Valió la pena

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(ADVERTENCIA: LEMON).

—Di-disculpe, sensei... —Kohaku abrió la puerta del aula de clases de Senku con la respiración agitada—. Necesito que Ishigami Senku venga conmigo inmediatamente, es una emergencia.

—¿De qué se trata? —Le frunció el ceño.

—¡Lo siento, pero no hay tiempo de explicar! —Corrió a tomar el brazo de Senku y comenzó a arrastrarlo fuera del aula, logrando sacarlo de allí antes de que el profesor o cualquiera pudiera protestar o preguntar algo más, incluido el mismo Senku.

—Espera un momento, leona. ¿Qué demonios sucedió? —preguntó preocupado, apenas capaz de seguirle el ritmo—. ¡Interrumpiste en hora de examen! Bien que terminé mi examen en dos minutos, pero aun así podrías meterte en problemas si no es algo importante.

—Yo... —Ella se detuvo de golpe, volteando a verlo con el rostro enrojecido y sus dientes profundamente clavados en su labio inferior—. Ya no aguanto más... —Lo estrelló contra la pared más cercana y estrelló las manos con fuerza a los lados de su cabeza, haciéndolo encogerse en su sitio.

—¿Leona?... —Empezó a sudar, reconociendo muy bien la mirada hambrienta de deseo de su novia—. Te recuerdo que estamos en la escuela...

—No aguantó... Mierda. —Volvió a tomar su muñeca y arrastrarlo, esta vez llevándolo a uno de los baños de profesores, que eran los únicos individuales y que se podían cerrar desde dentro.

Volvió a estrellarlo contra la pared del baño esta vez y él tragó saliva mientras la veía cerrar la puerta con seguro.

—Kohaku, quiero que pienses esto por un momento. —A pesar de sus palabras, él no dejó de mirar con interés como ella se levantaba la falda y se quitaba su ropa interior—. Vas a arrepentirte... —Ese fue su último intento de hacerla entrar en razón, porque apenas se lanzó a besarlo no dudó en corresponderle con ganas, llevando sus manos a su culo para luego bajarlas a sus muslos, sintiendo allí como su necesidad por él se desbordaba hasta sus medias largas.

Ella gimió contra su boca cuando sus dedos comenzaron a incrementar su desesperación y de inmediato rompió el beso para atacar su cuello mientras le desabrochaba la camisa escolar. Él rio en medio de un gemido. A esa leona le encantaba morderlo y luego se quejaba de que la llamará así.

Kohaku desabrochó con brusquedad sus pantalones, gimiendo con aprobación al sentirlo ya listo para darle lo que quería.

Antes de que pudiera empujarlo a sentarse en el lavabo él tomó sus caderas bruscamente con las dos manos y la pegó contra su pelvis, frotando sus caderas, arrancándole un pequeño chillido.

—Shh... Silencio. —Apartó una mano para desabrochar los primeros botones de su camisa escolar, apartando una de las copas de su sujetador para bajar la cabeza a volverla loca con su lengua y sus dientes en su pecho, mientras seguía frotándose contra ella, que se mordió el labio para no gritar y delatarlos.

A pesar de sus advertencias de estar callados, Senku no le hizo nada fácil la tarea. De repente la volteó y la empujó hacia adelante, haciéndola apoyar sus manos en la pared y abrir mucho los ojos al sentirlo entrar de golpe en ella. No pudo contenerse y dio un agudo chillido que de inmediato fue silenciado por la mano masculina en su boca, mientras que con la otra mano él la mantuvo en su sitio mientras la penetraba una y otra vez.

Cuando aumentó la velocidad, Kohaku empezó a descontrolarse y moverse contra él, encontrándolo en cada estocada y arruinando un poco su ritmo, sumiéndolos en un movimiento más salvaje y desastroso. Y la mano de Senku ya no fue suficiente para contener los rugidos de su leona.

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now