capítulo 33

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La semana en la escuela comenzó bien, pero el miércoles me enfermé así que tuve que quedarme en casa. Era día de tutoría también y yo estaba molesta porque quería ir, pero mi padre me ordenó que me quedara en casa. Podía escaparme después de que fuera a trabajar, pero supongo que él siempre lo averiguaría, él tiene ojos por todas partes, al menos eso es lo que me dice.

Pasé todo el día enviándole mensajes de texto a Paula que no se impresionó de mi ausencia ya que tuvo que sentarse con sus compañeros de clase y no conmigo en el almuerzo. Ella me dijo que vio a Mariana mirar encima de nuestra mesa y frunció el ceño cuando ella no me vió allí, me hizo sonreír un poco.

Me quedé en la cama todo el día viendo películas, sintiendo lástima por mi misma cuando de repente recibí un mensaje de mi novia... ¡Dios, se siente tan bien decir eso!

—¿Dónde estás?— upss, ¿estaba molesta porque no le dije de mi ausencia?

—Estoy enferma :(

—Aw, pobre de mi bebé, ¿qué tienes?— mi corazón se agitó al leer ese mensaje.

—Tu pobre bebé agarró una gripe de un niño mocos que cuidó la noche del lunes.

No me gustan los niños, nada bueno viene de mí al estar cerca de ellos.

—Ow, te extraño, asegúrate de mantenerte en calor y come un poco de sopa.

Y con eso me mató, no me gusta comparar pero entre ella y Liz, wow, era tan diferente. Cada vez que estaba enferma, Liz no me enviaba ningún texto y sólo se reía. Mientras que Mariana es linda y lo siente por mí y dios mío, esa mujer es la perfección.

—Me gustas mucho— no sé por qué le envié ese texto, pero es lo que mi mente pensaba ahora mismo, recibí su mensaje un minuto después.

—Y tú a mí, demasiado, estoy deseando que llegue la noche del sábado, ¿sigue en pie?

Sonreí y asentí inconscientemente, continuamos los mensajes de texto hasta que me dijo que tenía que conducir de vuelta a casa, así que tenía que irse. Suspiré y le escribí que manejara con cuidado. Dejé mi teléfono a un lado de mi cama y me acurruqué bajo mis mantas, pronto me quedé dormida.

Me desperté por unos golpes en la puerta principal, así que medio dormida me levanté y me dirigí al primer piso sin tener en cuenta que mi aspecto era horrible. Llegué a la puerta y abrí, me sorprendí al ver a Mariana allí. Entró y cerró la puerta, traía algo de comida que había comprado y se dirigió a la cocina sin decir una sola palabra.

—Uhm, ¿hola?— dije.

—Hola hermosa, ¿cómo te sientes?— preguntó mientras trataba  mi cocina como si fuera la de ella, buscaba platos y cubiertos de los cajones. Ver eso me hizo sonreír, era como si fuera nuestra propia casa.

—Estoy mejor, ¿qué te trae por aquí?

—Bueno...— ella comenzó a sacar las cosas de su bolso— me acordé cuando dijiste que tu papá estaba en el trabajo y a pesar de que te dije que hicieras un poco de sopa sabía que no lo harías, ¿has comido algo?

Negué y ella hizo lo mismo pero con incredulidad.

—Mhm, tienes que cuidar de ti Fer, si no, ¿a quién más miraré en clase?— ella se rió entre dientes.

—Bien, bien— sonrió— pero me parece que dijiste que no volverías por estos alrededores...

—Si tu papá está en el trabajo hasta tarde esta noche, entonces supongo que está bien estar aquí, pero sólo puedo quedarme un tiempo, así que haré esto y me voy— sonrió.

Ella continuó sirviendo un plato de comida, era un poco de sopa y otros platos que ayudaban a la salud, ¡es tan dulce! fui detrás de ella y la abracé con fuerza, trasmitiendo todo mi agradecimiento a través de mi acción. Ella sonrió y continuó trabajando hasta que puso un plato de sopa humeante delante de mí.

Ansiosamente lo comí mientras ella sonreía y me frotaba la espalda, luego desapareció al baño. Cuando regresó tenía dosnpastillas en sus manos, me hizo tomarlas en mi comida. Después de que terminé me dió un grande abrazo, me metió en la cama, me dió un beso en los labios y se fue.

El corto tiempo que estuvo conmigo, me di cuenta que ya lo sabía...

Estaba profundamente enamorada de ella.

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Where stories live. Discover now