LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)

capítulo 57

No vi a Mariana por un largo rato después de eso. Me fui a trabajar con la esperanza de que viniera a saludar pero no fue así.

Tal vez fui egoísta, pero yo quería que ella tratara de enamorarse de nuevo. Me hizo sentir amada por primera vez en mucho tiempo... No el ser amada por el miembro de una familia, un amigo o incluso un perro. Amada incondicionalmente, alguien con quien realmente compartí algo especial.

Suspiré mientras asistía a mi turno de la noche, sólo tenía que ir ahí y actuar falsa, poner una sonrisa y ser útil. Eso es lo único que debía de hacer. Me mordía la lengua mientras unos niños discutían frente a mí, acerca de si conseguían un juego de carreras o uno de tiros. Sus altos chillidos entraban en mis oídos como clavos a una madera, afectando aún más mi estado de ánimo.

Enganché una sonrisa en mi cara, me acerqué a ellos y finalmente les tendí ambos juegos. ¿En serio? ¿Por qué luchar si se pueden tener ambas cosas? Odio a los niños.

Cuando empaqué sus juegos y los envié a su casa... Mariana por fin apareció, capturándome con la guardia baja.

—Hola— sonrió cuando entró.

—Hola— le di una pequeña sonrisa, sin saber qué otra cosa hacer.

Asintió y empezó a navegar a través de la estantería llena de películas de romance, observé cada movimiento que hizo y me atrapó mirándola, volvió a sonreír, y luego puso de nuevo atención a las películas.

—¿Estás aquí para comprar una película, Mariana?— pregunté.

—Tal vez— respondió.— ¿Me puedes recomendar algo?— esa sonrisa... Dios, se las arregló para afectarme de alguna manera.

—Uhm...— me dije en voz alta mientras me acercaba, manteniendo mi distancia sin embargo.—¿Qué genero estás buscando?

—Bueno...— dijo tomando una película en sus manos para mirar la descripción y luego la colocó de nuevo en su lugar.—No sé si someterme a una de romance o ver una de terror— se giró hacia mi esperando una respuesta.

—Si vas a estar sujeta a ti misma en una película romántica entonces te sugiero lo último que dijiste— sonreí alegremente.

—Muy bien, ¿cuál es la mejor película de terror que hay aquí? Estoy segura que trabajando en una tienda de DVD's has visto muchas y estas ansiosa por ayudarme a escoger una— apoyó el codo en la parte superior de la estantería y se pasó la mano por el cabello, manteniendo un contacto visual intenso ¡Estaba coqueteando conmigo!

—¡Ja, ja!— dije sarcásticamente, haciéndola sonreír.— Sólo tienes que elegir una como una persona normal— puse los ojos en blanco y me retiré de nuevo al mostrador.

Ella sonrió de nuevo y se perdió en la sección de terror. Se quedó allí por unos minutos hasta que regresó con una película en la mano.

—Tus habilidades de servicio al cliente son fantásticas— dijo, mientras yo me burlaba de su comentario sarcástico. Agarré la película y reconocí el título.

—¿El conjuro, huh? He oído que es buena...— murmuré, fue un pensamiento más que nada.

—Yo también— respondió. Me miraba mientras yo tomaba su dinero evitando tocar sus dedos eléctricos.

Empaqué la película y se la di, pero ella no se alejó. Para ser honesta, no quería que se fuera.

—Así que... ¿Cuándo terminas?— preguntó, con la sonrisa aún plasmada en su rostro.

—Uhm, en unos diez minutos— miré el reloj, no me había dado cuenta pero el tiempo pasó volando mientras ella estuvo aquí.

—¿Estás ocupada?