capítulo 61

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Acababa de comerme su "delicia de arroz con carne" como ella lo llamaba. Estaba encorvada y realmente con ganas de vomitarlo todo, no me gustaba la sensación de saciedad. Sin embargo, ella estaba ahí, con au brazo al rededor de mi cintura mientras yo me quejaba.

—Quizás fuimos demasiado lejos hoy— sonrió tranquilizándome y me frotó la espalda—.Sin embargo, trata de mantenerlo todo adentro bebé, ¿quieres unos analgésicos?

—No me duele. Es sólo que me siento muy incómoda— murmuré.

—Oh, ¿puedo probar algo?

La miré y asentí insegura. Lo siguiente que supe fue que Mariana me arrastraba a su habitación y cerraba la puerta detrás de nosotras. Yo seguía quejándome y ahora sí me dolía. Apreté los dientes mientras ella me empujaba suavemente a la cama.

La miré sentada a mi lado, sus ojos mostraban bondad y amor. Era tan hermosa, y yo realmente esperaba que pudiéramos hacer que esta relación funcionara de nuevo.

—Bien bebé, te voy a dar un masaje, ¿de acuerdo?— preguntó mientras levantaba mi top. La detuve inmediatamente y me senté, bajándolo de nuevo y sorprendiéndola.—¿Que pasa Fer?— frunció el ceño.

Me di la vuelta y un rubor se hizo en mis mejillas mientras trataba de evitar su mirada, que resultó ser inútil porque ella sólo me tomó la cara y la giró hacia ella de la manera más tierna posible.

—Háblame— sonrió.

—Yo, sólo...— Suspiré, con ganas de mirarla hacia abajo, pero ella todavía tenía su agarre en mi cara. Me soltó y tomó mis manos en su lugar.

—¿Tú solo qué?— Su voz era tan jodidamente agradable y abierta.

—No quiero que me veas— le contesté, sintiéndome muy consciente de mi misma.

—¿No hemos pasado por esto ya Fer?— preguntó. Asentí y mantuve mis ojos en el suelo, no quería verla decepcionada de mí. Yo no sería capaz de manejar eso.

—Te amo— dijo de una manera sincera, yo creía cada palabra. Parpadee y ella me empujó hacia abajo de nuevo, sin dejar de mirarme si quiera por un segundo.—Eres hermosa— me dijo mientras levantaba mi camisa, hasta justo debajo de mi sujetador. Me dió un besito y aunque fue corto y dulce, me tranquilizó.

Ella miraba mi huesudo y demacrado cuerpo, mis costillas se mostraban claramente y mis huesos de la cadera era agudo y prominente. Mi estómago estaba hundido y lo pronunciaba aún más. Sí, tuve anorexia pero era puramente una pérdida de apetito, por lo que pasó, no porque yo quería verme delgada. Yo no quería esto, fue sólo la forma en cómo terminó.

Me mantuve en sus ojos mientras ella descubría el nuevo aspecto de mi cuerpo, pero su expresión facial nunca cambió, no mostró disgusto como pensé que lo haría... era simplemente normal. Entonces sentí sus frías manos en mi estómago y comenzó a aplicar un poco de presión y masajear.

Cerré los ojos ante la sensación de sus mágicas manos, trabajando y alejando el dolor sin esfuerzo. Sus delicadas manos exploraron todo mi estómago y me encantó la sensación cuando me agarró de la cintura y tiró de mi cuerpo un poco, mientras me frotaba.

—¿Todo bien?— preguntó sonriendo, dejando ver sus dientes tan lindos.

—Mhm— asentí y cerré los ojos de nuevo mientras oía su risita.

—Si te gusta, puedo masajearte la espalda también.

Me encantaría pero ella vería mis huesos, lo flaca que estaba...

—Ni se te ocurra hablar de tu cuerpo de nuevo, señorita— dijo, como si leyera mis pensamientos. Suspiré y asentí.

Terminó su trabajo en mi estómago y luego me di la vuelta para que ella pudiera hacer lo mismo en mi espalda. Volteé la cabeza hacia un lado y apreté las sábanas un poco cuando me levantó la camisa un poco más.

—Fer, uh, esto sería más fácil si pudiera...

—Adelante— le contesté, sabía exactamente lo que estaba pidiendo.

Apreté los puños con más fuerza mientras se subía encima de mí, sus fuertes muslos me agarraron de las caderas bastante bien, no me quejo. Volví a reír, pero no a causa de su risa. Sonreí porque cuando me quejé, ella apretó los muslos como si hubiera sentido algo.

—Eres increíble— suspiré mientras aplicaba más presión. Ella sabía muy bien qué hacer.

—Esa es mi línea— sonrió.

—Bien, entonces ¿cuál es mi línea?

—Oh dios mío Mariana, eres tan caliente...—respondió, riendo entre la frase.

Giré mi cuerpo para poder verla detrás de mi y se rió aún más al ver mi expresión.

—¿Estás bromeando?— Me reí. Ella perdió su sonrisa y negó. Puso el rostro más serio del mundo.—¡Oh dios mío Mariana, eres tan caliente!

—Lo siento, no te escuché— respondió en voz alta.

—¡Oh dios mío Mariana, eres tan caliente!— repetí, ya que mi voz era fuerte de todos modos, cuando traté de incrementar el tono ella me miró.

—¿Oh, en serio?

Esa ya no era su voz...
———

por dios, soy la peor escritora jajsjs perdonen por tenerlos abandonados pero el tiempo me está llevando la carrera, la próxima semana actualizaré más seguido, he estado bastante ocupada :(

gracias por ser pacientes! los quiero.

-pawis :)

LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)Where stories live. Discover now