Debate

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Chrome estaba nervioso.

Después de tantos años, la aldea Ishigami se había integrado a la civilización moderna, pero aún conservaban sus tierras y muchas de sus tradiciones. Sin embargo, después de décadas, con el gobierno japonés restaurado y las grandes industrias resurgiendo, una de las fabricas más lucrativas del Japón del siglo XXI quería reclamar las tierras de la Aldea, afirmando que solían ser de su pertenencia.

Ahora Chrome, junto a su hijo Ruchiru, estaba en una junta barra debate barra rueda de prensa, como representante científico de la Aldea Ishigami, dispuesto a defender los derechos del patrimonio de la aldea en la que creció.

Muchos años habían pasado desde que se consideraba a sí mismo un hombre moderno, de ciencia, pero aun así conservaba la soga atada alrededor de su cabeza, una nueva, claro, pero hecha con las manos de su esposa Ruri, que las hacía tal como su madre le enseñó, como una costumbre de sus antepasados.

La aldea Ishigami tenía muchos defensores, pero la empresa que intentaba quitarles sus tierras tenía mucho dinero y mucho poder, tanto que hasta podrían rivalizar con los Nanami, al menos en Japón.

Chrome sabía que todos en la aldea confiaban en él, y también tenía el apoyo de su hijo, pero aun así... temía fallarles.

Lo peor de todo era que se suponía que Senku debería estar allí también, pero aparentemente su vuelo se retrasó y no pudo llegar a Tokio a tiempo. Chrome y Ruchiru tuvieron que aprenderse la parte de Senku de golpe, y no estaban tan confiados en estar lo suficientemente preparados en eso.

Kohaku, que era esposa de Senku, le dijo que él intentaría llegar a tiempo antes de sentarse entre el público, pero ya era la hora y aun ni rastros de él, ni siquiera una llamada. Lo peor era que la hija de Senku y Kohaku, su sobrina Tsukiku, se suponía que también iba a ayudarlos, pero tuvo la brillante idea de ir a traer a su padre y ahora tampoco se aparecía.

Genial, esto se veía tan bien para ellos.

Cuando se sentó en la mesa frente al CEO de la empresa rastrera, que estaba junto a decenas de científicos y abogados contratados específicamente para esto, frunció el ceño, obligándose a no dejarse intimidar. ¡Tenía que lograr esta victoria sí o sí!

—Como todos ya saben, mis fabricas dan trabajo a millones de japoneses —empezó a decir el CEO, hablando con voz jactanciosa y una falsa mirada de humildad—. El mérito de todos mis logros es para mis empleados. ¡Y quiero seguir dando más y más trabajo! Por eso, lo primero a lo que apuntó es a recuperar mis tierras. Ya he recuperado todas las otras, pero aparentemente en esta vida existen seres humanos con más privilegios que otros. —Suspiró teatralmente—. ¿Cuál es el problema de que los aldeanos vayan a vivir a otro sitio? O a la isla, que es su verdadero sitio de origen. Muchos de ellos se han mudado a Tokio. ¿Por qué deben privar a la gente de más fuentes de trabajo? ¿Solo por su orgullo? —Varias personas del público empezaron a murmurar, muchas en contra y muchas a favor de lo que decía el CEO.

—La aldea Ishigami es un terreno bastante pequeño —Chrome empezó su propio discurso—. A su alrededor se alzaron muchas más casas, y tanto esas personas modernas como los aldeanos no quieren irse. Y es lógico, ¿quién quiere abandonar su casa obligados? La mudanza es un proceso complicado, y los que no quieran irse de sus casas tienen el derecho a quedarse. ¿Por qué no construyen en una zona que no esté poblada? Todavía hay muchas zonas libres en los alrededores de la aldea, sin mencionar en cualquier otra parte de Japón. Podrían comprar esas zonas sin dificultad alguna.

—Aquí entra otro problema. —El anciano le frunció el ceño—. Esas tierras son mías. Les han devuelto otras tierras a sus legítimos dueños. ¿Por qué negármelo a mí?

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now