XXV

816 53 9
                                    

ºNarra Lauraº
Habían pasado 2 semanas desde el cumpleaños de mi tío y nos encontrábamos arreglando la habitación del bebé, pues estas últimas semanas había tenido demasiado cansancio y hasta ahora me sentía con suficiente energía para hacer las cosas.
Gilbert, estaba pintando la habitación y yo había bajado a la cocina por un vaso de agua cuando escuché un golpe en la planta alta, así que subí lo más rápido que pude para encontrar a Gilbert en el suelo con la pintura en su ropa.

Laura: Querido, creo que la pintura debe de ir en la pared. -Dije riendo-
Gilbert: Muy graciosa. -Se levantó-
Laura: Por qué te caíste?
Gilbert: Me estire un poco para pintar un poco más y después caí.
Laura: No era más fácil bajarse, mover la escalera y luego pintar esa parte.
Gilbert: En ese momento se veía fácil sólo estirar mi mano.
Laura: Así es tu padre, bebé. -Acaricié mi vientre- Le gusta mucho hacer su vida difícil.
Gilbert: Pues si no hubieras rechazado el papel tapiz nada de esto estuviera pasando. -Puso una mano en mi vientre- Y en mi defensa, tu madre me tiene pintando paredes como esclavo desde la mañana.
Laura: Solo ha pintado una pared. -Tomé una brocha llena de pintura- Y ha derramado 3 latas de pintura, para nuestra buena suerte pedí pintura extra. -Comencé a pintar la pared-

Gilbert y yo seguimos pintando hasta que terminamos todo el cuarto y luego él se encargo de poner todos los muebles y armar la cuna y cuando la habitación estuvo lista, ambos la miramos complacidos.

Gilbert: Bueno, ya está.
Laura: Después de tanta pintura desperdiciada.
Gilbert: No fue tanta.
Laura: Mira mi ropa. -Me señalé- Tú te encargaste de mancharla.
Gilbert: Te ves linda cubierta de pintura amarilla. -Me besó- Sabes? Creí que el amarillo se vería feo, pero ahora que lo veo, la habitación se ve linda.
Laura: Por qué pensabas eso?
Gilbert: Yo creí que con amarillo te referías a un color amarillo brillante.
Laura: Claro que no! Obviamente era un amarillo claro, pero tú no tienes imaginación para los colores.
Gilbert: Es cierto, linda, la habitación quedó perfecta.
Laura: Así es. Ahora, por favor ve y date una ducha, la necesitas más tú que yo.

Después de que Gilbert entró a nuestra habitación para poder darse un baño, yo fui a la cocina para poder comer algo, todo el personal había salido como todos los fines de semana, pero Grace y Olivia me habían dejado comida para que yo no tuviera que cocinar y les agradecía tanto que me ayudaran con eso. Después de un largo rato, por fin, Gilbert, llegó a la cocina y yo subí para también darme un baño y creo que me relajé mucho tiempo en la ducha porque cuando terminé, Gilbert, estaba recostado en la cama, así que, yo me puse mi pijama y me acosté a su lado.

Gilbert: Estaba pensando en que deberíamos tener algunos nombres para cuando llegue el bebé.
Laura: Estoy de acuerdo. Tienes alguna idea?
Gilbert: Si es niña me gustaría que se llame como tú.
Laura: No, por favor. -Le dije riendo- Mi nombre no me gusta para mi hija.
Gilbert: Tu nombre es lindo.
Laura: Claro que no!
Gilbert: Claro que si! Y si es niño, probablemente me gustaría el nombre de William.
Laura: No está mal.
Gilbert: Disculpe por mis pésimas opciones, señora Blythe.
Laura: Te perdono, cariño.
Gilbert: Tú has pensando en algún nombre?
Laura: Si es niño, quiero que se llame George Nathaniel.
Gilbert: Dos nombres?
Laura: Si.
Gilbert: No será muy largo?
Laura: Claro que no. George obviamente será por mi papá y Nathaniel será por mi abuelo.
Gilbert: George Nathaniel Blythe... me gusta, suena elegante. -Rió- Y si es niña?
Laura: No será niña.
Gilbert: Cómo lo sabes?
Laura: Solo lo sé.

Estuvimos hablando muchas cosas más acerca del bebé cuando sentí algo extraño en mí, era algo incómodo y mi expresión cambió rápidamente.

Gilbert: Linda, pasa algo?
Laura: Quieres sentir algo grandioso?

Gilbert me miró confundido y yo solo tomé su mano y la acerqué hasta mi vientre y luego de unos segundo él me miró y sonrió.

Gilbert: Se mueve!
Laura: Si, cariño. -Sentí que se movió de nuevo- Parece que le gusta tu voz.
Gilbert: Si? -Pasó lo mismo y Gilbert se acercó hasta mi vientre para empezar a hablar- Hola bebé, tu mamá cree que te gusta mi voz, yo pienso que te gusta más la de ella.
Laura: Yo sé que te gusta la voz de tu padre. -Puse mis manos en mi vientre junto a las de Gilbert-
Gilbert: Quiero que sepas que estamos ansiosos por conocerte, todos te esperamos con mucho entusiasmo. -Siguió hablando-
Laura: Todos queremos tenerte con nosotros, George.
Gilbert: Tu madre cree que serás niño.
Laura: Estoy segura que será niño.
Gilbert: Qué tal si no le gusta que lo llamen George?
Laura: Pues lo llamaremos Nathaniel, tendrá dos nombres a elegir.
Gilbert: De acuerdo, linda. -Dijo riendo-

Seguimos hablando entre nosotros y con el bebé y sintiendo cómo se movía dentro de mí, incluso Bailey se acercó a olfatear mi vientre y se sorprendió un poco cuando sintió una patadita en este, Gilbert y yo solo reímos y seguimos hablando hasta que llegó la hora de dormir, nos acomodamos en la cama y apagamos las luces para después caer en un profundo sueño.

~Always Been You~ [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now