Give me a chance. -Justin Bieber y Tu- -FanFiction- (Terminada.)

Capitulo setenta y dos.

Capitulo setenta y dos.

Justin.

¿Nunca han sentido ese dolor en el pecho como si te soltasen una piedra justo allí? ¿O como si te hubiesen dado un puñetazo llevándote todo el aire que tienes para respirar? Justo así es como me sentía,  dolido y confundido.  Todavía no puedo comprender como es que todo salió tan mal, ¿Por qué ella reacciono de esa forma? ¿Por qué llego a casa? ¿Por qué me lanzo todo aquello a la cara? Aun no podía comprenderlo y dudaba que pudiese llagar a hacerlo.

“Demonios.” Maldije con impotencia. Un almohadón bolo atravez de la habitación y luego se sintió algo hacerse trizas en el piso, no me preocupe mucho.  Cogí el móvil de la cama he intente nuevamente. Era la décima vez que intentaba pero todo lo que hacia la llamada era llegar a su buzón de voz. Tire de los extremos de mi cabello y me deje caer sobre la cama con pesadez. Este no había sido mi maldito día para nada.

“Justin.” La voz de Alfredo se escuchó atravez de la puerta con un suave golpeteo. Cerré mis ojos con cansancio, no porque Alfredo viniese a verme sino por todo lo que estaba sucediendo.

“Adelante.” Grite mínimamente para que llegase a oírme. Deje la sudadera  un lado y me quede tendido en la cama con el móvil en manos viendo a la nada. Sentí el peso de mi amigo en la cama y luego su mano dio suaves palmadas en mi pecho en un aliento.

“¿Quieres hablar de lo sucedido?” Pregunto después de segundos en silencio en donde Él se recostó a un lado mío viendo al techo.

¿Quería hablar de lo sucedido? Bueno, está claro que si no me desahogaba cuanto antes, iba a destruir mi habitación en un dos por tres.

Moje mis labios con exasperación. “No sé qué sucedió realmente.” Hable después de segundos, que parecieron eternos.  “Estaba bromando con Hailey aquí y sentí…”

“Espera, espera. ¿En qué momento Hailey entro a la casa? Para ser franco no te vi salir de tu habitación en todo el día.”

“Eso no importa fredo.” Rodé los ojos. “Escuche un ruido detrás dela puerta asique Salí y no había nadie pero pude ver a lo lejos la silueta de _____ corriendo como su vida dependiese de ello, le seguí y ella estaba triste… ella, yo, lloraba, no sé realmente porque y me desespera el no saber. Dice que he logrado mi objetivo, que he logrado apartarla de aquí y que, no volveré a verla, y yo…” Suspire con frustración. Limpie mi rostro sin nada de delicadeza. “No sé qué he hecho demonios, no sé nada.” Las imágenes de Briant llorando delante de mi hicieron que mi corazón doliese un poco más.

Mi día había comenzado pésimo desde que me levante esa mañana, con solo pensar las palabras que Briant había soltado en el coche la noche pasada no hacía más que enojarme porque si, ella tenía razón en estar molesta, yo no era absolutamente nadie para decirle con quien debería estar, ella era soltera y podía hacer de su vida lo que quisiese pero, en cuanto vi como Ian descaradamente coqueteaba con ella no pude evitar ponerme de ese modo. Esto es malditamente egoísta pero Briant debe ser completamente mía aun así yo no sea completamente suyo, es injusto, bastante diría yo, pero me es inevitable no sentir ganas de pegarle un puñetazo a cada tipo que intente alguna maniobra con ella y eso me tiene ofuscado y un poco confuso. SI bien, dije o más bien me propuse que haría hasta lo imposible para mantener a esa pequeña bruja lejos de mí, todo parecía ir al revés, luego de compartir una sesión de besos con ella es malditamente difícil dejarla ir y sobre todo pensar que otro tipo tiene la posibilidad de probar sus labios. No sé qué sucede conmigo con mis sentimientos. Yo no tendría por qué estar debatiendo una cosa así por una fans, yo nunca tendría que haberme involucrado con ella, sabía que todo esto pasaría, sabía que al final de cuentas iba a terminar gustándome… porque, si, _____ me gustaba y demasiado y no había otra cosa para hacer. El cambiar mis actitudes hacia briant no iban a hacer que dejase de sentir algo por aquella mujer, asique.. ¿Para qué intentar? Todos mis esfuerzos por mantenerla lejos se cayeron esa noche que la bese por primera vez, desde ese momento sabía que no había vuelta atrás, que todo ya estaba dicho y hecho. Pero, sin duda la última cosa que me hizo dar cuenta de lo que estaba sintiendo por ella fue, la aparición de mis hermanos. La forma en la que ellos la trataban y viceversa, desde ese momento, todo cambio.