XVII

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Me levanté por las terribles náuseas matutinas, y como siempre, Bailey. se levantó conmigo. Ni siquiera había amanecido cuando yo ya estaba despierta y luego de alguna horas las náuseas desaparecieron y yo no tenía nada de sueño. Comencé a caminar por la casa, hasta llegar a la habitación vacía que estaba justo al lado de la habitación de Gilbert y mía, abrí la puerta y Bailey entró a la habitación corriendo, yo me quedé en la entrada y comencé a imaginar como sería esa habitación con una cuna, juguetes, algunos muebles y muchas cosas más. No supe cuanto tiempo estuve ahí parada, pero de pronto, unas manos envolvieron mi cintura y alguien se recargó en mi hombro. No me sorprendí, sabía que se trataba de Gilbert, él besó mi cuello para después voltear hacia la habitación.

Gilbert: Qué estás haciendo aquí?
Laura: Nada, solo estoy mirando.
Gilbert: Una habitación vacía?

Y en ese momento, mi mente me dió una gran idea para darle la noticia a Gilbert. El corazón me empezó a latir muy rápido y una sonrisa apareció en mi rostro.

Laura: Cuál color crees que necesitaremos, el azul o el rosa?
Gilbert: Azul o rosa? Por qué lo dices?
Laura: Por nada, papá.

Y me di la vuelta para salir de la habitación, vi que Gilbert solo se quedó parado en el mismo lugar, así que yo comencé a bajar las escaleras para ir a la sala de estar. Cuando llegué abajo, escuché unos pasos apresurados ir detrás de mi, para poder alcanzarme y pararse justo frente a mí, Gilbert, me tomó de la cintura, tenía los ojos cristalizados, estaba temblando, pero también sonreía, yo solo le sonreí de vuelta.

Gilbert: Dijiste... dijiste papá?
Laura: Así es.
Gilbert: Enserio?
Laura: Si.
Gilbert: Voy a ser papá?
Laura: Vas a ser papá, cariño.

Y para ese punto, yo también estaba llorando. Él me abrazó para después levantarme un poco del suelo. Estuvimos abrazados mucho tiempo y después él me miró, yo limpie las lágrimas que le habían salido y sonrió.

Gilbert: Te amo, linda.
Laura: Yo te amo más, cariño.
Gilbert: Pero, cuando te enteraste? Cuánto tiempo tienes? Has tenido síntomas? Sientes algo ahora? Te sientes bien? Quieres que vayamos al doctor?
Laura: Cariño, tú eres doctor.
Gilbert: Es cierto! Lo siento, linda, estoy aún en shock.
Laura: No te preocupes.
Gilbert: Entonces, responderás mis preguntas?
Laura: Me enteré ayer, ya tenía sospechas, pero ayer lo confirmé. El doctor dijo que aproximadamente tengo un mes de embarazo, claro que he tenido síntomas, ahora no siento más que felicidad y me siento perfectamente bien. Además, el doctor Ward vino ayer y dijo que todo estaba perfecto.
Gilbert: Ese fue el motivo por el cual ayer se fue repentinamente del consultorio?
Laura: Así es. Diana, mandó a Fred a buscarlo para que viniera.
Gilbert: Ay linda, no sabes lo feliz que me haces! Quiero que todo el mundo se entere que vamos a ser papás.
Laura: Muy bien, solo procura que mi papá no se entere porque planeo decírselo de una forma más especial.
Gilbert: Y puedo decirle a Bash?
Laura: No.
Gilbert: Por qué?
Laura: Porque si Sebastián se entera, se lo contará a mi tío y si mi tío lo sabe, entonces se lo contará a mi papá.
Gilbert: Cierto, entonces esperaré.
Laura: Muy bien. Podemos ir a desayunar? Tengo mucha hambre.
Gilbert: Vamos, linda.

Gilbert y yo caminamos a la cocina seguidos por Bailey, que había observado, algo confundida, toda la conversación, Gilbert, la tomó en brazos y comenzó a acariciarla.

Gilbert: Bailey, voy a ser papá y tú tendrás a un hermano o hermana.

Llegamos en la cocina y él dejó a Bailey en el suelo para ponerle comida en su plato. Yo me senté en el comedor y pronto Olivia y Grace entraron a servir el desayuno seguidas por Gilbert, quien se sentó a mi lado.

Gilbert: A ellas si puedo decirles, linda?
Laura: Ellas ya lo saben.
Gilbert: Enserio?
Laura: Vieron al doctor aquí ayer.
Gilbert: Pero puedo decirles?
Olivia: Puede decirnos señor, adelante.
Gilbert: Señoras, voy a ser papá!
Olivia: Muchas felicidades, señor!
Grace: Nos alegramos mucho por ustedes!
Olivia: Cuando la señora nos lo dijo, no podíamos creerlo.
Gilbert: Yo estuve en shock algunos segundos.

Grace y Olivia se retiraron y nosotros comenzamos a comer. Gilbert, estuvo haciendo preguntas y hablando sobre el bebé y cuando terminamos fuimos a la sala de estar y él mandó llamar a Lily, Sophie y Amy.

Gilbert: Buen día, no sé si ya están enteradas... ellas también lo saben, linda?
Laura: No, aún no.
Gilbert: Bien, entonces serán las primeras personas a las que yo les daré la noticia. La noticia es que mi esposa y yo, estamos esperando un bebé!
Lily: Ay por Dios! Muchas felicidades señores Blythe.
Sophie: Que emoción! Un bebé en la casa.
Amy: Muchas felicidades!
Gilbert: Gracias por sus palabras. Bien, como ustedes saben, mi esposa es algo... inquieta.
Laura: Oye!
Gilbert: Es la verdad, querida. A ella no le gusta estar todo el tiempo sin hacer nada, pero, por su propio bien y él de nuestro bebé, la encomiendo a ustedes para que la cuiden. Está prohibido que ella haga cualquier mínimo esfuerzo, está claro?
Lily: Si, señor Blythe.
Gilbert: Bien, entonces ya pueden retirarse, muchas gracias.

Las tres mujeres se fueron y yo me quedé con Gilbert en la sala.

Laura: Entonces no podré hacer nada?
Gilbert: Nada, linda.
Laura: Gilbert, no voy a romperme.
Gilbert: Cariño, solo quiero cuidar de ti y de nuestro hijo.
Laura: Está bien.
Gilbert: De acuerdo, entonces, me voy a trabajar.
Laura: Ve con cuidado.
Gilbert: Si, linda. Nos vemos en la noche.
Laura: Hasta la noche.

Gilbert, se fue y yo me senté en el sillón y a los poco minutos, Bailey, se sentó a un lado mío.

Laura: Parece que ya no serás solo tú, Bailey. -Ella me miró- Pero, por ahora seguiremos siendo solo nosotros.

Me levanté para ir a la cocina, obviamente la cachorra me siguió y juntas entramos en la cocina para encontrarnos con Grace y Olivia.

Olivia: Necesita algo, señora?
Laura: No, muchas gracias.
Grace: El señor Blythe estaba tan emocionado. La noticia le cayó de maravilla, verdad?
Laura: Si, ambos estamos muy felices.
Grace: No es para menos.
Laura: De echo, venía a decirles que subiré a mi habitación para dormir un poco, tengo demasiado sueño.
Olivia: Claro, eso es normal en el embarazo.
Laura: Si?
Olivia: Así es. Vaya a descansar, señora.

Salí de la cocina, de nuevo seguida por Bailey y me fui directo a mi habitación. Al llegar, inmediatamente me acosté en la cama y no tardé en sentir unas nariz húmeda en mis manos, Bailey se recostó a mi lado y en poco tiempo me quedé dormida.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now