Aburriéndome de ti

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Transformarse en un gato era sumamente molesto, transformarse en uno con una pequeña melena de león y recibir las burlas del insufrible de Senku era peor.

La única razón por la cual no mataba a ese bastardo era por su historia juntos, nada más ni nada menos.

Llegó a su ridícula tienda que ocultaba su laboratorio y se encontró a Senku jugando videojuegos como un holgazán sin hacer nada mientras el molesto niño pelirrojo que había sumado a su equipo recientemente no dejaba de pelear con la pequeña Suika por quién sería el que barrería la entrada.

—¡Kohaku! —Suika corrió hacia ella y, como estaba en su forma de gato, la cargó y la abrazó cariñosamente.

—Ah, la leona... —Senku dejó su videojuego y acomodó su haori verde antes de acercarse y cargarla también, agarrándola por el cuello, por lo que ella le gruñó como todo un gato, enseñándole las garras de paso—. Dime, ¿a cuántas ratas has atrapado ahora? ¿Obtuviste algo interesante? —La miró con interés.

Ella le gruñó, siendo esa su señal de que no hablaría delante de Suika y el mocoso pelirrojo.

Senku rio y la acarició justo detrás de las orejas, haciéndola ronronear muy en contra de su voluntad, luego la llevó a su laboratorio subterráneo y allí ella cambió de forma para volver a ser una mujer hecha y derecha... y desnuda.

—¿Dónde está mi ropa, Senku? —preguntó molesta mientras se ataba el cabello en una coleta con el lazo que antes había estado usando como collar en su forma de gata.

Senku se tomó un buen tiempo en responderle, un largo, largo tiempo, mirándola de arriba abajo sin ningún tipo de disimulo, rascando su oído con lentitud exasperante, antes de alzar su dedo y dar un par de vueltas en el aire, para luego por fin señalarle un bolso detrás de ella.

Kohaku se vistió con lo que antes fue su uniforme de capitana shinigami, una falda y short debajo, sin el haori blanco, pero con la parte superior azul en vez de negra.

—¿Y bien? ¿Qué pudiste averiguar allá en el otro mundo? —Sacó dos envases de ramen instantáneo como si nada.

—Pues desde que hubo tantos problemas con ese chico que entrenaste las leyes se han vuelto más flexibles, mi hermana se pudo casar con Chrome a pesar de que es un simple miembro del que antes fue tu escuadrón y ella la nueva líder de una de las cuatro grandes casas nobles. Se supone que ya somos más bienvenidos, así que Ruri me ha invitado a volver, aunque no podría tener mi antigua posición, claro.

Senku la miró con una ceja en alto, antes de darle su tazón de ramen.

—Dicen que somos bienvenidos, pero no dudo que en el momento en el que yo ponga un pie allí querrán poner las manos en mis investigaciones. —Rio entre dientes, comenzando a comer de su ramen—. Pero si tú quisieras volver, seguro no tendrías muchos problemas.

—Ja, no volveré a menos que tú vuelvas. —Lo miró divertida, tomando su primer bocado también—. Tampoco es que lo extrañe demasiado, sinceramente, me gusta este mundo.

—Si quisieras dejar de ir y volver todo el tiempo, podría asignarte un cuarto aquí. Suika adora tenerte cerca, de todos modos.

—Ja, y yo que pensé que te gustaba que me quedara aquí solo ocasionalmente y que por lo tanto no me quede más opción que quedarme en tu cama... —Se le acercó con una sonrisa traviesa, terminando su ramen casi de sopetón y estrellando el tazón con fuerza detrás de él, que solo sonrió lentamente.

—Después de tantos siglos contigo entrando y saliendo de mi cama, no quisiera que te aburras de mí demasiado pronto —bromeó con una risa maliciosa, sin dejar de estar concentrado en su platillo.

—Las cosas están demasiado tranquilas desde que ese chiquillo que entrenaste se encarga de todo, es aburrido, de hecho. —Se inclinó en uno de sus escritorios, doblando los brazos tras la nuca—. Quizás sí me interese pasar los siguientes siglos aburriéndome de ti.

Senku rio entre dientes, terminando su plato de ramen para luego tomar su muñeca y arrastrarla hasta su habitación.

Hace años no habían tenido esta estabilidad, debían aprovecharla.

La última vez que se sintieron tan tranquilos, fue justo antes de que todo les estallara en la cara debido a los experimentos de Senku.

Cuando toda la llamada "Sociedad de Almas" encargada de purgar los espíritus y mantener el balance espiritual le dio la espalda a Senku después de que fuera él el que impulsó casi todo el desarrollo tecnológico que tenían hoy en día, fue Kohaku la única que siguió creyendo en él, la que estuvo dispuesta a abandonar todo para seguirlo al mundo de los humanos, a abandonar su titulo de nobleza, su puesto de capitana y a todos los que amaba para seguirlo.

Su relación, de siglos de duración, era extraña y lo que muchos calificarían como ambigua, pero desde niños que se cubrían las espaldas el uno al otro, él confiaba en su gran fuerza y velocidad, y ella confiaba en su inteligencia y astucia.

Muchas veces se la pasaban peleando, muchas veces decían ser solo amigos, muchas veces eso era cierto, pero muchas veces, cuando estaban a solas, con tiempo libre o sin más asuntos de los que ocuparse, se permitían ser mucho más.

Y quizás ya fuera hora de que por fin terminaran con la ambigüedad y fueran directo al grano con lo que querían.

Y ambos sabían perfectamente qué era lo que más querían... lo que querían desde hace siglos, y lo que seguirían queriendo quizás por toda la eternidad.

Fin.

Holaaa :D

Si, esto es una adaptación a Bleach, más precisamente a la pareja de Urahara x Yoruichi owo

Ellos siempre me gustaron, aunq mi OTP suprema fue el HitsuKarin :'D

Algún día continuaré mis fics HitsuKarin, je, je...

En fin, este fic también es un regalo para Araceli Peraza!

Ojala te haya gustado! :3

Y ojala q les haya gustado a todos! uwu

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

One-shots SenHakuWhere stories live. Discover now