XXIII

1.6K 125 3
                                    

ºNarra Lauraº
Bash y yo llegamos a la lavandería, nos quedamos en el umbral de la puerta, muchas mujeres de color voltearon a vernos raro, en especial a mi.

Sebastián: Buenas tardes, señoritas, tengo que ser honesto.
X: Eso espero, el ultimo hombre que trato de robarnos se fue de aquí con menos de lo que traía.
Laura: No queremos robar su tranquilidad.
Sebastián: Nuestra situación puede serles un desafío.
X: Pues entren con su desafío y cierren la puerta.

Bash y yo entramos y todas comenzaron a asquearse por el mal olor que, debo admitir, los dos teníamos.

Sebastián: Hace calor, como en un perfecto lunes de carnaval.
X: Si no tuviera que olerlo, podría oírlo hablar todo el día. -Dijo una señora regordeta-
Sebastián: Tiene suerte de tener un lugar cálido en este invierno cala huesos. -La mujer que nos recibió lo miró mal-
Laura: No creo que hayas utilizado las palabras correctas, Bash.
X: Qué tengo suerte?
Sebastián: Si.
X: Tengo suerte de trabajar aquí todo el día encorvada para lavar la tierra y cosas peores de la ropa interior apestosa de otras personas?
Sebastián: Ya que lo pone así...
X: Cinco centavos la prenda, con almidón y planchado.
Sebastián: Espero que no le moleste que se lo diga, pero es muy bonita. Como un mango que brilla bajo el sol.
X: Si me molesta. Por qué los hombres creen que las mujeres esperamos que vengan con cumplidos? Estoy trabajando.
Sebastián: Perdón, antes era bueno en esto.
X: Bueno en qué? En dejar tu ropa sucia.
Sebastián: En hablar con damas, me hace falta práctica.
X: Pero mucha, porque eso de venir con tus mangos y tu suerte de estar aquí.
Sebastián: Perdón, por un momento me hizo olvidar mis problemas.
X: Bueno... denme sus cosas.
X: Pero rápido, no tienes nada que Jocelyn no haya visto muchas veces. -Dijo la misma señora regordeta de antes-
X: No me molestaría verlo otra vez. -Dijo la mujer que llamaron Jocelyn-
Laura: Perdonen, hay algún lugar donde pueda quitarme el vestido?
X: Qué hace en un barrio cómo este?
Laura: Está prohibido venir?
X: No, pero véase.
Laura: Lamento si me presento llena de fango y mal olor...
X: No me refiero a eso, ese vestido no es nada barato, puedo asegurar que ese vestido vale lo que yo he ganado en 3 años, además, usted parece una persona refinada, señorita. Qué hace rebajándose con personas como nosotros?
Laura: Bueno, acompañe a mi amigo, y en lo personal, no me estoy rebajando con nadie, ustedes son personas como yo, no veo el porque me estaría rebajando con ustedes, señoritas.
X: Cuál es su nombre?
Laura: Laura DeWitt Bukater.
X: Vaya! Gran apellido... tiene mucha influencia.
Laura: Solo dígame Laura.
Sebastián: Su apellido es difícil, pero es una gran persona... creo que les gustará más su compañía que la mía.
X: Te creo. Muy bien Laura, al fondo hay un pequeño cuarto, cámbiate ahí, no creo que tengamos los materiales suficientes para poder lavar su vestido. -Dijo mientras me daba un vestido color rojo- Este lo dejaron aquí.
Laura: De acuerdo, ya no necesito mi otro vestido, le pagaré por este. -Y me fui al cuarto que me indicaron. Cuando salí me acerqué a Bash y la señorita que aún no decía su nombre me pidió el vestido-
X: Intentaré quitarle un poco las manchas.
Laura: Está bien, no lo necesito. Le pagaré por este vestido.
X: Típico de los ricos.
Laura: Disculpe? A qué se refiere?
X: Ustedes van por todo el mundo paseándose, comprando cosas que no necesitan, resolviendo todo con dinero. Para ustedes es muy fácil, si un vestido se mancha solo lo tiran y compran otro o algunos ni siquiera los tienen que manchar para tirarlos. Y si necesitan algo vienen aquí, a restregarnos en la cara como ustedes compran el mundo mientras uno lucha para poder llevar comida a la mesa.
Sebastián: Le aseguró que esta señorita no es así, ella trata a todas las personas por igual y nunca le restriega a los demás lo que tiene.
X: Si, empiezo a darme cuenta de eso, cualquier otro me hubiera golpeado por lo que le dije. -En ese momento la puerta se abrió dejando ver a Gilbert-
Gilbert: Los estuve buscando por todas partes. Por qué la trajiste a este lugar, Bash?
Sebastián: Ella me dijo que vendría.
Gilbert: Debiste de haberla dejado en el consultorio. Sabes lo peligroso que es este barrio para ella?
Laura: Gilbert, yo le pedí venir.
Gilbert: Por qué? Te dije que me esperaras.
Laura: No quería dejar solo a Bash.
Gilbert: Por Dios! Ven aquí. -Dijo abrazándome y dándome un beso en la frente- Sabes lo preocupado que estuve por ti, cariño?
Laura: Lo siento.
Gilbert: Está bien, solo no vuelvas a asustarme así. -Miró a las personas que estaban a nuestro alrededor y le habló a Sebastián- Qué pasó? Por qué estás semidesnudo en un lugar lleno de mujeres?
Sebastián: La fortuna por fin me sonrió. Qué tal? Señoritas, él es mi amigo, mi socio y el novio de esta señorita que llegó conmigo, Gilbert Blythe.
Gilbert: Disculpen, perdonen.
X: Y tú eres? -Dijo viendo a Bash-
Sebastián: Me llamo Sebastián, puede llamarme Bash, Bastian, Trini, como quiera.
Gilbert: Resulta que no hay tren hasta mañana, necesitamos buscar un hotel, nos recomiendan uno?
X: Qué reciba gente negra? Buena suerte. -Dijo una de las señoras mientras doblaba una prenda-
X: Yo conozco a alguien. -Habló la señorita que me pidió mi vestido- Que tiene una habitación, ella se la renta a los necesitados. -Se acercó a Sebastián y le dió un pantalón- Nunca vinieron por esto.
Sebastián: Por qué habrá sido? -Dijo extendiendo el pantalón que tenía rayas azules y blancas-
X: Es lo que puedo ofrecer.
Sebastián: Cuál es el nombre de la persona que recibe viajeros desvalidos?
X: Mary. -Dijo ella presentándose-
Sebastián: Pues es un placer conocerla, señorita Mary.

Mary nos llevó hasta su casa y nos instaló en el cuarto, Sebastián durmió en el suelo y me dio la cama.

Gilbert: Y dónde dormiré yo?
Sebastián: Afuera. -Rió-
Gilbert: Muy gracioso.
Sebastián: Por qué no duermen juntos?
Gilbert: Qué?
Sebastián: No tiene nada de malo, son novios, además, no harán nada malo o si?
Laura: No! Claro que no. -Dije totalmente roja- A mí no me molesta.
Gilbert: Segura? Puedo dormir con Bash en el suelo.
Laura: Vamos, ven aquí. -Le di unas palmadas al espacio vacío de la cama, Gilbert se acosto y se cobijó cuando entró Mary a la habitación-
Mary: Cómo están los tres? Ya no tienen hambre?
Gilbert: Ni apestamos, gracias por dejarlo darse un baño. -Señaló a Bash con la cabeza-
Sebastián: Si, bendita sea Mary, es un Ángel.
Mary: Te traje tu recibo. -Sebastián tomó el recibo y le extendió dinero- Me diste demasiado...
Sebastián: Esperaba un desayuno, tal vez.
Mary: Pues si, sé cocinar bien. Buenas noches a los tres. -Mary se fue y Sebastián volvió a acostarse-
Gilbert: Bendita seas mi Ángel. -Dijo haciéndome reír-
Laura: Bash está enamorado.
Sebastián: Búrlense si quieren. Pero ustedes están mas enamorados que yo.
Gilbert: También sueno así cuando hablo de mi novia?
Sebastián: Suenas peor, y te cambia hasta la mirada, al igual que ella. Jack tiene razón, derraman miel. -Y se volteo para dormir-

Gilbert apagó la luz y se acomodó boca arriba en la cama, estaba nervioso, así que lo abracé, él sonrió y se volteo para darme un pequeño beso y desearme buenas noches, después de eso caí profundamente dormida-

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now