Give me a chance. -Justin Bieber y Tu- -FanFiction- (Terminada.)

Capitulo cuarenta y tres.

Capitulo cuarenta y tres.

¿Justin le gustaba? Oh dios santo. ¡No, claro que no! El- el era su ídolo, no podía gustarle de alguna otra formas más que platónicamente como lo había estado haciendo durante años y años, ella sabía que jamás tendría oportunidad con Justin y entonces, no podía gustarle, siempre se había dicho así misma que aquel rubio de ojos mieles no era más que su amor inalcanzable…. ¿y ahora? Estaba tan confundida, no sabía que pensar si quiera que decir, Alfredo había sacado toda aquella conjetura que, para ser sinceros, jamás se espero que el diría. _____ Era experta en mantener sus emociones y sentimientos ocultos, nadie tenía si quiera el tiempo de mirarle más de cinco segundos para saber lo que le sucedía, cuando ella creía que estaban leyéndola se escondía, tal como una tortuga en su caparazón, por eso, ahora que Alfredo había confirmado que a ella le gustaba Justin había quedado sorprendida, porque, además de que Alfredo había podido leerle y notar uno de sus sentimientos en un descuido, ni ella misma sabía que estaba sintiendo aquello por su ídolo. Justin le gustaba.

Miro por encima del hombre de Alfredo en donde Justin reía des-preocupadamente con las manos en los bolsillos, el permanecía en un pequeño grupo de cinco hombres, sus guardaespaldas estaban a una distancia prudente dándole el espacio que necesitaba.  ¿Cómo no iba a gustarle aquel chico? Si le había encantado desde que había visto sus vídeos en youtube, desde que vio never say never, ¿Cómo no iba a parecerle realmente atractivo? Jamás pensó que podría llegar a sentir algo mas allá por Justin, pues, ella sabía que debía cuidarse en cuanto a sus sentimientos mientras estuviese en el mismo espacio que El. Justin no era de fiar, podía estar sonriendo pero al segundo estaba tirando de tu corazón al piso. Aun cuando sabia que cabía una mínima posibilidad de que eso sucediera, se arriesgo a seguir en su ambiente solo para poder cuidarle y…. ahora todo se había dado vuelta.  Si realmente Justin le gustaba, entonces, ya no solo sus sentimientos estaban en juego sino también su corazón, sabía que a cada segundo iba a tener que protegerle de cualquier daño que Justin pudiese hacerle, y sabía que todo le iba a costar horrores. Sobre todo porque él no se lo iba hacer fácil.  No sabía si estaba segura para afrontar todo lo que vendría, si solo se ponía como el demonio en cuanto le veía con chicas, ni quería imaginar que sucedería más adelante.

Pero… Justin le gustaba. Demonios, claro que le gustaba.

Por más daño que él le causase, no podía negar que estaba sintiendo aquella opresión en el pecho que dice “Te gusta”, aquellas pequeñas volteretas en el estomago y los nervios de colegiala, tal como había sentido con Marcos, su primer amor.

“Yo…” Alargo volviendo a mirar a Fredo. ¿Qué se supone que debía decir ahora? ¿Algo como “Si, me gusta tu amigo.” “No, estas de broma Alfredo.” O mejor  “Creo que estoy volviéndome completamente loca al tener este sentimiento por el.”  Vale, ninguna ayudaría mucho. “Yo…” Volvió a repetir. ¿Cómo demonios se hablaba? “Cre- creo, que el…” Mojo sus labios con nerviosismo y tiro de un mechón de cabello hacia atrás de su hombro. “El, podría gustarme.”  Casi murmuro por lo bajo, dudaba de que Alfredo hubiese oído su confirmación, la música estaba muy alta, tendría que tener demasiado oído como para escucharle. Pero se sorprendió una vez mas cual el dijo;

“Lo sé. Y está mal.” Volvió a decir con un tono tajante como si estuviese advirtiéndole o retándole por algo.

“¿Disculpa?” Pregunto cuando pudo encontrar a su voz y que los cinco sentido le volvieron a su sistema.  “No creo que el que te guste una persona este mal.” Se encogió de hombros con total obviedad al asunto y realmente no tenía nada de malo ¿verdad?  En todo caso, si tuviese algo malo, culpen a Justin por ser tan irresistible aun con su actitud de mierda.