XVIII

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Era ya de noche, Gilbert y Sebastián se habían ido, no había vuelto a ver a Louis, eso me tenía más tranquila.
Sabía que pasaba de la media noche, hoy era un día muy triste, en este día hacían cinco años que mi mamá murió, y cada año me es difícil dormir en este día, la recuerdo a cada momento siempre, pero más en su aniversario luctuoso. Mi papá entro a mi cuarto y se sentó a mi lado en la cama recargando su espalda en el respaldo de la misma y abrazándome tiernamente, desde hace cinco años en este día siempre hace lo mismo.

George: Cómo te sientes, mi niña?
Laura: Estoy mejor, ya quiero salir de esta cama.
George: Solo un día más.
Laura: Qué pasó con Louis?
George: Necesito que estés tranquila para hablar de este tema y sobre todo que mantengas tu mente abierta.
Laura: De acuerdo.
George: Louis quiere estar contigo de nuevo, me ofreció una disculpa y dijo que se disculparía contigo, ha madurado y quiere establecer un compromiso. Claramente le dije que estás con Gilbert, me dijo que no intentaría nada, pero que al menos quiere ser tu amigo.
Laura: Ay por Dios! Después de lo que pasó viene aquí tranquilamente a decirte eso, no puedo creerlo.
George: Cariño, todas las personas pueden cambiar, no estoy de su lado, solo digo que deberías aceptar sus disculpas, él se mostró muy sincero conmigo... además aceptó que tú no dejarás a Gilbert.
Laura: Lo pensaré, porque yo no le creo sus palabras.
George: Yo te doy ese consejo, además si ya lo superaste no tiene que haber resentimientos entre ustedes. No te obligaré a ser su amiga, pero al menos deberían estar bien, porque tú sabes que lo terminarás viendo en una fiesta o en algún otro lugar.
Laura: Tienes razón. Mañana hablaré con él.
George: Eres la mejor hija del mundo.
Laura: No, claro que no. Tú eres el mejor papá del mundo.
George: Tuve mucho miedo de que me dejarás para siempre, no sabes cuanto le pedí a Dios para que despertaras.
Laura: Nunca te dejaré, papá.
George: Sabes? El día de tu accidente recibí una visita.
Laura: De quién?
George: La señora Rachel Lynde, la conoces?
Laura: Creo que la conocí en la fiesta... A qué se debió su visita?
George: Ella me dijo que debía casarme y que estaba dispuesta a buscarme una esposa.
Laura: Y tú...quieres hacerlo?
George: Tu madre fue el amor de mi vida... era mi esposa, mi compañera, mi confidente y mi mejor amiga. La amé tanto, aún la amo, creo que nunca dejaré de amarla.
Laura: Eso no responde a mi pregunta, padre.
George: No puedo casarme, más bien, no quiero casarme, siento que estaría traicionando a tu madre.
Laura: Si no quieres hacerlo entonces no lo hagas.
George: La señor Lynde me dijo qué tal vez te hacía falta el amor maternal y que una mujer haría bien a tu educación.
Laura: Papá, yo no necesito nada de eso porque tuve una madre que siempre me dejó en claro cuanto me amaba y que en el tiempo que la tuve conmigo, me educó para ser una mujer de bien.
George: Lo sé.
Laura: Qué le dijiste a la señora Lynde?
George: Le dije que yo amaba a tu mamá y que no necesitaba una mujer, porque desde hace cinco años que estoy solo y yo se que te he educado bien.
Laura: Claro que lo has hecho. Mamá está muy orgullosa de ti.
George: Lo sé... aunque gran parte de tu educación en fiestas y en hacer ruido debo agradecérselo a Jack.
Laura: Hay cosas que solo mi tío puede enseñarme.
George: Si claro y hay otras que no quiero que aprendas de él nunca. -Dijo riendo y haciéndome reír a mi también-
Laura: Extraño a mí mamá.
George: Yo también la extraño demasiado.
Laura: Cuéntame como la conociste.
George: Otra vez? Conoces la historia de memoria.
Laura: Si pero me gusta como la cuentas tú.
George: De acuerdo. -Dijo con una sonrisa- Yo llegué aquí a un viaje de negocios, recuerdo que tu abuelo acababa de fallecer y tenía que encargarme de las empresas. Terminé el asunto de ese negocio de exportación y salí a caminar. Iba a entrar a una pequeña cafetería y cuando tomé la perilla de la puerta alguien la abrió desde adentro y me dio en la nariz. -Dijo riendo- Y una joven tomó mi rostro preocupada y me pregunto si estaba bien, la vi y era hermosa, me dejó cautivado desde ese momento, le dije que estaba bien y que no se preocupara, después comenzamos a reírnos y sus amigas la llamaron, le pregunté su nombre y si le podía invitar un café, ella me dijo su nombre, pero me dijo que si lograba encontrarla después de ese día aceptaría mi invitación. Así que después de ir a revisarme el golpe en la nariz, la busqué como un loco hasta que me dijeron de Avonlea, no sabes la vergüenza que fue tocar de puerta en puerta, hasta que llegué a su casa y ella me abrió. Después aceptó mi invitación, nos hicimos novios, nos casamos y llegaste tú un año después. Siempre le agradeceré a tu madre por darme el mejor regalo de mi vida.
Laura: Y él tío Jack que dijo cuando te conoció?
George: Me agradeció porque me llevaría a su hermana y luego de que tu madre le lanzara una mala mirada, él me dijo que era broma y me dijo que cuidara a su hermana... Él la quería demasiado y ella a él.
Laura: Cuéntame del día de la boda.
George: Pues nos casamos en Inglaterra.
Laura: Eso ya lo sé... Quiero que me cuentes de ese día con detalles.
George: De acuerdo, de acuerdo. Bueno ese día desperté y me sentí demasiado feliz, bajé a desayunar y vi a tu tío tirado en un sillón llorando porque no tenía acompañante para la boda, mi madre, o sea tu abuela lo abofeteo y le dijo que ella le conseguiría una pareja pero que dejara de llorar...

Y así pasó el resto de la noche, mi papá contando historias sobre mi mamá y yo escuchándolas con mucha atención y recordando a mi madre en todo momento.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now