LUJURIA OCULTA|FERCHA Y MARIANA (ADAPTCIÓN)

capítulo 7

—Paula, ahí está— le susurré a mi mejor amiga.

—¿Dónde?

Paula Olvera, mi mejor amiga. La única persona que conoce todos mis secretos, que mi novia es una idiota y que actualmente he estado sintiendo cosas por mi nueva profesora, claro que Paula nunca me ha criticado o rechazado, en cambio, ella me apoya siempre, es muy genial, además ella ha tenido aventuras con chicas y también me cuenta sobre eso.

—Pelo castaño, blazer azul con pantalones negros, ¿la ves?

—No, aún n... oh wow— ella sonrió, la encontró—¿Es la que nos está mirando? porque es ella...

—Sí, es muy linda... ¡Oh espera, deja de mirar! ¿nos está viendo?

—¿Por qué?— Paula la examinó de pies a cabeza, después se quedó observándola un par de segundos, después mi amiga dirigió su mirada hacía mí.

—¿Por qué la miraste así? ahora me preguntará— dios mío, mi amiga es cero discreta.

—Oh mira, mejor cállate ¡te hice un favor! ahora tendrás algo que hablar con ella— Paula me sonrió—¿te verás con ella ahora, no?

—Sí— solté un suspiro, moría de la vergüenza.

—Diviértete guapa— dijo mientras abandonaba la mesa, me guiñó el ojo como burla y se marchó.

———

—Buenas tardes chicos— oí su voz, todos contestaron a su saludo, no podía verla porque tenía mi cabeza escondida en mis brazos sobre la mesa, no quería tenerla de frente después de que mi mejor amiga la mirara descaradamente, quisiera que la tierra me trague ya.

De repente sentí un pequeño escalofrío recorrer mi espalda, sentía una mirada, levanté mi cabeza y la vi, me observaba con una preocupación inmensa.

—¿Estás bien Fernanda? ¿quieres ir a enfermería?

—Uh, no, me siento bien, lo siento.

Mariana sonrió y continuó con su clase, cuando escribía en el pizarrón de pronto su plumón cayó al suelo, ella se levantó para tomarlo y ¡oh que dios me ayude! podía ver sus glúteos, me sentí un poco caliente pero a la vez tímida, necesito ayuda.

Muy bien, entonces, ¿me atrae mi profesora? ¿o solamente admiro su belleza? bueno, Paula es una choca guapa y la he besado pero no he sentido nada con ella, Liz, bueno por algo es mi novia pero ahora, no siento nada.

—Fernanda... ¿Puedes venir? necesito explicarte sobre tu trabajo que tienes qué hacer—¡no puede ser! tengo que sentarme junto a ella otra vez, está bien, siempre y cuando no nos toquemos.

Me levanté y tomé mi mochila y puse mi silla junto a la de ella, nuestras piernas casi se tocaban así que tomé mi silla y la recorrí un poco más lejos, al parecer ella se dió cuenta porque me miró con una cara de preocupación pero luego descansó su mirada y la puso de nuevo en mi trabajo.

—Bien, aquí tengo tu trabajo que se hizo para hablantes fluidos en el inglés, si quieres tomarlo estaría perfecto, es de tu nivel— sonrió, muy bien, sentí algo dentro de mí y me gusta, puedo afirmar que mi maestra me encanta porque cada vez que me guiñano sonríe siento algo ahí abajo... ¿acaso mi cuerpo le está afirmando a mi mente sobre mis sentimientos? ¡esto no está pasando!—¿Fernanda? ¿te sientes bien? estás temblando.

—Estoy bien... es frío— qué excusa más estúpida.

—Espera, prenderé la calefacción.

—Gracias.