Psicópatas

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(ADVERTENCIA: LEMON).

¿Por qué demonios acepté venir a esta estúpida fiesta?

Senku no dejó de hacerse esa pregunta mientras se paseaba por la mansión Nanami, que era tan enorme que tenía varias casas en su patio y la fiesta parecía más una feria, con gente borracha en disfraces de Halloween paseándose por los jardines.

Y, por supuesto, su mala suerte lo hizo perderse en esa inmensa propiedad. Y acompañado de la peor persona posible.

No lo malentiendan, Kohaku siempre le agradó, pero había ciertas cosas de ella que lo ponían... nervioso.

Y no, no era porque se le declaró a las horas de conocerse, después de que él diera una conferencia en su universidad, ella fue rápida en aclararle que no hablaba en serio, el motivo de que ella lo pusiera nervioso venía más por la forma en la que lo miraba cuando estaban a solas... Llámenlo ilógico, pero la apodó leona no solo por su coleta rubia rebelde, sino porque a veces le daba la impresión de que ella quería... comérselo. En un sentido literal.

No tenía sentido y lo sabía. Kohaku era una buena amiga a pesar de todo, era confiable y divertida, y a veces hasta le gustaba estar a solas con ella y tener su entera atención, pero otras veces... ella lo ponía muy nervioso.

¿Estaría volviéndose loco?

—¿Senku? —Kohaku lo sacó de sus pensamientos—. ¿No te contesta nadie?

—No, todos deben estar ahogados de borrachos a esta hora. —Chasqueó la lengua con disgusto—. Taiju y Yuzuriha son los únicos que beben con moderación y se fueron temprano.

Estaban caminando en círculos y cada vez veían menos y menos gente, a lo que Senku comenzó a ponerse nervioso y a repetirse que Kohaku era su amiga y era confiable. ¿Por qué se ponía tan irracional alrededor de ella?

Cuando le comentó ese temor a su padre, después de advertirle que no se atreviera a burlarse de él, su padre solo se rió y le dijo que lo más probable era que ella le gustaba.

¿Podría eso ser cierto? Sonaba menos ilógico a que Kohaku fuera una especie de caníbal.

La miró de reojo. Iba disfrazada de vampiresa, con un vestido rojo escotado y una pequeña capa con cuello alto. La falda era corta y sus medias transparentes, largas hasta sus muslos.

Senku apartó la mirada rápidamente al sentir que sus sentidos comenzaban a nublarse. Debía estar más borracho de lo que pensaba.

—Podría subir a esa casa a buscar la mansión principal —murmuró Kohaku, señalando una casa con dos pisos.

—Todas las mansiones se ven iguales, ese fue nuestro principal problema. —Senku bufó.

—Al menos tengo que intentarlo. —Kohaku se encaminó a la casa a paso decidido y Senku la siguió a regañadientes.

La casa era más bien un almacén, lleno de cajas, computadoras viejas, libros y hasta un jacuzzi vacío. No era muy diferente de otras casas a las que les habían echado un vistazo, aunque la mayoría estaba ocupada por parejas cogiendo.

Kohaku cerró la puerta de pronto y Senku volteó a verla con sorpresa, solo para tragar saliva al ver la mirada en sus ojos otra vez. Esa mirada que lo hacía sentir nervioso... y en peligro.

—¿Qué haces? —preguntó en un susurro, con cautela.

Ella sonrió inocentemente, y Senku de repente notó que sus colmillos parecían muy reales.

Empezó a sudar frío.

—¿Por qué me miras así, Senku? —Se acercó a él sacudiendo sus caderas—. Me miras como si fuera a comerte...

One-shots SenHakuTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon