capítulo 8

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Tenía que admitirlo pero hoy no estaba emocionada de ver a Mariana, primero porque hoy no teníamos tutorías y en clase no podía pasar mucho tiempo con ella y dos no quería decepcionarla como ayer lo había hecho, tenía que actuar normal.

Contuve la respiración y tomé lugar a un lado de Liz quién me dió una sonrisa de disculpa, yo le respondí con una media sonrisa, si ella me quería de nuevo tendría que rogarme.

Descansé mi cabeza sobre el escritorio y dejé que mi dolor comenzara.

—Buenos días.

Mi cabeza se disparó y vi a un señor gordo, ¿pero qué mierda? ¿dónde está Mariana? me incliné para ver a la puerta para ver si no había nadie más, mi corazón se aceleraba poco a poco, ¿por qué no estaba ella aquí?

—Hoy remplazaré a la señorita Hinojosa, tomen sus libros y vayan a la página 130, tengo hojas de trabajo para todos ustedes excepto para... Fernanda, ¿quién es?

Alcé mi mano sin ganas y el tipo se acercó a darme el trabajo, murmuré un simple gracias, este día sería espantoso... ¡horrible!
———

—¡Hey, Fercha!— suspiré, Paula me saludó en nuestra mesa del descanso, me senté a su lado y ella puso los ojos en blanco.

—Dios esa cara de pedo que traes, cuéntame qué pasa. ¿Tu bebé no vino hoy?

—Ella no es mi bebé.

—Yo hablaba de Liz pero parece que ya traes a alguien más en mente, ¿eh?— me sonrió levantando las cejas, gracias a Mariana ahora odio las sonrisas excepto la de ella que era muy sexy.

—Dios, cállate— suspiré.

—¿Pasó algo ayer?— noté que Paula estaba preocupada por mí, casi nunca estaba triste y eso me deprimió.

—Pues hablamos como siempre, saqué una pestaña de su cara, se puso muy incómoda, hasta cortó media hora de tutoría— hice una mueca.

—Fernanda, tú no puedes ir tocando a los maestros de esa forma, ¿qué te pasa?

—¡Ella me lo pidió!— repliqué.

—Bueno, entonces eso es raro— Paula frunció el ceño e inmediatamente hice lo mismo confundida por el gesto de mi amiga.

—Dímelo a mi... ¡Dios! Paula, todo se está saliendo de control y se está convirtiendo en una gran mierda, ¿por qué me está gustando mi maestra?— me quejé y golpeé la mesa una y otra vez.

—Ya, deja de chillar, a lo mejor y quieres ser su amiga.

—¿No te conté que en clase se le cayó un plumón, vi su trasero y me puse caliente? uy sí, quiero que seamos amigas para siempre...

—Oh mierda, bueno siempre he querido saber de una historia de una alumna teniendo un romance con su maestra— bromeó, no es gracioso.

—Lo que digas— me crucé de brazos apoyándome en la mesa, ¿por qué me pasa esto a mí?

—Tal vez debería ir a una de tus clases— Paula me habló haciéndome levantar la cabeza para mirarla.

—¿Qué?

—Quiero decir, quiero ver su capacidad de enseñanza para compararla con otros profesores y también ver sus reacciones hacía ti— Paula se encogió de hombros, supongo que es una gran idea, además podría conseguir una segunda opinión de lo que sea que es esto, ¿a qué se refería con su comportamiento conmigo?

—Está bien, ven a mi clase de mañana.

—Hecho, llevaré my gaydar— me guiñó un ojo y se echó a reír.

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Where stories live. Discover now