XV

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El lunes había llegado más rápido de lo que pensamos. En la mañana, me levanté para darle de comer a Bailey, pero esta vez, si levanté a Gilbert, pues tenía que irse a trabajar. Él, como era costumbre, se fue después de desayunar, no sin antes despedirse de Bailey y de mí. Después de que se fue, llevé a la pequeña cachorra al jardín. Cuando ella se cansó, volvimos a entrar en la casa. Al entrar me encontré con Sophie y decidí ayudarle a limpiar un poco la sala de estar. Estábamos terminando cuando alguien llamó a la puerta, Sophie fue a abrir para luego volver a la sala de estar.

Sophie: Señora, alguien vino a visitarla.
Laura: Quién es?
Sophie: Dice que se llama Sebastián y viene con una niña pequeña.
Laura: Déjalos pasar.

Ella volvió a salir de la sala de estar y yo me quedé para esperar a Sebastián, me pareció algo raro que viniera a visitarme cuando nos habíamos visto apenas el viernes, pero no le tomé importancia. Cuando lo vi entrar, comencé a sospechar el porqué había venido.

Sebastián: Hola, Laura.
Delphine: Hola, tía.
Laura: Hola a los dos, pasen y pónganse cómodos.
Sebastián: Nuevo miembro de la familia. -Dijo señalando a Bailey que estaba dormida en el sillón-
Laura: Así es. Qué te pasa? Te ves muy mal.
Sebastián: Me siento terrible.

Sebastián tenía su rostro pálido, además unas grandes ojeras y sus labios muy secos, se veía desganado y muy débil. Mandé pedir un vaso de agua para él, mientras escuchaba el motivo por el cual se encontraba en ese estado.

Sebastián: No sé que pasó, pero hoy amanecí enfermo, enserio me siento mal y quise venir a ver a Gilbert.
Laura: Ay Sebastián! Gilbert se fue desde la mañana.
Sebastián: Lo sospeché cuando entré y te vi sola.
Laura: Puedes esperarlo aquí, te prepararé una habitación para que descanses.
Sebastián: No, necesito un doctor ahora mismo. Iré a Charlottetown.
Laura: Pero...
Sebastián: Enserio me siento mal, pero, puedo pedir que me hagas un favor?
Laura: Claro, lo que quieras.
Sebastián: Podrías cuidar a Delphine mientras voy a Charlottetown?
Laura: Claro que si.
Sebastián: Bien, entonces me iré antes de que no pueda caminar.

Acompañé a Sebastián hasta la puerta, le dije que le pediría a una mujer del personal que lo acompañara, pero se negó. Él se fue y yo solo le pedía a Dios que llegara sano y salvo hasta el pueblo. Regresé a la sala de estar y Delphine ya estaba jugando con Bailey. Yo sonreí por ver la tierna imagen de la cachorra jugando con Delphine y me acerqué a ellas.

Laura: Bien, Delphine, qué quieres hacer hoy?
Delphine: Papá está mal?
Laura: Un poco, pero ya fue a ver al tío Gilbert y él lo ayudará.
Delphine: Se pondrá bien?
Laura: Claro que si.
Delphine: Cómo se llama? -Señaló a Bailey-
Laura: Ella es Bailey.
Delphine: Me gusta, es muy linda.
Laura: Verdad que si?
Delphine: Si!
Laura: Qué te parece si la llevamos arriba y jugamos con ella, para dejar que Sophie termine de limpiar aquí?
Delphine: Si, tía.

Llevé a Delphine y a Bailey a mi habitación y le pedí a Sophie que por favor terminara de limpiar la sala de estar y me disculpe por no poder ayudarle. Volví a entrar en  la habitación y Delphine corría por todos lados seguida por Bailey, yo solo las miraba divertida y en algunos momentos, me unía a ellas.

ºNarra Gilbertº
Me encontraba en el consultorio, el día de hoy había sido tranquilo, solo un par de pacientes y nada más. Me disponía a salir para comer, cuando mi asistente entró al consultorio.

X: Doctor, disculpe que lo moleste.
Gilbert: No te preocupes. Qué pasa?
X: Es que tiene un paciente.
Gilbert: Podrías hacerlo pasar, por favor.
X: Claro.

Luego de unos segundos, el paciente entró y me sorprendí de ver quien era.

Sebastián: Buenos días, doctor.
Gilbert: Bash? Qué haces aquí?
Sebastián: Quiero una consulta, no amanecí muy bien hoy.
Gilbert: Recuéstate por favor. -Le señalé la silla y él se recostó en esta misma- Cuéntame, desde cuándo sientes malestar?
Sebastián: Desde esta mañana, cuando desperté me sentía muy débil, además tenía nauseas y ardor en la garganta y también dolor de cabeza.
Gilbert: Entiendo. -Comencé a revisarlo-
Sebastián: Fui a buscarte a tu casa, pero ya no estabas, así que le pedí a Laura que por favor cuidara a Delphine y ella accedió.
Gilbert: Fue lo mejor, por como llegaste no creo que hubieras cuidado muy bien a Delphine.
Sebastián: Lo sé. Crees que lo que tengo es contagioso?
Gilbert: Déjame terminar de revisarte y lo sabré.

ºNarra Lauraº
Delphine y yo estuvimos el resto de la mañana y parte de la tarde jugando con Bailey y después de comer, Delphine me preguntó si podíamos cocinar galletas y yo acepté. Le pedimos ayuda a las señoras Grace y Olivia, quienes accedieron gustosas y pude ver que estaban encantadas con Delphine y mientras cocinábamos, la conversación entre todas no faltó.

Delphine: Tía?
Laura: Si, pequeña?
Delphine: Le daremos galletas a papá?
Laura: Claro que si.
Delphine: Y al tío Gilbert?
Laura: También.
Olivia: Es una ternura, no es así, Grace?
Grace: Claro que lo es.

Bailey, entró en la cocina y comenzó a morder y jalar mi pantalón, con eso me avisaba que tenía hambre, así que, deje a Delphine con las señoras para alimentar a Bailey. No estaba concentrada en la plática que tenían hasta que una pregunta por parte de Delphine me hizo prestar atención.

Delphine: Tu panza crecerá pronto, tía?
Laura: Qué? Por qué lo dices?
Delphine: Mi papá me dijo que mi mamá tenía una panza gigante cuando yo nací y también me dijo que si tú tenías una panza grande, tendría primos pronto y yo quiero primos.

Me sorprendió lo que dijo Delphine, no sabía que responder a su pregunta y me quedé en silencio un momento hasta que la señora Olivia me salvó.

Olivia: Verás, pequeña, para que tú puedas tener primos se necesita un poco de tiempo.
Delphine: Cuánto?
Olivia: Pues, eso no lo sabemos.
Delphine: Yo quiero tener primos.
Olivia: Y claro que los tendrás, solo tienes que esperar, de acuerdo?
Delphine: De acuerdo. Tía, puedo ir con Bailey al jardín?
Laura: Claro, ve.

Delphine salió de la cocina y yo me acerqué a la señora Grace para ayudarle a terminar de poner las galletas en un plato. Todas estábamos en silencio, hasta que la señora Grace habló.

Grace: Un niño sería maravilloso.
Laura: Si... claro.
Olivia: Son muy tiernos.
Grace: Te imaginas un pequeño corriendo por la casa?
Olivia: Claro que si.
Grace: Está bien, señora.
Laura: Yo... si... por qué la pregunta?
Olivia: Estaba algo ida.
Laura: Estoy bien.
Grace: Le incomoda el tema?
Laura: Yo...
Olivia: No debe presionarse, señora, si aún no se siente lista, entonces espere el tiempo que sea necesario...

El sonido de la puerta principal interrumpió a la señora Olivia, pronto, Gilbert y Sebastián entraron en la cocina para encontrarse con nosotras.

Gilbert: Buenas tardes a todas.
Sebastián: Igual, buenas tardes. Dónde está Delphine?
Olivia: En el jardín, señor.
Sebastián: Iré a verla.
Gilbert: Cariño, estás bien?
Laura: Si... si estoy bien.
Grace: Hicimos galletas, señor.
Gilbert: Que delicia, puedo tomar una?
Olivia: Adelante.

Gilbert tomó la galleta y salió de la cocina para ir con Sebastián y Delphine. Yo ayudé a limpiar todo lo que se usó para preparar las galletas y luego fui con Gilbert. Sebastián, decidió que ya era hora de irse a casa y después de que les di algunas galletas para ambos y de despedirse de nosotros, partió con Delphine, dejándome pensando en las palabras de la pequeña.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now