XX

951 57 0
                                    

Enero estaba llegando a su fin y con esto, terminaba el primer trimestre del embarazo de Laura. Hoy era sábado y habíamos acordado ir a Charlottetown a comprar las cosas del bebé, especialmente lo más necesario. Yo esperaba en la sala de estar a que mi esposa estuviera lista y también a que llegaran mi suegro, Jack, Bash y Delphine, todos venían a cuidar a Bailey, ya que, no podría ir con nosotros, decidimos dejarla al cuidado de mi suegro y cuando Jack se entero quiso venir e invitó a Bash, así que, todos vendrían a cuidarla. Tocaron a la puerta y Sophie fue a abrir y en unos minutos, ya todos estaban en la sala de estar.

George: Hola, Gilbert.  Dónde está la pequeña a la que cuidaremos?
Gilbert: Está arriba con Laura.
Sebastián: Delphine estaba emocionada por llegar, ya quiere ver a Bailey.
Jack: Y yo estaba emocionado por llegar para decirte que como niñero, cobro 20 dólares la hora, pero, por tratarse de ti, solo te cobraré 15.
Gilbert: Bien, supongo que no necesitaré tus servicios.
Jack: Solo por esta vez me quedaré a cuidar a Bailey sin que me pagues.
Gilbert: Y por qué no vino Emily?
Jack: Estaba muy ocupada.
Sebastián: Lo dejaron solo.
George: Y no encontraba que hacer, así que, se invitó a venir. Laura sigue tardando mucho en arreglarse?
Laura: Hay cosas que nunca cambian, papá. -Entró en la sala de estar- Hola a todos.
George: Oh cariño, te ves espectacular.
Laura: No me veo gorda?
Jack: Tu panza no ha crecido mucho, te miras muy tierna.
George: Eso es cierto, hija. Y miren aquí está la pequeña Bailey. -Dijo tomándola en brazos- Bueno, definitivamente ya no tan pequeña.
Sebastián: Ya creció.
George: Y es toda una damita.
Laura: Bien, ya nos vamos, regresaremos más tarde.
Jack: Claro, vayan tranquilos.
Sebastián: No deben de preocuparse por nada.
Gilbert: Recuerden darle de comer y...
George: Y sacarla al jardín, lo sabemos. Bailey estará bien, váyanse ahora o se hará tarde.
Laura: De acuerdo, nos vemos.

Salimos de la casa y subimos al carruaje para ir directo al pueblo, al llegar, le pedimos a Dominic que volviera más tarde por nosotros, pues nos tardaríamos un poco haciendo todas la compras. Comenzamos entrando a una tienda que, pensamos, tendría lo más básico y un amable hombre nos recibió.

X: Buen día, puedo ayudarles?
Gilbert: Buen día, estamos buscando algunas cosas para la llegada de nuestro bebé, papel tapiz, alguna mecedora, un coche para bebé, algunos muebles y muy posiblemente también llevaremos decoración para la habitación.
X: Muy bien, están en el lugar indicado, síganme y les mostraré todo.

El hombre nos llevó primero a escoger un coche para bebé y después recorrimos toda la tienda hasta encontrar todo lo que buscábamos. Cuando por fin terminamos, yo me acerqué para pagar todo lo que compramos y me ofrecieron llevar todo hasta nuestra casa y no me negué, pues eran demasiadas cosas como para llevarlas nosotros. Salimos de la tienda y fuimos directamente con un carpintero para encargarle una cuna y cuando salimos de ahí, entramos a otra tienda para comprar un poco de ropa para el bebé, aún no sabíamos si sería niño o niña, así que compramos la ropa en colores neutros, decidimos que sólo compraríamos un poco de ropa y cuando naciera, volveríamos para comprar más. Cuando por fin terminamos con todas las compras, nos dispusimos a esperar a Dominic y nos encontramos con Anne y la señorita Marilla.

Marilla: Buen día, Gilbert. Buen día, Laura.
Gilbert: Buen día, señorita Marilla.
Marilla: Cómo te sientes, querida?
Laura: Muy bien, señorita Marilla, tengo algunos malestares, pero es normal.
Anne: Te ves hermosa con tu pequeña barriga.
Laura: Gracias, Anne.
Marilla: Y supongo que estás muy entusiasmado o no Gilbert?
Gilbert: Así es, ambos estamos muy emocionados.
Marilla: No es para menos, un bebé siempre trae felicidad.
Anne: Laura, te sientes bien?

Miré a mi esposa y ella estaba pálida y se tocaba la cabeza con delicadeza mientras cerraba sus ojos.

Marilla: Estás pálida, pasa algo?
Laura: Estoy bien.
Gilbert: Linda, será mejor que regresemos a casa.
Laura: Pero...
Marilla: Gilbert tiene razón, tal vez estás muy cansada.
Gilbert: Vamos, cariño.

Apenas comenzamos a caminar, ella se desvaneció en mis brazos y yo la cargué para llevarla al consultorio del doctor Ward. Al llegar, no había ningún paciente, así que el doctor Ward nos recibió de inmediato, le recostó y luego la despertó. Ella se levantó poco a poco y nos miraba confundida.

Laura: Qué pasó?
Doctor: Te desmayaste... que bueno que estaban en el pueblo y Gilbert te trajo inmediatamente.
Laura: El bebé está bien?
Doctor: Tranquila, él bebé está perfecto. Los desmayos son muy normales en el embarazo, probablemente se deba a que te agotaste por caminar demasiado.
Laura: Pero estaré bien?
Gilbert: Claro que si, cariño, solo necesitas descansar.
Doctor: Así es, entonces vaya a casa y relájese, usted y el bebé lo necesitan.
Laura: De acuerdo, muchas gracias, doctor Ward.

Salimos del consultorio y subimos al carruaje para irnos directo a casa. El viaje fue tranquilo, Laura descansaba su cabeza en mi hombro y yo acariciaba tiernamente su mano. Al llegar a casa, la ayudé a bajar y todos fueron a recibirnos, pero se preocuparon un poco al ver a mi esposa algo débil.

George: Todo bien, Gilbert?
Gilbert: Si, solo que Laura necesita descansar.
Jack: Te ayudó a llevarla a su cuarto.

Jack me ayudó a llevarla hasta nuestra habitación y salió de ahí para dejarnos solos un momento, recosté a Laura y me quedé con ella hasta que se durmió y después bajé con los demás a la sala de estar.

George: Qué pasó?
Gilbert: Laura sufrió un desmayo en el pueblo.
Sebastián: Qué?!
Jack: Eso es grave?
Gilbert: No, ella estará bien, el desmayo fue porque probablemente se cansó de tanto caminar, solo necesita recuperar fuerzas.
George: Entonces nos iremos para dejarla dormir... Puedes avisarme si necesitan algo.
Gilbert: Claro, muchas gracias.

Yo los acompañé hasta la puerta y cuando se fueron, subí a mi habitación para estar con mi esposa.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now