One-shots SenHaku

Sorpresa

La cámara se encendió y apuntó directo al rostro sonriente de la joven de trece años recién cumplidos: Ishigami Tsukiku.

—¡Hola! Bienvenidos a mi primer video para la plataforma de... eh, no recuerdo el nombre, ¡pero bienvenidos! —Agitó ambas manos—. No voy a mentir, el objetivo de esto es ganar dinero. Mis padres me retiraron mi mesada después de que destruí el laboratorio y la mitad de la casa el año pasado, consciente de que había un 85% de probabilidades de que eso pasaría. —Agitó una mano, restándole importancia—. También me quitaron muchos de mis aparatos científicos y el acceso a internet, por lo que solo estuve estudiando este último año. —Bufó, sentándose en su cómodo sillón con orejas de gato en la parte superior—. Como hoy es mi cumpleaños, me devolvieron internet y mi computadora, y dijeron que podía comprarme cosas nuevas, con la condición de que las compré con dinero que gane yo misma. —Rascó su oído con irritación—. Como sea, antes de que me llamen malcriada arrogante y cierren el video, déjenme decirles que les tengo muy buen material sobre los héroes que salvaron a la humanidad, mis padres, Ishigami Senku y Kohaku.

La cámara cambió a Tsukiku de pie en su habitación, junto a una televisión plana de tamaño considerable. Ella apretó un botón y en la televisión apareció una imagen de sus padres caminando por la calle, ambos con rostros serios, él caminando unos pasos por delante de ella.

—Por este tipo de fotografías, muchos tienen la impresión de que mis padres se casaron solo porque durante una borrachera mi mamá se quedó embarazada y luego mi abuelo obligó a mi padre a casarse con ella, lo cual es cierto.

—¡¿Qué?! —La persona detrás de la cámara se tambaleó por un momento.

—Mantente firme, Misaki —Tsukiku la regañó, antes de volver a sonreír a la cámara—. Sin embargo, ellos no son tan fríos como aparentan, ya quisiera yo. —Su rostro mostró una mueca de repulsión antes de volver a la sonrisa—. Primero, a ninguno de los dos les gusta andar acaramelados en público, segundo, mi papá es lamentable incluso paseando por el parque, mamá está detrás de él porque tiene enemigos que quieren su cabeza todo el tiempo, ella lo protege.

—Aw, eso es lindo. —Su amiga sonó más relajada.

—Ni tanto, eso significa que ambos están alertas y paranoicos siempre que salen.

—Oh...

—¡Como sea! Vamos al siguiente punto. —En la televisión apareció un collage de imágenes de sus padres en galas, fiestas y reuniones de amigos—. Muchos señalan que mis padres no se hablan en este tipo de eventos, que apenas se sientan juntos por momentos y luego se van cada quien por su lado. Mi pregunta es... ¿ustedes qué clase de parejas conocen? —Cruzó los brazos, con una mirada de resignación—. Ja, por supuesto que no están pegoteados en las reuniones, fiestas y eso, van a esos sitios porque los obligan y porque van a ver a otras personas, se ven en la casa todo el tiempo. ¿Por qué tendrían que presumir su relación frente a los demás?

—¡Buen punto! —Misaki aplaudió desde atrás de la cámara—. Si tu pareja quiere que pases cada momento con ella, no es tu pareja, es un psicópata.

—No tengo ni idea de la psicología de parejas, ni me importa, pero tienes un punto. —Rio entre dientes, para luego cambiar la imagen en televisión.

Esta vez apareció en pantalla una foto del día de la boda de sus padres. Su madre estaba preciosa, maquillada y bien peinada, con su vestido ajustado al pecho, con un lazo bajo los pechos y la falda fluyendo suelta desde ahí. Su padre tenía un traje muy refinado y por una vez parecía que más o menos se peinó un poco. Era la foto del beso después del "sí, acepto", beso que no podía apreciarse ya que su madre estaba cubriendo sus rostros con el ramo de flores rojas en su mano.