XXII

1.6K 116 0
                                    

Después de que el doctor terminó de curar a Bash, atendió a Gilbert y lo despertó, este nos miró confundido a mí y al doctor.

Sebastián: No creo que la medicina sea lo tuyo, Blythe.
Gilbert: Qué pasó?
Doctor: Te desmayaste... Quieres ser doctor, eh?... Seguro? Nunca es bonito.
Sebastián: Tiene facilidad, casi siempre.
Doctor: Pues son buenas noticias. -Dijo ayudando a Gilbert a levantarse y él me ayudó a mi-
Sebastián: Últimamente siempre está leyendo. -Terminó de poner su suéter- Listo Blythe?
Gilbert: Doctor, necesita un aprendiz? Tal vez pueda ayudarle aquí de vez en cuando y a cambio puede ayudarme a hacer mi plan de estudios. Prometo no volver a desmayarme. -Sebastián y yo reímos por lo último que dijo-
Doctor: Será un privilegio ser tu mentor, ya había pensado en compartir mi conocimiento un día.
Sebastián: Ah arreglado. Ahora vamos al fangal.
Doctor: Nunca había visto tanta prisa para ir a un barrio bajo.
Sebastián: Me imaginó un barrio hermoso donde las personas negras bailan en la nieve. -Dijo riendo-
Doctor: Oh, está bien. Le di un poco de laúdano.
Sebastián: Cuánto le debo, doctor?
Doctor: No es nada, si Gilbert se queda a limpiar. Tengo tiempo hasta mi siguiente paciente si quieres que empecemos a platicar.
Gilbert: -Nos miró a mi y a Sebastián- Nos podemos ver aquí en una hora?
Sebastián: Mejor ve a buscarme, a ver si me encuentras. Me voy a mezclar. -Dijo riendo de nuevo-
Laura: Muy bien, fue un placer conocerlo doctor. Nos vemos en unas horas, cariño.
Gilbert: Alto ahí! A dónde crees que irás?
Laura: Con Sebastián.
Gilbert: Oh no, por supuesto que no.
Laura: Por qué no?
Gilbert: No puedo dejarte ir ahí sola.
Doctor: Puedes esperar a Gilbert en la sala de espera.
Laura: Yo quiero ir con Sebastián.
Gilbert: Señorita, su seguridad está primero. Si algo te pasa tu padre me asesinará... o tengo que recordarte que sabe usar un arma?
Laura: Está bien, te esperare hasta que termines. -Sebastián y yo salimos del consultorio hasta la sala de espera y este iba riéndose por todo-
Sebastián: Bueno, aquí nos separamos. Búsquenme en cuanto terminen.
Laura: Estás loco! Vamos.
Sebastián: Pero... Gilbert dijo...
Laura: No te dejaré ir solo en este estado. Además voy contigo... qué me puede pasar?
Sebastián: Si Gilbert se enoja diré que fue tu idea.

Salimos de ahí y Sebastián seguía riéndose de todo lo que decía y me contagiaba de risa, vi a Dominic afuera de una tienda y decidí acercarme para que le llevara un recado a mi padre.

Laura: Hola Dominic. Qué haces aquí?
Dominic: Traje a la señora Adelina por unas cosas que necesita para la cena. Y usted que hace aquí? No debería estar en la escuela, señorita?
Laura: Un amigo se enfermó y decidimos traerlo con el doctor. Escucha, necesito un favor, dile a mi padre que tal vez llegaré tarde hoy, pero que no se preocupe, estoy con Gilbert y explícale que Sebastián se enfermó.
Dominic: De acuerdo, se lo diré, pero no creo que su padre esté feliz de saber que se escapo de la escuela.
Laura: Entonces omite esa parte. Hasta más tarde, Dominic.

Y me fui de ahí con Sebastián rumbo al fangal. Cuando por fin llegamos, el lugar no se parecía a nada de lo que me había imaginado, sabía que era un barrio bajo, pero no creí que se encontraba en esta situación. Caminaba junto a Sebastián, él parecía más relajado que yo, caminaba feliz y saludando a todos, mientras yo iba preocupada y asustada, todos me veían raro, creo que no fue buena idea venir.

X: Pero si es el hombre del tren. -Dijo alguien llamando mi atención y la de Bash- Y tu otro invitado los dejo solos?... De dónde vienes?
Sebastián: De trinidad... Mi invitado y yo trabajamos en un barco de vapor.
Isaac: Me refiero a donde vives cuando no te rebajas aquí con nosotros en el fango. -Dijo el hombre que recordé que se llamaba Isaac-
Sebastián: En Avonlea.
Isaac: Comunidad campesina, dicen que es bonito. Debes estar a gusto.-Bash y yo intentamos seguir nuestro camino y él hombre nos lo impidió, yo inmediatamente me refugie detrás de Sebastián- Estaba terminando un turno de 72 horas cuando te pusiste todo altivo. El jefe me cargo la mano hasta el final.
Sebastián: Suena a que ya te iba mal antes de que yo abordara ese tren, enviarme al último vagón no te iba a servir.
Isaac: Hermano, está bien que seas la... mascota de estas personas. -Dijo viéndome de arriba a abajo- Pero no sabes tu lugar, y eso es peligroso.
Sebastián: Lo que no entiendo, HERMANO. -Dijo resaltando la última palabra- Es que alguien nazca libre y le guste el sabor de las botas del jefe como para lamerlas aunque no se lo pidan. -El hombre le soltó un golpe a Bash y cayó al suelo, yo me hinqué a su lado horrorizada-
Laura: Bash! Pero que te pasa, idiota. -Hable refiriéndome a Isaac, pero este me ignoró-
Isaac: El barco es como un tren en el mar, también lames botas para sobrevivir. -Él solo nos miró mientras yo ayudaba a Bash a levantarse- Pude haberte golpeado la boca... La lavandería está a unas calles por allá, ahí los atenderán. -Bash y yo comenzamos a caminar dejando al hombre atrás-
Laura: Te duele mucho?
Sebastián: Gilbert tenía razón, no debí dejar que vinieras conmigo.
Laura: Perdón si molesto...
Sebastián: No es por molestia, este no es un lugar para una señorita, Laura. Mira como quedó tu vestido.
Laura: Eso no importa ahora, vamos a la lavandería.

Y los dos seguimos nuestro camino hasta que por fin llegamos a la lavandería.

ºNarra Gilbertº
Terminé de recoger mientras el doctor me pasaba mi abrigo para salir del consultorio. Salimos y no vi a nadie en la sala de espera. El doctor le pregunto a su asistente si había visto a mi novia.

X: La señorita salió con el hombre que usted vino.
Gilbert: Ay por Dios! Tengo que buscarlos rápido.
Doctor: Es valiente. -Dijo refiriéndose a Laura- Es una gran joven, Gilbert.
Gilbert: Eso lo sé, y si me disculpa tengo que irme.

Salí de ahí caminando rápidamente en dirección al fangal, rezando porque mi novia y Bash estuvieran bien, y si era así, los mataría a ambos.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now