capítulo 18

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Advertencia: capítulo altamente cardíaco, dedicado a todos los fieles lectores.
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Todos estábamos en el autobús escolar. Los estudiantes cantaban canciones sin sentido para pasar el tiempo y luego estaba yo, con mis audífonos y los ojos cerrados. Realmente no quería estar aquí, pero Mariana estaba aquí así que...

—Muy bien chicos, hemos llegado. Por favor no se empujen, todos reúnanse fuera del autobús en la entrada de la galería, pueden dejar sus pertenencias aquí. Este autobus nos recogerá en la tarde— dijo el profesor Guzmán, el hijo de puta se había sentado junto a Mariana todo el viaje, él no estaba nada mal, así que no estaba contenta de que él se sentara junto a ella.

Hicimos lo que dijo el profesor Guzmán, yo estaba junto a Paula. Esperamos a que el resto de los estudiantes bajaran y luego los maestros, y ahí estaba ella, con una sonrisa en su cara y se hizo más grande al conectar con la mía.

¡Me encantó que yo la hiciera sonreír de esa manera!

—¡Bien, vamos!— dijo el profesor mientras aplaudió y comenzó a caminar, Mariana estaba caminando a un lado de él pero yo no estaba celosa, ¿por qué? porque ella me miraba todo el tiempo asegurándose de que yo todavía estuviera aquí.

—Bien, ahora ella está siendo muy obvia— Pau susurró con una risita, sonreí empujándola levemente.

Nos metimos a la galería y comenzamos a mirar a sus alrededores. Aburrido, aburrido, aburrido, ¿qué tenía que ver esto con el inglés? no lo sé, tal vez querían que nos despejáramos un día... en una galería. Miré una escultura delante mío, suspiré, admiraba el trabajo pero es muy aburrido estar aquí, no es de mi interés. Entonces sentí su presencia a mi lado y un escalofrío que ya conocía recorrió mi columna cuando su brazo rozó el mío.

—¿Estás divirtiéndote?— ella preguntó mirando la escultura también, con una sonrisa en su rostro.

—¿Bromeas?— exhalé en voz alta dejando caer mis hombros, entendió mi aburrimiento y se echó a reír.

—Lo sé, no es genial. Al menos estamos en otro lugar que no es el salón de clases, un poco diferente— se encogió de hombros, tenía razón.

—Supongo, pero prefiero ir a un parque de diversiones, incluso al zoo.

—¡Ja! pagaría por ver eso, tengo la sensación que las casas de terror te aterrorizan—sonrió.

—Sí, me descubriste pero amo las montañas rusas y la adrenalina, me gusta la rapidez.

—Uhm, estoy de acuerdo, me gustan también.

Caminamos un poco más hasta que no pudimos ver el resto de la clase.

—Creo que deberíamos volver— rodó los ojos— estoy destinada a ayudar al profesor Guzmán con todo— hizo un puchero como una niña pequeña, adorable.

De repente, mi teléfono sonó y vi un mensaje, era Paula.

Oye, hay otro cuarto en la galería que tú y la señorita Hinojosa no ham visto al parecer, es necesario verlo así que vengan rápido, las estaré esperando.

Le enseñé el mensaje a Mariana e hicimos nuestro camino al cuarto. Vimos a Paula de pie junto a una pequeña puerta con su teléfono en la mano y nos dio una gran sonrisa. Nos acercamos y nos mostró la puerta.

—Aquí es donde guardan todo lo original, pinturas, esculturas, es de gran valor, es hermoso— dijo antes de mirar a nuestro al rededor, cuando vió que todo estaba despejado, nos empujaba con sus manos, no sé por qué estaba actuando tan curiosa. Entré y Mariana seguido, no podía ver nada, me tropecé con una pared.

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Where stories live. Discover now