XLIII

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~Algunos años después~

ºNarra Lauraº
A mis 33 años, estaba agradecida por tener a mis 3 hijos y un esposo que me ama, habían pasado 6 años desde el nacimiento de los mellizos, y estos años han sido maravillosos, amé verlos crecer, decir sus primeras palabras y dar sus primeros pasos y al igual que su hermano, iniciar sus estudios en casa, eran unos niños muy bien educados igual que George, Amal era idéntica a mi, una niña que sabia comportarse en cada lugar al que iba, era inteligente y además encantadora. John era igual a su padre, más independiente, le gustaban las aventuras y aprovechar cada día al máximo, le interesaba la medicina y al igual que su padre, quería irse a explorar el mundo. George ya era casi un joven, a sus 11 años era un hijo encantador, al igual que todos era inteligente y siempre expresaba sus ideas o lo que sentía, definitivamente él tenía algo de ambos, se parecía a mí y a su abuelo porque se interesaba en el mundo de los negocios, tenia carácter y firmeza al hablar, pero también compartía la idea de viajar por el mundo, al igual que su padre y su hermano. Por ahora todos estábamos bien, yo estaba orgullosa de mis 3 hijos y de como se habían desarrollado en estos años y sé que Gilbert piensa igual que yo.
Hoy, iríamos a casa de mi padre, tenía algunos meses de estar enfermo y queríamos estar con él, íbamos casi todos los días, pero yo quisiera verlo siempre. Salimos todos y fuimos directo a mi antigua casa, Bailey venía con nosotros como siempre, a ella le gustaba pasar su tiempo con mis 3 hijos y ellos la adoraban. Llegamos a la casa y todos bajamos, entramos directo a la sala de estar y me sorprendió ver a mi tío llorando acompañado de su esposa, al vernos se levantó y mandó a mis hijos con la señora Adelina, ella se los llevó a la cocina y quedamos solo los adultos.

Laura: Tío, qué pasa?
Jack: George está mal.
Laura: Si, pero saldrá de esto con nuestro apoyo y...
Jack: No, no me refiero a que ya estaba mal, me refiero a que empeoró en la noche, quiere hablar con nosotros, incluso me mandó a buscarte, qué bueno que estás aquí.
Laura: Qué?
Gilbert: Tal vez solo sea un recaída, iré a revisarlo.
Laura: Si, por favor.

Gilbert se fue y nosotros nos sentamos para que mi tío y Emily me explicaran con más calma lo que sucedió, entonces entendí que mi padre de verdad estaba muy mal, me preocupaba lo que pudiera pasar, pero yo tenía la esperanza de que solo era alguna enfermedad pasajera. Gilbert, llegó luego de unos minutos.

Laura: Y bien?
Gilbert: Cariño, yo... no sé como decirles.
Laura: Solo dilo, Gilbert! Qué le pasa a mi papá?
Gilbert: Si está muy mal, no creo que haya algo que hacer.
Laura: No, eso no es cierto, aún podemos hacer algo. -Las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos-
Gilbert: Linda, tienes que ser fuerte. Yo... yo no creo que George pase de esta noche.

Y fue ahí cuando comencé a llorar, mi tío y Emily también lo hicieron y Gilbert me abrazó muy fuerte.

Laura: Mi papá no...
Gilbert: Sé que te duele, linda. -Alguien me tocó el hombro y lo miré-
George: Qué pasa? Por qué todos están llorando?
Laura: Yo...
Gilbert: Su abuelo quiere hablar con nosotros. Qué tal si vamos a verlo?
Amal: Si, vamos!

Ellos subieron corriendo las escaleras y yo me calmé un poco antes de seguirlos junto con Gilbert, llegamos a la habitación y entramos, los niños rápidamente corrieron a abrazar a su abuelo.

George: Pero si son mis adorables nietos! No saben como los he extrañado.
George N: Y nosotros a ti, abuelo.
Amal: Si, extrañamos tus historias!
John: Y también que juegues con nosotros.

Ellos siguieron hablando y Gilbert y yo solo los veíamos, luego de unos minutos, mi padre les pidió que se sentaran y lo escucharan.

George: Yo solo quiero decirles que ustedes son los mejores nietos que un abuelo podría tener.
Amal: Y tú eres el mejor abuelo!
George: Amal, mi adorada pequeña, gracias por considerarme el mejor abuelo y gracias por todos los momentos que hemos pasado juntos, eres idéntica a tu madre y también a tu abuela, ella estaría feliz de tener una nieta tan inteligente y hermosa. -La abrazó y luego miró a John- Y John, tú definitivamente me haces reír mucho, eres el compañero de travesuras de Jack y espero que sepas que me enteré que te robaste mis galletas -Rió- Gracias también a ti por alegrarme mis días junto con tus hermanos. -También lo abrazó y por último le habló a George- George, no puedo explicar lo orgulloso que estoy de ti, te vi crecer y convertirte en un joven muy inteligente, definitivamente algún día llevarás las empresas de la familia mucho más lejos que yo, espero que hayas aprendido junto a mí y prométeme que seguirás aprendiendo junto a tu madre.
George N: Si lo haré, abuelo.
George: Bien, ahora denme un abrazo los tres por favor. -Todos lo abrazaron- Los amo con todo mi corazón.

Luego de un tiempo, él les pidió que fueran a jugar para poder hablar con Gilbert y Jack, así que yo bajé con ellos y le pedí a mi tío que subiera.

ºNarra Gilbertº
Me quedé en la habitación junto a mi suegro y no pasó mucho tiempo antes de que Jack llegara, se sentó junto a mí y miró a mi suegro.

Jack: Enserio que te ves viejo, George. -Dijo haciendo que riera-
George: Siempre buscas la manera de hacerme reír, Jack, y agradezco que hayas estado junto a mí después de la muerte de tu hermana, sin tus chistes, bromas, travesuras y todo lo demás, yo no sé que habría hecho. Quiero decirles, que yo me iré tranquilo, porque sé que dejo a mi hija en unas excelentes manos. -Me sonrió- Gilbert, muchas gracias, gracias por hacer feliz a mi más grande tesoro y gracias por estar siempre para ella, por favor, ahora que me vaya necesito que le des todo tu apoyo, podrías hacer eso por mí?
Gilbert: Siempre, señor.
George: Te quiero, hijo.
Gilbert: Yo también lo quiero.
George: Jack, sé que estarás bien, porque tienes a una mujer maravillosa que estará contigo y que impedirá que te embriagues. -Sonrió- Pero te voy a extrañar mucho, nunca dejes de ser como eres, tú siempre me recordaste que es importante divertirse y te agradezco que siempre estuvieras conmigo y con mi hija, gracias por ser un gran tío y un gran cuñado.
Jack: Te quiero, George, pero por favor, no te vayas.
George: Tengo que hacerlo... Pueden decirle a mi hija que necesito hablar con ella?
Gilbert: Claro.
George: Gracias.

Jack y yo salimos del cuarto al borde de las lágrimas, cuando llegamos abajo, Laura se encontraba hablando con los niños y Sebastián había llegado.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now