Liz me preguntó mientras recogía sus libros del suelo. Asentí y la seguí detrás tímidamente.

Afortunadamente ella no tomó sus obvias frustraciones con los otros estudiantes, sin embargo, ella puso una frente a la realidad falsa para ocultar su molestia y no le dedicó una miradita durante toda la clase. Traté de mirarla a los ojos cuando me iba del salón de clases, yo sabía que ella era consciente de mi presencia, pero ella no levantó la vista, en vez de eso, apretó la mandíbula.

Decidí dejarla ser, dejar que se refrescara un poco, o ella estaba tratando de no sentir celos y fallaba miserablemente o ella estaba enojada conmigo, aunque yo no hubiera hecho nada malo.

Le pregunté a Paula qué hacer cuando no vi a Mariana en el almuerzo pero me dijo que esperara a que Mariana hablara primero. Le pregunté por qué y Pau dijo —si tú haces el primer movimiento, estás admitiendo abiertamente que eres culpable cuando no es el caso, no tienes nada qué lamentar.—Asentí.

El resto del día no vi a mi novia. Ahora estaba tumbada en mi cama pensando, no hay textos, nada de llamadas... Seguramente esto era un poco excesivo, ¿no? ya habíamos tenido esta conversación sobre los celos pero ella seguía haciéndolo difícil y esto me molestó un poco. No puedo vivir toda mi vida viéndola solo a ella.

De repente mi teléfono vibró.

¿Qué quería?

Odiaba esto, ni besos al final, no hay emojis... es algo estúpido, he tomando la iniciativa para solucionar esto.

¿Por qué estás enojada?— casi inmediatamente recibí una respuesta.

No lo estoy, simplemente responde la pregunta.

—Sí, estás claramente enojada ahorita— envié sarcásticamente.

Sin respuesta...

No sé lo que quieres de mi Mariana, te soy fiel, soy digna de tu confianza... pero no la puedo evitar a ella el resto de mi vida.

—¿Por qué no?

Si pudiera arrancarme los dientes de frustración lo haría. Ella me estaba matando.

Siento que estás molesta por esto, yo simplemente estaba pensando en ti, me tropecé y perdí el equilibrio, ella impidió que me hiciera daño por la caída y luego quitó un pelo de mi cara, porque no podía ver— no sé por qué tuve que explicar eso.

¿Algo más?

-No.

—Muy bien, gracias por la explicación. Te amo.

—Yo igual te amo pero...

Mi teléfono comenzó a sonar, era su llamada.

—¿Pero?— preguntó.

Creo que me oyó suspirar y continuó.

—Lo siento, estoy tratando duro Fer, es solamente que realmente ella no me agrada.

—Estoy bien, no te preocupes.— ¿Lo estaba?

—Está bien, de todos modos, ¿qué harás esta noche?

—No estoy segura, creo que Paula vendrá a dormir.

—...—

—¿Mariana?

—Cool— sentí su sarcasmo, pero decidí no hacer comentarios al respecto, ya no quería tener otra pelea.

—Ella quería preguntarte algo— le dije.

—¿Mhm?

—Ella quería preguntarte si podía pasarse a tu clase, su maestro está enseñando la misma materia que enseñas a los demás y a ella quería trabajar a mi nivel...— di que sí.

Uhm... puedo pedírselo a la directora, supongo. Siempre y no interfiera con sus otras clases está bien.

—¡Genial! gracias, yo se lo haré saber. Tengo que ir a prepararme.

—Adiós.

Woah, eso no era un buen adiós, necesitaba levantar su estado de ánimo.

—Espera, espera— dije.

—¿Qué?— respondió.

—Te amo hermosa— eso fue dulce.

Una risa sonó a través del teléfono, booyah.

—También te amo, ten linda noche.

Sonreí y nos despedimos, así que mientras la hiciera sentir especial después de decirle que pasaría tiempo con alguien más, ella podría superarlo... bueno... tuve que dejarlo para referencia futura.
———
Nueva actualización ;)

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LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Where stories live. Discover now