capítulo 13

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Llegó el lunes y mi primera clase era inglés. Estaba de muy mal humor y creo que eso se podía decir porque en mi ropa se refelejaba mi estado de ánimo, llevaba una sudadera con gorro holgada, pantalones holgados y mis tenis. Esta ropa era normalmente mi outfit de depresión ah y también sin maquillaje, ¿cuál es el punto? no trato de impresionar a nadie, sólo soy yo.

Entré al salón de clases, me senté en mi silla y recosté mi cabeza sobre el escritorio, solamente quería sentirme bien. Liz sabía que algo estaba mal y se comportaba muy dulce conmigo, movió su silla para sentarse a mi lado y me tomó de la mano. Por supuesto que yo estaba incómoda con la situación pero se sintió bien tenerla como un apoyo y no solamente un consolador humano.

Pronto oí el paso de unos tacones fuera del salón pero no hice caso y seguí con mi cabeza hacia abajo. Oí la puerta abrirse. En el momento que vi esos tacones, apreté la mano de Liz más fuerte, ella respondió frotando círculos en mi mano con su pulgar.

—Buenos días chicos— dijo Mariana, quiero decir, la señorita Hinojosa. Ella sonaba terrible, como si tuviera un resfriado... mi culpa supongo.—Hoy dejaré que vean una película, ¿alguien tiene Netflix?

La mayoría de la clase alzó su mano.

—Está bien, discutan entre ustedes qué película van a ver, deben tener en cuenta que no se permite la pornografía, cuando elijan hagan una copia en mi ordenador, y claro, asegúrense que la película sea en inglés— dijo mientras se sentaba en su escritorio suspirando.

Sentía unos ojos sobre mí y no me quedaba duda que eran los de ella. Me moví en mi asiento y cambié de posición solamente moviendo mi cabeza de lado quedando cara cara frente a Liz, ella me sonrió y quitó un mechón de mi pelo que cayó encima de mi ojo y nariz. Fruncí el ceño, ella reía de mi termura.

Me asusté un poco cuando la película empezó, mi corazón latía muy fuerte, un compañero había puesto el volumen al máximo que asustó a todos. Giré hacia al frente y la vi con la barbilla apoyada en sus manos, me dedicó una pequeña sonrisa pero yo no se la devolví, solamente recosté mi cabeza de nuevo. No quería nada más.

———

—Fer, Fer, nena despierta.

—Déjame manejar esto Liz, vaya a su próxima clase por favor.

Mierda, tengo que salir con ella, no me quiero quedar con Mariana. Salté de mi asiento sin dudarlo y comencé a empacar mis cosas, empujando agresivamente mis libros.

—Fernanda detente— esa voz, suave y quebrada— Fernanda, por favor— ¡no digas eso! por favor.—¿Podemos hablar?

Giré y por un segundo vi lágrimas que desaparecieron con parpadeos. Miré profundamente esos ojos color miel y una vez más me perdí en ellos, estúpida Fernanda, pusos sus manos en mis hombros y me empujó para que me sentara. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo gracias a su toque.

—Yo uhm... traje tus cosas, dejé el paraguas en la puerta y tengo tu abrigo en mi bolsa.

—Gracias pero todo lo que quiero saber es qué pasó, ¿de acuerdo?

—Te..ngo clase— genial, mi voz se quebró.

—Maldita sea, ¿podemos hablar en el almuerzo en mi salón de clases?— sus ojos suplicaban— por favor.

Suspiré y asentí. Sonrió un poco y las ganas de devolverle la sonrisa era insoportable pero me resistí. Me levanté y saqué el abrigo de mi bolsa para doblarlo y dejarlo encima de su escritorio.—Lo he lavado— dije y me fui.
———

Fiel a mi palabra me dirigí a su salón de clases durante el almuerzo. No quería estar ahí pero verla dañada, era aún más doloroso para mí. Me senté en mi escritorio y Mariana movió su silla para sentarse delante de mí.

—Gracias por venir, tengo algunos snacks si tienes hambre— metió la mano en su bolso, sacó un par de chocolates y más caramelos, pero no tenía hambre.

—Estoy bien.

—¿Puedo preguntarte algo?— suspiró no, preferiría que no—¿Ocurrió algo en tu hogar para que actúes de esta forma?— negué.—¿Ocurrió algo en la escuela?

Dudé un poco antes de negar de nuevo.

—Oh, así que eso fue un... sí— vi una pequeña sonrisa en su rostro.

—No quiero hablar de ello.

—¿Puedo preguntarte una cosa más? por favor.

Hice una mueca.

—Es importante, por favor.

Suspiré y asentí.

—¿Sabes por qué el pavo cruzó la calle?

¿Eh? vi su sonrisa, negué con la cabeza. ¿Ella estaba haciendo bromas?

—Porque el pollo no estaba disponible.

Bueno, no había visto nunca a nadie reírse de su propia broma, y recuerdo que dije que su risa era bastante contagiosa, bueno todavía lo era y no podía dejar de reírme al verla morir de risa enfrente de mí.

—¡Sí! ¡te hice sonreír! punto para mí— ella sonrió tontamente y bien, mi estado de ánimo mejoró un poco— ¿Puedo decirte una broma? ¿sólo entre tú y yo?— preguntó en un susurro y agarró mi mano, ¡oh mi dios! el cielo.

Asentí y se inclinó un poco.

—¿Conoces al maestro de educación física?— joder, no me esperaba eso, mi estado de ánimo cayó de repente aún más abajo. Suspiré y asentí, traté de retirar mi mano pero no me dejó.—Me invitó a salir— rió como una universitaria emocionada.

—¿En serio?— traté de sonreírle pero era difícil.

—Sí, él ha estado coqueteando conmigo todo el día viernes.

¿Acaso trata de hacerme llorar?

—Me sentí mal, pero la forma en que él estaba tratando de empujar sus músculos a mi cara como si me impresionara, fue demasiado divertido— espera, ¿qué? levanté mi cabeza para mirarla a los ojos.—Lo dejé cuidadosamente y el jura que me llevará a una cita algún momento y va a estar esperando un laaargo tiempo.

¿Estoy oyendo bien?

—Pero... Paula dijo que usted estaba coqueteando con él y que también estaban saliendo— mierda Ferrnanda, ¿por qué eres tan obvia? ¡lo siento Paula!

—Wow... ¿esa Paula es una acosadora? si es así, es una mala persona— se rió entre dientes— yo no estaba coqueteando, lo estaba empujando lejos cuidadosamente como te dije. Sin embargo, él todavía está tratando, hombres, ¿eh?— rodó los ojos y no pude evitar darle una gran sonrisa.

Ella estaba soltera y disponible y no le gustaba ese tipo.

—Quería disculparme...— le dije. Ahora que sabía que era un malentendido, me acordé que había sido una completa perra el viernes.

—¿Por qué?— preguntó.

—Por la forma en la que actúe el viernes, estabas tratando de ser amable, pero yo... no estaba de humor para nada— cualquier falsa esperanza...

—Oh cállate, todo estaba bien pero... ¿puedo preguntar por qué estabas así?

—Eh, es una persona en realidad...

—Oh, está bien no te preocupes, me alegro que te sientas mejor ahora.

—Gracias, Liz ha estado cuidando de mí—sonreí y estudié su rostro para encontrar algo, cualquier cosa que fuera alusión a celos y creo que finalmente lo conseguí, ella soltó mi mano.

—Eso es... bueno— apretó los dientes— de todos modos, tenemos clase de tutoría mañana y me preguntaba si deseas hacerlo en otro lugar, siento que tengas que permanecer en la escuela por más tiempo, eso debe apestar— sonrió— claro, si quieres.

—Sí— dije con mucho entusiasmo, no me importaba, es lo más cercano a una cita— me encantaría.

Su sonrisa iluminó el salón, mi estado de ánimo llegó al cielo y mi corazón volvió a ser reconstruido— ¿A dónde te gustaría ir?

—¿Dónde sugieres que vayamos?

—Bueno, no creo que un lugar público sea prudente pero pode...

—Ven a mi casa.

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora