Capitulo cincuenta y cinco.

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Capitulo cincuenta y cinco.

“Llegue, mama” Grite en cuanto entre al apartamento. Tire el bolso junto a las llaves a un lado y camine hasta la cocina cuando le oí responderme desde allí.   “Hola” Murmure besando su mejilla “¿Qué estas cocinando de delicioso?” Le pregunte abrazándole, deje descansar mi mentón en su hombro.

“Lasaña. Sé que te gusta asique quise hacerlo ahora. ¡Sorpresa!”Aludió moviendo sus manos como si acabase de hacer un truco de magia.

Reí. “Eres increíble.” Camine lejos de ella y comencé a poner la mesa. Cubiertos, vasos y paltos. Cuando estuvo todo en orden, le conté a mama que es lo que había hecho anoche,  no evite contarle que estuvimos hablando con Justin y que él estaba de viaje visitando a sus hermanos, pensé que el hecho de que ella pensase que Justin era un gran hermano le haría pensarlo dos veces antes de hablar de él, pero todo salió demasiado diferente. Su rostro cambio y aunque no dijo nada sobre él, lo que agradecí, note como de mal le cayó aquel tema. Sin querer seguir hablando sobre Justin, le conté como de acosadores habían estado hoy los papparazis y de las fotos que había tomado Alfredo.

Corrí a vestirme cómodamente luego de hablar un poco más con mi madre. Cogí unos short negros de laicra, junto a una remera sin mangas blanca y unas ojotas.  Comimos tranquilamente, y limpiamos el lio que habíamos dejado después de almorzar con un poco de música. Taylor Swift sonaba en la TV con Sparks Fly, cante por toda la casa mientras limpiaba un poco. Le deje comida Tom y me encargue de hacerle muchos mimos, hacia días que no había tenido tiempo para pasarla con él. Debí suponer que me echaba de menos.

Cuando por fin terminamos con todo el apartamento, me tire en el sofá a un lado de mi madre. Descanse mi cabeza en su hombro.

“Ha sido un día agotador.” Murmure.

“Y que lo digas.” Me dio la razón.

Juraba que necesitaba una siesta y tal vez iba a tomármela pero lo siguiente que dijo mama me puso en alerta al igual que el ruido de su móvil.

“Los abuelos.” Dos palabras suficientes para que todos mis sentidos dejasen el sueño en el fondo de mi mente. Le quite el móvil  a mama de sus manos y atendí.

“Abuelos” Chille antes de que si quiera les dejase hablar.

“Cariño.” La voz pequeñita de mi abuela hizo que mi corazón se apretaba. Le echaba tanto de menos. “¿Cómo está la princesita más linda?”  La princesita más linda…. Ella siempre solía decirme así, desde que tengo uso de razón.

“Muy bien, Abuela ¿y tú? Les extraño mucho.”  Musite mordiendo la pintura de mi dedo. Mama dio un manotazo que me ibo sacarme la mano de la boca. Rodee los ojos.

“Bien, cielo, hace tiempo que estamos intentando contactarlas. Tu abuelo estaba que caminaba por las paredes, ya echaba de menos hablar contigo.” Sonreí al imaginarme a mi abuelo todo nervioso.

“Me hago la idea.” Reí bajito. “Estoy pensando en ir a visitarles.” Confesé. Sentí a mama tensarse. Le mire por debajo de mis pestañas. “Solo tengo que convencer a mama…” Alargue mas para que Clarise escuchase, que la abuela.

“¿Ha si? No sabes cuan de feliz nos hace saber eso. Ya quiero que vengas, dudo que nosotros podamos viajar hasta allá, ya somos bastantes mayores y el viajar en avión no es algo que disfrutemos.”

“Lo entiendo abuela, por eso mismo.”

La conversación duro una hora o un poco más en la que me encargue de contarle que había conocido a mi ídolo en el Coachella, fiesta de la cual tuve que aclararle lo que significaba. También hablamos acerca de mi trabajo, de cómo estaban las cosas con mama, de los nuevos amigos que había echo y de mi viaje a Ibiza. Mama, ya había tocado ese tema con ella  por lo que tuve que escuchar un poco de sus retos por no haberle avisado a mi madre. Después hable con el abuelo, aquel hombre era fantástico. Me conto que la Grace se había puesto bastante insoportable en lo que transcurrían de los años, a lo que escuche gritar a la abuela del fondo ‘Cállate, holgazán si me amas cada día mas’ Reí por ello. Era impresionante que ellos, después de casi 40 años casados siguiesen sintiendo de la misma forma que lo hacían cuando se conocieron. Amaba escuchar historias acerca de cómo fue el comienzo de su relación, de cómo sus padres se lo prohibieron en un principio pero que al final, con un poco de perseverancia por parte de mi abuelo pudieron salir adelante con su relación. Amaba verle tan felices juntos, se complementaban y eso nadie podía negarlo. La despedida fue lo más difícil para mí, quería seguir hablando con ellos pero ya era turno de mama asique le di el móvil a ella luego de decirle un millón de veces que los amaba y que los extrañaba.

Give me a chance. -Justin Bieber y Tu- -FanFiction- (Terminada.)Where stories live. Discover now