One-shots SenHaku

Inexcusable

Senku y Kohaku estaban sentados en la oficina de la directora de la academia más prestigiosa de Tokio, que era donde estudiaban sus dos amadas hijas.

Esta Academia incluía primaria, secundaria y preparatoria, y era increíblemente estricta, con un alto nivel educativo.

Sus dos hijas estaban sentadas en el sofá de la amplia oficina.

Ishigami Tsukiku, de diecisiete años, estaba desparramada en el sofá jugueteando con una de sus coletas, con mala cara y su bata de laboratorio quemada en los bordes.

Ishigami Shizuku, de diez años, estaba sentada en el borde del sofá, observando risueña sus pies balancearse. Su rostro estaba lleno de manchas de chocolate y su cabello normalmente semi recogido en una coletita ahora estaba hecho un desastre.

Senku y Kohaku estaban impecables, pero él se veía culpable por algo y ella no dejaba de mirarlo mal.

La directora suspiró profundamente al verlos.

—Señor y señora Ishigami. —Se sentó frente a ellos con una mueca descontenta—. ¿Saben por qué están aquí?

—Ja, evidentemente porque son las seis de la tarde y hace HORAS que alguien debería haber venido a buscar a nuestras niñas. —Kohaku miró rencorosamente a su marido.

—Ya te dije que lo siento, cielos. —Él hurgó en su oído con fastidio—. Solo me retrase una hora…

—Señores…

—¡¿Crees que retrasarte una hora es poco?!

—¡Señores Ishigami!

—¿Qué? —Ambos voltearon a verla como si se hubieran olvidado que seguía allí, como si no estuvieran en su oficina.

—Sus hijas se han comportado de una manera inexcusable hoy. No me sorprende de la mayor, pero claramente deben enderezar a la dulce Shizuku-chan antes de que acabe igual que su hermana.

Tsukiku bufó, rodando los ojos.

—Yo no hice nada malo. ¡No es mi culpa que esos idiotas estuvieran cerca cuando la mezcla estalló! ¡Además ya los curé!

—¡Pero el estallido de la mezcla si fue tu culpa, jovencita! —reclamó la directora.

—Por supuesto, nadie más podría haber hecho una mezcla así de poderosa. —Sonrió arrogantemente.

—¡¿Pueden creer el comportamiento de su hija?! —La mujer mayor se volteó hacia los padres, que de nuevo estaban discutiendo.

—¡Si no ibas a venir debiste avisarme!

—¡Solo me retrasé un poco! ¡No era necesario!

—¡Sí, lo era! ¡Mira, por tu culpa la directora se ha enfadado!

—¡Señores! —La mujer suspiró profundamente—. Por favor escuchen, su hija mayor estalló el laboratorio e incendió el pasillo. ¡Dos estudiantes fueron heridos!

—Fueron Yok y Haishi, son mis amigos, ellos ya sabían que podía incendiarse…

—¡Eso fue muy peligroso, díganle algo!