capítulo 21

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Marianita se había quedado un rato más después de cenar. Hablamos de algunos temas al azar y otros más personales así como lo que nos gustaba de cada una y lo que no. En realidad nada había cambiado entre nosotras... bueno sí, ahora nos besábamos y hacíamos cosas más allá de una amistad. Después me dió un beso en la frente y las buenas noches para irse a su casa a descansar.

¡Dios! estaba tan ansiosa por lo mucho que quería llamar a Paula y gritarle que Mariana era mía por fin, era mía, bueno casi, no es oficial pero Mariana me dijo que no me preocupara, esto lo resolveríamos juntas y que no comentara nada de lo que pasó en la galería...

Sé que Paula es mi amiga pero algo muy malo podría pasar si alguien se llega a enterar de esto.
———

Llegó la mañana y de lo feliz que estaba hasta me levanté un poco tarde. Tenía que llegar pronto a la escuela y todavía mi estúpido coche se negaba a encender de nuevo, traté de mil formas hasta que por fin lo hizo.

Me estacioné fuera de la escuela y me encontré con Liz, era normal verla ahí ya que siempre llegaba tarde, vino hacía mi para saludarme con un beso y puso su brazo al r dedor de mi cintura todo el camino. Cuando llegamos a la puerta de clase, pasó su mano a mis hombros, no miré hacia Mariana, probablemente me vió entrar con Liz de esta forma y se sentía herida y yo, yo no quería ver eso...

Cuando me senté, Liz antes de irse a su silla giró  mi rostro y me besó, yo solamente mantuve mi mirada baja.

—La lectura de hoy, página 210 a la 280.

No necesitaba mirar a Mariana para saber que estaba enojada, su voz la delataba. Busqué en mi bolso el libro, pero no estaba allí. ¿Qué hago? mierda, está en mi casillero, voy a tener que pedirle permiso para buscarlo.

—Señorita Pacheco, lea— dijo con seriedad.

—Yo... uhm, tengo que ir a mi casillero por mi libro— le dije mirándola, pero fue imposible mantener el contacto visual.

—Entonces ve y tráelo.

Mierda. Salí como un rayo hacía mi casillero, saqué los libros y volví de nuevo. Cuando iba entrando nuevamente cometí el error de mirarla, si las miradas mataran yo estaría enterrada lo más profundo posible.

Toda la clase fue de esta forma, yo sin poder mirar a Marianita y sentirme culpable de su enojo, la clase estaba por terminar y ella solamente dijo "chicos ya pueden irse" eso fue todo. Escuché a la gente murmurando sobre Mariana y diciendo que hoy tenía un humor de mierda. Mi culpa, lo siento chicos.

Continué mis otras clases hasta la hora del almuerzo, ahora estaba en mi mesa preguntándome si debería ir a hablar con Mariana en su salón, probablemente todavía estaba enojada conmigo así que decidí no hacerlo. Me dejé caer junto a Paula y ella me miró expectante. No dije nada. Miré al rededor y pude ver a Mariana en la fila del almuerzo de maestros, me estaba mirando y Paula lo notó.

—A ver, si pasó algo o no en esta habitación... estoy completamente segura de que le gustas Fercha— sonreí inconscientemente, pero no todo podía ser felicidad, vi a Liz caminando hacía mi con una gran sonrisa en su rostro. Se sentó a mi lado y giró mi rostro para darme otro beso, mis ojos estaban tan abiertos que vi a Mariana mirando. Inmediatamente aparté y me tapé el rostro con las manos.

Mariana estaba congelada en la fila del almuerzo con una bandeja de comida, vi cómo reaccionó y simplemente salió de la cafetería. Esperé unos minutos e inventé una excusa para poder irme de ahí. Caminé directamente a su salón y antes de abrir la puerta miré por la ventana de la puerta, estaba sentada mirando a la nada.

—¿Mariana?

—¿Estás tratando de herirme?

—Mariana no...— fui a su lado y me arrodillé junto a su silla, tomé su brazo para consolarla— lo siento mucho, ella fue quien me besó.

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora