XI

3K 195 19
                                    

ºNarra Gilbertº
Ya pasaron algunos días después de la fiesta de Año Nuevo y Laura y yo hemos pasado casi todo el tiempo juntos.
Estaba haciendo el desayuno para Sebastián, ayer Jack había invitado a Bash a tomar unos tragos y yo lo había traído a casa algo pasado de copas. Ya tenía todo listo cuando Bash llegó a la cocina.

Sebastián: Recuérdame no volver a tomar tequila.
Gilbert: Lo haré, tampoco quiero volver a traerte a casa literalmente cargándote.
Sebastián: Pero vaya que me divertí. Tú te divertiste con Laura?
Gilbert: Si, estuvo increíble. -Dije sonriendo recordando el beso que nos dimos en la fiesta-
Sebastián: Qué fue eso?
Gilbert: Eso qué?
Sebastián: Esa sonrisa.
Gilbert: No es nada.
Sebastián: Algo me dice que te la pasaste muy bien anoche.
Gilbert: Ya te dije que si me la pase bien.
Sebastián: Laura es muy hermosa y divertida.
Gilbert: Por qué lo dices?
Sebastián: Vamos, Blythe, conmigo no tienes que fingir, vi como la mirabas ayer.
Gilbert: Es porque le tengo un gran cariño.
Sebastián: Si, claro. Sabes una cosa? Recuerdo que Jack me dijo que ustedes dos estaban bajo un muérdago el día de la fiesta.
Gilbert: Estabas muy borracho y tal vez oíste mal.
Sebastián: Tal vez, por eso quiero que tú me confirmes si era verdad.
Gilbert: Y qué si lo fue?
Sebastián: Si hubo un beso?
Gilbert: Por qué quieres saber tanto?
Sebastián: Porque me interesa. Anda confiesa, yo no diré nada y hasta te podría aconsejar.
Gilbert: Eres tan... -Suspiré mientras bajaba la mirada sonrojado- Si hubo un beso, contento?
Sebastián: Mucho. Y qué te pareció?
Gilbert: A qué te refieres?
Sebastián: Qué sentiste con el beso?
Gilbert: Fue increíble, además fue mi primer beso.
Sebastián: FUE TU PRIMER BESO?! Dios! Pero si eres un bebé. -Dijo riendo-
Gilbert: No molestes, no tiene nada de malo que nunca haya besado a nadie.
Sebastián: Tienes razón... y me parece tierno que hayan tenido su primer beso los dos.
Gilbert: Creo que solo fui yo.
Sebastián: Te ganó una niña, Blythe. Cómo sabes que no fue su primer beso?
Gilbert: Bueno... el otro día escuché una conversación de Anne y Diana.
Sebastián: Y eso qué?
Gilbert: Hablaban sobre un novio que Laura había tenido en Italia.
Sebastián: Bueno pero un ex novio no es problema. Ahora al menos sabes que ella corresponde a tus sentimientos.
Gilbert: Cuáles sentimientos?
Sebastián: Gilbert, sé hombre por favor, acepta cuando quieres a alguien.
Gilbert: Claro que quiero a Laura.
Sebastián: Me refiero a que aceptes que la quieres de una manera distinta.
Gilbert: Pues, no lo sé.
Sebastián: Desde que la conociste no paras de hablar de ella, y cada que la mencionas te cambia la mirada.
Gilbert: Eso no es cierto.
Sebastián: Admítelo, Laura te gusta.
Gilbert: No.
Sebastián: Si lo admites podré aconsejarte mejor.
Gilbert: Estás loco! Pero admito que tienes razón.
Sebastián: Perdón? No escuché bien.
Gilbert: Me gusta, Laura.
Sebastián: Te lo dije. Ahora solo dime una cosa, cuándo estábamos en el barco hablaste de Anne, ella ya no te gusta?
Gilbert: Creo que no me gustaba, era como una atracción.
Sebastián: Y estás seguro de que con Laura no es así?
Gilbert: Estoy seguro.
Sebastián: Por qué?
Gilbert: Porque con ella es diferente... con ella me siento diferente, es un sentimiento difícil de explicar.
Sebastián: Entonces yo te sugiero que se lo hagas saber pronto.

Ya no hablamos más del tema, pero las palabras de Bash resonaban en mi cabeza, tal vez si tendría que confesar mis sentimientos. Decidí que iría a casa de Laura y hablaría con ella, si me correspondía entonces hablaría con su padre para pedirle permiso de cortejarla.
Terminando el almuerzo me puse en camino a su casa. Cuando llegué me recibió Alfred, me pasó a la sala de estar y llamaron a Laura para que bajara y unos minutos después, ella llegó a la sala, tan hermosa como siempre.

Laura: Gilbert, no esperaba verte aquí hoy. Pasa algo?
Gilbert: En realidad no, es solo que... quiero hablar contigo.
Laura: Claro... dime.
Gilbert: Cómo estás?
Laura: Muy bien. Eso era de lo que querías hablar conmigo?
Gilbert: En realidad no. Bueno yo... te conocí hace poco pero, en cuanto comencé a conocerte más comenzaste a causar extraños sentimientos en mi...
Laura: Gilbert...
Gilbert: Déjame terminar... Entonces yo te quiero, Laura, ese beso que nos dimos el día de la fiesta me hizo darme cuenta de que quiero estar contigo y no espero que me correspondas, solo que necesitaba decírtelo. Laura... Y si tú sientes lo mismo, quisieras intentar formalizar una relación?
Laura: Oh Gilbert! Desde que te conocí me cautivaste por completo, me haces sentir especial enserio, pero, tengo miedo.
Gilbert: No lo tengas, yo estaré para ti siempre.
Laura: Gilbert...
Gilbert: Señorita Laura DeWitt Bukater, usted aceptaría que la cortejara y que formalicemos una relación?
Laura: Señor Gilbert Blythe, acepto, solo si estas dispuesto a hablar con mi padre.
Gilbert: Claro que lo haré. Entonces, ya puedo empezar a nombrarte mi novia?
Laura: Claro que si, Gilbert Blythe. -Me dijo con una sonrisa- Ahora solo tienes que hablar con mi papá...
George: Qué tiene que hablar conmigo? -Llegó su padre interrumpiéndola-
Laura: Ay por Dios, padre, siempre llegas de sorpresa.
George: Laura DeWitt Bukater, hice una pregunta y espero la respuesta.
Gilbert: Señor... bueno yo...
Laura: Gilbert quiere hablar contigo.
George: Muy bien, pasa a mi estudio.

Su padre me guió a su estudio mientras Laura se quedaba en la sala de estar, el padre de Laura pasó primero al cuarto y cerró la puerta después de que entré yo, su semblante era serio y me causaba algo de nervios.

George: Muy bien, Gilbert. De qué quieres hablar?
Gilbert: Bueno señor, yo quiero mucho a su hija.
George: Eso lo sé. Ella también te quiere.
Gilbert: Verá yo, la he conocido más y me he dado cuenta de que es una excelente joven.
George: Eso también lo sé.
Gilbert: Bueno pues, yo quería preguntarle, si usted me daría el permiso de cortejar a su hija e iniciar a formalizar una relación?
George: Gilbert. -Dijo suspirando- Tú sabes que mi historia es algo difícil.
Gilbert: Lo sé, señor.
George: Y que mi hija es lo más preciado que tengo, es mi tesoro, mi felicidad, ella es mi princesa. Y tú vienes a decirme que quieres cortejar a mi princesa?
Gilbert: Le prometo que mis intenciones son buenas.
George: Y no lo dudo, pero desde pequeña ella y yo siempre hemos estado juntos, yo soy su héroe y soy su primer amor. Sé que mi hija está creciendo, y no me acostumbro a que empiece a querer a otro que no sea yo.
Gilbert: Lo entiendo.
George: No lo entiendes, Gilbert, el día que tengas una hija entonces me entenderás. Me es muy difícil soltar a mi princesa y se que no es su primera relación, por lo tanto quiero que no sufra. Sabes algo? Me dolió mucho verla sufrir por alguien, cuando llegamos aquí le recé a Dios porque ella fuera feliz, y sabes que es lo extraño?
Gilbert: Qué es?
George: Que después de eso ella te conoció y desde ese momento volvió a sonreír como antes. Así que quiero que estés consciente de lo que esto significa para mí. Amo a mi hija, y con un gran dolor en mi corazón, te doy mi bendición, Gilbert.
Gilbert: Gracias, señor. Le juro que mis intenciones son buenas.
George: Lo sé, muchacho. Por favor, hazla feliz.
Gilbert: Lo haré, señor.

Nos dimos un abrazo y salimos del estudio, nos dirigimos hacia la sala de estar y vi a Laura con una mirada nerviosa sentada en el sillón.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now